31 de diciembre de 1969
Nota de tapa
“Para ser candidato tengo que estar convencido”
El titular de ARBA analiza las versiones en torno a una eventual candidatura para los comicios de octubre. Deja entrever diferencias con el gobierno nacional nacional, resalta la figura de Daniel Scioli y reconoce méritos políticos en Felipe Solá.
El ex presidente y titular del PJ nacional, Néstor Kirchner, analiza, cada vez con más fuerza, la posibilidad de encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas de octubre.
Se especula con que Sergio Massa, José Scioli y Santiago Montoya, también integren la nómina del oficialismo.
Es que, ante el nuevo escenario de alianzas electorales, el patagónico busca que figuras con buena imagen traccionen votos para sí.
Distendido, el recaudador bonaerense, se anima por primera vez a abordar la cuestión electoral. En diálogo con La Tecla, la pregunta se hace inevitable.
-¿Será candidato a diputado por Buenos Aires?
-Yo solo sé de las versiones porque lo dice la prensa. No hablé con nadie.
-¿No se habla entre sus pares, en el ámbito de gobierno?
-Hay bromas. Somos un área del estado atípica. Tenemos poco tiempo para perder con tertulias. Cobrar impuestos en un contexto de esta naturaleza no es un trabajo descansado. Las gasas que haya en los hospitales, los litros de combustible en los patrulleros y las tizas de las escuelas dependen de que nosotros cobremos mejor o peor los impuestos. Así que mucho tiempo para la especulación política no tenemos.
-Pero esas cuestiones se hablan. ¿Lo charló con Scioli?
-No.
-Si se lo proponen formalmente, ¿aceptaría?
-No estoy de acuerdo con que el móvil de una oposición sea "unámonos en contra de". Me parece un mensaje negativo. Nadie hace un país echando a otro tipo. Yo les voy a preguntar a ustedes -porque también fui periodista y tengo el carnet- cuál es la propuesta de cualquier oposición en la Argentina.
-El entrevistado es usted…
-La oposición no presentó hasta el momento ninguna propuesta que no sea echar al gobierno. Yo, a los únicos que quiero echar son a los ingleses de las Malvinas. Ahora vamos al oficialismo. ¿Cuál es la propuesta del oficialismo? Me agradaría que incluya algunos implementos del país en el que yo quiero vivir. Porque soy un funcionario, pero el sueldo que cobro es cobrando impuestos y creyendo que con eso se sostiene el estado provincial. Eso no incluye ser candidato. Para ser candidato tengo, además, que estar convencido con lo que se está planteando. Para que yo esté contento se deberían incluir algunos elementos del país donde quiero que mi hijo viva.
-¿Cómo cuáles?
-Cumplimos un cuarto de siglo con las condiciones básicas de una democracia imperfecta, donde al menos se cumplen las condiciones elementales. Lo que yo quisiera tendría que incluir otros elementos que hagan a la gobernabilidad de un país serio: la posibilidad de tener políticas de estado compartidas por los principales actores políticos, que nos permitan generar consensos a partir de las medidas que necesitamos, hoy para enfrentar la crisis y mañana para hacer despegar a Argentina.
-¿A qué se refiere, concretamente?
-Estoy escribiendo una nota de opinión, cuyo título es "Un hombre en la luna". En 1963, el presidente Kennedy anunció que enviaría un hombre a la luna y que lo traería sano y salvo a la tierra. Y lo hizo. Nosotros tenemos historia de pactos incumplidos en donde nada cambiaba. Nació un país con tensiones institucionales que no hemos podido resolver hasta ahora. Así como Kennedy cumplió, necesitamos colocar a Argentina en donde tiene que estar en un plazo razonable. Propongo que sea en el 2016, no los 200 años de la revolución de mayo que ya están perdidos porque falta solo un año. Hasta este momento, lo único que pudimos lograr es sacarnos una foto.
-¿Usted que propone, entonces?
