Juntos redirige la Patoneta y va a fondo en ¿su nueva "Tierra Prometida" del Conurbano?

Apenas diez días pasaron desde que la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, subió a Horacio Rodríguez Larreta, rival en la PASO de la exministra de Seguridad, a su “Patoneta”. 

Ambos sellaron así su pacto de colaboración en la campaña, compartiendo un acto en Lomas de Zamora que contó con la presencia de Néstor Grindetti, candidato a Gobernador, y los diputados nacionales y referentes del PRO, Cristian Ritondo y Diego Santilli, además del postulante a intendente Guillermo Viñuales.

En el corazón del Conurbano bonaerense, los referentes opositores insistieron con su leit motiv: desterrar al kirchnerismo de la Argentina y no permitirle que convierta a la provincia de Buenos Aires en su “guarida”.

Por entonces, en el cuartel general de JxC no soñaban con el escándalo que estaba por venir, y que abrió la caja de los mil demonios para el oficialismo.
 

LOMAS DE ZAMORA SE SUBE A LA PATONETA:
Después de la visita de @PatoBullrich, nos subimos a la Patoneta para conversar con @todonoticias, vamos por un Lomas Ordenado, subite a la patoneta 🦆 pic.twitter.com/ZdSYFOw7dk

— Guillermo Viñuales (@GVinuales) September 28, 2023

Fotos e imágenes del (por entonces) jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, en un viaje con yates, champán y regalos de marcas famosos junto a una modelo como acompañante.

El nuevo maná que cayó del cielo para los cambiemitas activó rápidamente los reflejos de los equipos de campaña, quienes analizan cómo, cuándo y con quiénes podrían sacar tajada del error no forzado de Axel Kicillof y el oficialismo.

Desde el entorno de Néstor Grindetti confiaron que “Lomas de Zamora estaba ya en agenda de Patricia Bullrich”, y que la enorme repercusión del caso puso bajo la lupa la posibilidad de “hacer algo más grande” en ese distrito, que podría transformarse en la nueva Tierra Prometida de la oposición en medio de la campaña electoral.

Además, y a pesar de que el impacto electoral del escándalo aún no se refleja de manera contundente en la intención de votos de Unión por la Patria, los equipos de asesores -al menos algunos de sus integrantes- consideran un viraje discursivo.

Si el latiguillo en el Gran Buenos Aires venía siendo hasta hoy la inseguridad y la economía que abruma, no sería extraño que en tiempos revueltos para Kicillof los discursos profundicen en la ética política, la honestidad y la necesidad de incrementar los controles hacia los funcionarios públicos.