Tras la derrota electoral en las elecciones generales y el posterior acercamiento de un sector del PRO a La Libertad Avanza, Juntos por el Cambio atraviesa una fuerte crisis interna que pone en jaque su continuidad como alianza.
Por estas horas, dirigentes de las principales fuerzas que componen la coalición mantienen conversaciones para buscar una salida elegante a la tensión reinante, que sumó un nuevo capítulo por la fallida sesión del Senado para tratar el endeudamiento solicitado por Axel Kicillof.
La buena relación que los radicales mantienen con el Gobierno bonaerense y su postura para con la gestión que encabezará Javier Milei desde el 10 de diciembre, son dos hechos que también suman tensión puertas adentro.
Por ello, en la coalición exploran algunas alternativas legales para que cada partido mantenga su independencia y, a la vez, no consolidar una ruptura. Sería, palabras más, palabras menos, una salida elegante.
Una de estas alternativas es la de funcionar como interbloque, al igual que funciona en el Congreso de la Nación. Cada partido tiene su bloque, con presidente y vice, y a la vez, el interbloque nombra a sus autoridades.
Ahora bien, esta figura no está contemplada en el reglamento interno de la Legislatura para lo que habría que avanzar en una modificación del mismo.
De acuerdo a la normativa de la Cámara de Diputados de la Provincia, “se presentará en forma de proyecto de resolución, toda proposición que tenga por objeto el rechazo de solicitudes de particulares; la modificación del Reglamento, la adopción de medidas relativas a la composición u organización interna de la Cámara y en general toda disposición de carácter imperativo que no necesite la intervención de los otros poderes”.
Es decir que con un proyecto de Resolución se podría avanzar en este sentido, para lo que se necesitaría el voto de la mayoría simple: la mitad más uno.
También está la posibilidad de funcionar como interbloque “de hecho”: tomar posturas similares a la hora de votar, consensuarlas de antemano, pero sin las cuestiones administrativas de por medio.
Días atrás, el senador radical Agustín Máspoli aseguró que la idea de un interbloque es una posibilidad. “Nosotros todavía no hemos tomado ninguna definición. Estamos en contacto con autoridades nacionales, con legisladores nacionales de nuestra Provincia. Estamos trabajando, estamos hablando y nosotros sabemos una cosa: el radicalismo va a ser oposición en la provincia de Buenos Aires y también oposición a nivel nacional después veremos la reconfiguración de nuestro espacio”, planteó.
En este marco, el radicalismo eligió a Diego Garciarena para que presida su bloque en la Cámara de Diputados. El legislador, que responde a Maxi Abad –actual presidente del bloque de Juntos y titular del Comité Provincia-, encabezó la lista de diputados provinciales por la Quinta Sección Electoral.
Garciarena consiguió el respaldo de 8 diputados sobre un total de 13 que tiene la Unión Cívica Radical en la Cámara baja, de los cuales siete corresponden al abadismo y el restante al sector de Evolución.
En este marco, Pablo Domenichini, del team Evolución, sería propuesto para ocupar la vicepresidencia.
Los cinco diputados restantes –que responden a Manes- muy probablemente se plieguen al bloque radical, aunque esto aún no fue confirmado.
Ahora bien, con estos nombres sobre la mesa, la UCR se sentará a negociar con sus socios de Juntos por el Cambio. Por el lado de la Coalición Cívica, se propuso como presidenta a Maricel Etchecoin. Mientras que en el PRO aún no dieron a conocer la nómina. |
