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Jueves, 24 julio 2025
Argentina
31 de diciembre de 1969
Informe

Día de San Valentín, Sexo en el sofA

Se acerca San Valentín. Y nada mejor que ese día para modificar nuestra rutina sexual. Por eso, les proponemos dejar la comodidad de la cama y trasladarse al sofá para gozar en la intimidad.

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Cabeza abajo

Prestá atención porque esta postura requiere concentración y buena forma física. Para llevarla a cabo, el varón debe sentarse en el sofá. Una vez acomodado, la mujer se sienta sobre él, cara a cara, de manera que las piernas de ella queden separadas y las rodillas dobladas sobre el pecho del hombre. Cuando estén listos, ella deberá echar el cuerpo hacia atrás y mantener el equilibrio con las manos apoyadas en el suelo.



La hamaca

El hombre se sienta con las piernas flexionadas y se agarra la parte posterior de las rodillas, para mantener el equili-brio. En esta postura, la mujer se sienta en el espacio que queda entre las piernas y el tronco de él. El hombre presiona con las rodillas el cuerpo de ella y marca el vaivén.



La carretilla

Ella se sienta en el borde del sofá con los antebrazos apoyados y estira las piernas hacia arriba para que el hombre pueda “levantarlas”. Es entonces cuando él la penetra, sosteniéndola de los muslos. El hombre marca el ritmo atrayendo el cuerpo de ella hacia el suyo. Es una postura que permite una gran variedad de movimientos: circulares, ascendentes y descendentes, con las piernas de ella más cerradas o bien abiertas.



La doma

El hombre sentado recibe a la mujer, que se encaja a su cuerpo sentándose sobre él. El hombre puede imponer su voluntad presionando a la mujer hacia su miembro. Es una posición muy excitante, porque ella puede acariciar su vagina con el pene, sin llegar a la penetración y, además, los amantes están cara a cara, algo que favorece la excitación.



El deleite

Ella se sienta en el borde del sofá, de manera que el hombre pueda arrodi-llarse frente a ella para dejar su pene a la misma altura que la vagina. La mujer facilita el acceso abriendo las piernas, para estar más cómoda apoya la espalda en el respaldo del sofá. Ella puede rodear el cuerpo de él con las piernas mientras él marca el ritmo de la penetración.



Variante de la doma

La mujer se sienta encima del hombre, quedando de espaldas a él. Para mantener el equilibrio, apoya las manos sobre sus muslos y los pies en el suelo. El tiene las manos libres, por lo que puede tocar sus pechos o estimular cualquier otra zona erótica.



La colina

Ella se acuesta boca abajo sobre el apoyabrazos, quedándole la cabeza fuera del sofá y las piernas sobre el mismo. La cola de ella queda sobre el apoyabrazos en forma de colina, para que el hombre pueda apoyarse sobre ella y penetrarla analmente, o bien por la vagina. Es una posición muy excitante para ambos y muy confortable; ofrece sensaciones diferentes a la pareja.



Las cucharas

La mujer se tumba de costado con las piernas semiplegadas. El hombre se posiciona por detrás apoyando su espalda en el respaldo del sofá y sujeta los contor-nos del cuerpo de su pareja para penetrarla. Puede entonces fácilmente acariciar sus senos y su clítoris, besándola en la nuca y detrás de las orejas. La mujer puede fácilmente masturbarse o guiar la mano de su pareja para llegar más rápido al orgasmo. Es una posición dulce y descansada, que favorece las caricias y la intimidad de la pareja.



La amazonia

El hombre se sienta en la punta del sofá (no en el apoyabrazos). La mujer se sienta en amazona sobre uno de los muslos de su pareja y con sus piernas sobre el apoyabrazos, guiando al pene hasta la apertura de la vagina. Una vez el miembro introducido, ella podrá contraer sus músculos vaginales para asegurar la penetración y evitar les salidas imprevistas. El hombre puede fácilmente acariciar los senos y el clítoris de su pareja para llevarla al orgasmo. Lo malo: la penetra-ción poco profunda.

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