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Domingo, 4 mayo 2025
Argentina
31 de diciembre de 1969
Entrevista

Mitos y realidades sobre la vida de Carlos Ferro Viera

Por años fue el "rey de la noche". Se codeó con personajes poderosos del jet set. Estuvo preso y entabló una amistad con Maradona. En una entrevista exclusiva con La Tecla “Ferrito” se confiesa, pide perdón y relata las mejores anécdotas

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Sobre la figura del publicista Carlos Ferro Viera han circulado infinidad de rumores. Durante los ‘90, uno de los personajes más misteriosos, por sus negocios y su vida personal, se codeó con importantes figuras del ambiente artístico, político y futbolístico. Incluso compartió cinco intensos años viajando y viviendo con Diego Armando Maradona, a quien hoy reconoce como un amigo.

Estuvo preso en el penal de Dolores en el marco de una causa vinculada con el éxtasis, de la cual salió sobreseído. Fue acusado de proveer de drogas al astro futbolístico en Punta del Este.

Esos años de adicción y descontrol dejaron marcas en su rostro. Más maduro y reflexivo, a los 54 años “Ferrito”, como lo llaman popularmente, recibió a La Tecla en un reconocido restobar platense.

-¿Cómo te vinculás con Diego?

-Por la causa que tenía Bernasconi caí preso en la cárcel de Dolores en 1996. En ese mismo penal estaba Guillermo Cóppola y, por supuesto, Maradona lo visitaba con frecuencia. Allí nos hicimos amigos. Mi amistad siempre fue con Diego, con Guillermo al principio nos llevábamos muy bien, después se fue deteriorando la relación.

Yo salgo antes de la cárcel que Guillermo, y me pongo a trabajar con Diego y Cuneo Libarona para sacarlo. Logramos trasladarlo a Buenos Aires y la excarcelación hasta el juicio oral.

-¿Era una relación de consumo?

-No. Mi amistad es auténtica, porque perdura aún hoy, que no consumimos. Te doy un ejemplo: cuando Diego firmó el contrato con Boca, que lo hizo en mi departamento de Recoleta, no consumió, y nosotros seguíamos tan amigos como siempre. Yo me levantaba a las cinco de la mañana y lo iba a buscar a Devoto, donde vivía con Claudia, lo llevaba a entrenarse al camping de comercio y después a la Bombonerita; ésa era nuestra vida de todos los días en aquel tiempo. Después, cuando le dio el doping positivo, sí, empezamos el descontrol con las drogas, pero de lo anterior nadie habla.

Con respecto al doping positivo te voy a decir que hubo una mano política puesta allí. Diego estaba muy enfrentado con Duhalde, y lo había hecho público. De ahí en más, como dice él, le cortaron las piernas y se vino en picada. Yo admito que en ese momento no era una buena compañía para él porque estaba también muy enfermo, qué lo iba a cuidar a él si no podía conmigo.

-¿Cómo te llevabas con Guillermo?

-Siempre lo quise, y a pesar de todo lo que pasó lo sigo queriendo igual. Me parece que a Diego le gané el corazón, y creo que soy uno de los amigos que conserva. Soy una de las pocas personas que jamás le tocó el bolsillo. Yo me fui de al lado de Diego con una mano atrás y otra adelante, nadie me echó. Me fui porque me di cuenta de que nos estaba haciendo mal a los dos. Estábamos por firmar el contrato para la serie que iba a hacer Suar de Maradona y por una sobredosis se me paralizó media cara. Ahí, el doctor Cae, al que le estoy agradecido, me dijo: “Ferrito, si querés seguir viviendo, agarrá tus cosas, volvé a La Plata y ándate con tu madre”.

-Imagino que tendrás un montón de anécdotas…

-Sí, vivimos muchos años juntos de un lado para el otro, y Maradona es muy divertido. Le encantaba molestarme porque yo no sé, ni sabía, nada de fútbol, entonces me hacía cosas a propósito y se reía de eso.