-Tenemos que sacar una foto que diga que en un tiempo determinado vamos a cambiar el país, vamos a cambiar el régimen federal y todas las cuestiones básicas de la independencia. Si Estados Unidos pudo mandar un hombre a la luna y traerlo de regreso en siete años, ¿por qué nosotros no podemos modificar el régimen de distribución de recursos fiscales? Más acuerdo básicos en tres o cuatro cuestiones que hagan a la gober- nabilidad: políticas de inversión, recursos estratégicos, medio ambiente. La pregunta es ¿Qué tipo de propuesta o plan yo debería apoyar? Porque yo estoy apoyando a la gobernabilidad argentina y el gobierno a través del trabajo en una institución pública. Ahora, si se trata de ser candidato, ¿cuál es el plan oficial, cual es la oferta, cuál la propuesta? ¿Cómo es posible que digan que voy a formar parte de una cosa si ni siquiera se lo que proponen?
-¿Y si no presentan ningún plan pero Kirchner lo convoca como candidato?
-Lo que pasa es que siempre hay un plan, aunque implícito.
-Bueno, ¿en ese caso?
-Pero ¿para hacer qué?
-Diputado nacional.
-¿Pero yo qué voy a hacer como diputado nacional para que mi hijo viva en un país justo? Si quieren que participe, necesito estar de acuerdo con lo que voy a apoyar. Por lo menos, con las cosas básicas. Necesito sentir que los pibes que vienen ahora van a vivir en un país mejor dentro de 15 o 20 años, que me expliquen los que me propongan como candidato por qué motivo piensan que si yo participo nuestros pibes van a vivir en un país mejor.
Su visión de los K
-Tras dos gestiones K, ¿Le gusta el resultado, le gusta este gobierno, lo conforma?
-A mi me gustaba lo que ella (Cristina Fernández) dijo aquí en La Plata, en el Teatro Argentino, que iba a hacer.
-¿Hizo algo de eso?
-Creo que ha pasado un año y todavía no lo hizo. Ojo. Faltan tres años. No es cuestión de que lo haga mañana. Todavía tiene tres años. Es decir, nada impide que mañana a la mañana se produzca una hecatombe y haga todo. Si esto pasa, es probable que yo pida que me dejen ser candidato.
-¿Cuáles son las cosas que esperaba pero aún no se hicieron?
-Creo que hay dos temas básicos. Uno que lo cruza todo, es el de la institucionalidad. Y otro, el consenso sobre la base de ceder lo que haya que ceder para que cambiemos. Porque si vamos a seguir con esta historia no vamos a ninguna parte. Consenso, cohesión e institucionalidad sobre la base de unir la sociedad, no dividirla. Son cuestiones que permiten pensar en un futuro mejor. Cuando escuché a la presidente pensé "acá estamos hablando de acuerdos, de políticas de Estado, de que -pese a las crisis o a las elecciones- no habrá problema, porque va a tener un gobierno en marcha". Eso entendí yo. La verdad, no sé si entendí mal, (consulta a sus asesores en tono de sorna).
-¿Qué es lo que no le cierra de este gobierno?
-Tenemos una sociedad partida por la mitad en cualquier tema que hablamos. Cuando ustedes me dicen ¿querés ser candidato? Yo digo como querer, quiero ser candidato, pero para cambiar las cosas. En esta elección, tal cual hoy está planteada, digo "en este juego yo no quiero jugar". El juego es a favor o en contra del gobierno, echemos o mantengamos al gobierno. Otra vez si o no, se van o se quedan. Yo no quiero ser instrumento de la sociedad dividida en dos, aunque esté del lado del que sacó 60 o del que sacó 40. ¡No juego ese juego! Yo juego el tema de unir. Voy a seguir combatiendo la informalidad porque eso une la argentina y a la provincia. Yo te meto al sector pesquero adentro (tiene una alta evasión en la venta) y eso une la provincia. Yo quiero jugar el juego electoral, pero no con esas reglas. Quiero que quede claro que el gobierno puede dar un giro, y en ese caso, yo estaría honrado de ser candidato, ¿Por qué no puede ser?