Una vez estaban en un partido, definiendo por penales, yo pensé que el partido había terminado y me crucé por la mitad de la cancha, te imaginás todo lo que me gritaron. Otra vez se retrasó 45 minutos un partido porque yo me llevé los botines de él a la casa, sin saber que necesitaba ésos. Lo que pasa es que los botines de Diego son especiales, porque tiene un problema en el empeine. No podía jugar porque no tenía los botines. Estaban todos esperando y Diego no quería salir sin los botines. No sabés el lío que se armó. Práctico como siempre, pidió un helicóptero exclusivo y mandó a buscar los botines a Devoto.

Bueno, después otro recuerdo muy divertido fue en Cuba. Diego no podía recibir visitas de amigos y, mucho menos, de personas que consumieran. Entonces me puse de acuerdo con él y me hice pasar por su terapeuta.

-¿Te veías venir la pelea entre Maradona y Cóppola?

-Sí, totalmente. Yo sé muchas cosas de la interna que me las guardo, por respeto. Si no las dice Diego, no las voy a decir yo. Guillermo es un tipo difícil, y si Diego dijo todo lo que dijo fue por algo. Me parece que terminó de la peor manera, yo siempre estaba en el medio era el jamón del sándwich.

Siempre tuvo una actitud de menosprecio conmigo, no sé si celos o inseguridad. Lo único que puedo decir es que en la ac-tualidad él no está, y yo estoy y conservo mi amistad.

-¿Cómo lo ves a Diego ahora?

-Muy bien, casi recuperado. Esto de la Selección le va a venir muy bien para terminar de reafirmar su salida de las drogas. Diego está tocado por Dios. Sé que la designación como técnico lo llenó, y estoy seguro de que va a triunfar, como siempre.

La vida después de Bernasconi

-¿Por qué ordena tu detención el juez Bernasconi?

-Siempre me pregunté por qué a mí. Porque drogas para el consumo tenían muchas personas. Creo que venían cargadas las tintas por lo que había pasado en La Plata con Alak. Además, en esa época Duhalde arrancó con la campaña contra la noche. Y entonces buscaron referentes: en Pinamar, Palmer o Cóppola, y en La Plata, que es donde vivía Duhalde, el referente de la noche era Ferro Viera.

Lo más cómico es que a mí me detienen supuestamente por el consumo de éxtasis, y yo en esa época consumía cocaína, no conocía el éxtasis. Fue todo tan burdo, tan mal hecho. Estuve once meses detenido y hasta me negó la excarcelación. Después, el Tribunal Oral Número 1 de Mar del Plata me absuelve y pide que se investigue a la Cámara y al juez.

-¿Cómo llevás ese “estigma” de ser Ferro Viera?

-La verdad es que lo de Bernasconi lo superé, a pesar de que estuve once meses preso. Después se me vino encima lo de Maradona, donde también me acusaron de cosas que no hice. De las que hice me hice cargo en su momento. Era un adicto, un enfermo y cometí errores. Pero también me adjudicaron otras con las que no tuve nada que ver. Lo que pasa que ensuciarme a mí era fácil, porque yo ya tenía una mala imagen. Por ejemplo, me acusaron de llevar la droga a Punta del Este. Eso no es verdad, la droga me la tomé yo, no se la di a nadie. Y como ésta, muchas cosas; lo único que sé es que no sólo me hicieron mala prensa sino que perdí trabajo.

-¿Cuándo decidiste que tenías que hacer un tratamiento?

-En el año 2004, después de haber estado con Diego en Cuba empecé mi recuperación con el doctor Cae. Hoy te puedo decir que me siento recuperado en un 80%, prácticamente.

-Hoy, más maduro, ¿te arrepentís de algo, o querés pedirle perdón a alguien?

-Sin duda, a mi familia. Me arrepiento de muchas cosas, pero el tiempo no se puede volver para atrás, y asumo lo que hice. Me parece que hice muchas cosas mal, pero la vida se encargó de cobrármelas. Cargo con una mochila importante, sobre todo en La Plata, por eso no duermo con cargo de conciencia. Soy católico, y creo que si hice tanto mal el único que puede juzgarme es Dios. De todas formas, al que se sintió lastimado por mí, le pido perdón.

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