-¿Ve probable que Cristina Fernández haga ese cambio?
-No creo que pase mañana. En todo caso, será pasado mañana (risas). Pasado mañana puede ser, pero mañana no creo. Realmente, faltan tres años de gobierno. Hay una cosa que es jodida en toda esta campaña. ¡No podemos estar a tres años de finalización de un gobierno, todos en campaña para echar a ese go- bierno! Estuve en completo desacuerdo con el gobierno cada vez que hablaron de golpismo y demás. Pero no me gusta que a dos años y nueve meses de la salida del gobierno se discuta si lo echamos o no. No podemos ser tan apocalípticos. Podemos pedirle un cambio de rumbo a la Presidenta, pero no ir a una elección política con esto.
-¿Si tuviera que votar hoy, tal cual están planteadas las cosas, sabría a quien votar o tiene dudas?
-Creo que llegaría con muchos problemas al día de la elección. El problema es que yo no puedo participar en una campaña negativa. Con las cosas negativas no se pueden construir cosas positivas. Por lo que veo en la campaña, hoy no votaría a ninguno. En medio de la crisis muchos criticaron a Scioli, le dijeron que estaba demasiado alineado con el gobierno nacional y que perdería imagen positiva. Dio una gran lección a todos cuando dijo que cada vez que la provincia fue en contra de los intereses del gobierno nacional, hubo crisis institucional. El decía que teníamos que proteger la gobernabilidad. Scioli dio una muestra de seriedad en el tema. Siguiendo esa lógica, en el momento de llegar a una elección tenemos que recordar que hay una crisis, que tendríamos que pedir al gobierno nacional que seleccione a los mejores para gobernar y que -de todas maneras- uno no puede votar una propuesta negativa.
-Si Kirchner lo convocara y usted prefiriera quedarse en la Provincia, ¿cree que Scioli podría sostener su decisión?
-Scioli es un hombre que escucha. El me va escuchar. Respeta mucho lo que uno tiene para decir. No es un prepotente. Es una persona que toma decisiones, pero creo que me escucharía. También es cierto que tiene un compromiso institucional que no es de la misma magnitud que el que yo tengo. No olvidemos que yo tengo una responsabilidad importantísima, pero él fue votado por el pueblo.
-Insistimos en el planteo anterior, ¿Cree que Kirchner aceptaría un no como respuesta?
-La verdad que como no he tenido relación, escucho en general lo que se dice, pero a mí no me pasó. Yo estoy acá, supongo muchas de las cosas que hice le habrán gustado y otras no. Pero yo sigo aquí. Creo que no hay problema. Acá no sólo estamos ayudando ahora, sino yendo a algún lado en el largo plazo. Argentina necesita darse rumbos estables de mediano y largo plazo. Y no me gustaría participar de algo que vaya a contramano de lo que pienso, por más que quisieran hacerme cargo.
-¿Si dependiera de usted, al día de hoy, le gustaría ser candidato?
-No estoy convencido hoy de ser candidato y estoy seguro que mi aporte es más grande como funcionario ejecutivo que como un miembro más del ejecutivo. Simplemente es un tema de perfil, no de importancia. El legislativo es un elemento clave es nuestra campaña tributaria. Sin embargo, no he sido legislador sino el director ejecutivo del organismo. Hay que aprovechar a las personas en el lugar donde mejor puedan rendir. Me cuesta imaginar que es lo que puedo hacer para ayudar al país que viene para nuestros hijos desde el Congreso. Creo que sería poco trascendente, que no ayudaría. Hago más juntando gasas para los hospitales y combustibles para patrulleros que siendo diputado. Yo quiero llevar a cabo una actividad política pero que sea conducente. No eso.
-¿Hay algo que quiera agregar?
-Que el mundo muestra que los negros estamos yendo al poder (risas).