El gobernador, Axel Kicillof, y el titular del PJ Bonaerense, Máximo Kirchner, se volvieron a ver las caras luego del altercado que protagonizaron en el cierre del acto en Avellaneda hace poco más de una semana. Un reencuentro plagado de mensajes en plena discusión interna del Frente de Todos (FdT) de cara las elecciones. Tampoco faltaron las críticas a Juntos por el Cambio (JxC).
El anfitrión fue el jefe de gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, en Lomas de Zamora. Allí inauguraron el hospital de Diagnóstico Inmediato "Nuevo Aráoz Alfaro" de Temperley y entregaron dos ambulancias. También fueron de la partida la intendenta Marina Lesci, el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, y los ministros nacionales, Eduardo "Wado" de Pedro y Gabriel Katopodis.
En el acto, Kicillof empezó su discurso con palabras amistosas hacia Kirchner para dejar atrás lo acontecido hace un puñado de días. “Nos acompaña el compañero, el amigo Maxi, presidente del PJ provincial pero también diputado por la provincia de Buenos Aires”, manifestó.
“Lo que hiciste en el Congreso nacional fue tomar decisiones, impulsar medidas, a veces en soledad, aguantar los trapos y todo lo que hiciste favoreció a la provincia. Muchas gracias", añadió.
Seguidamente, no se olvidó del ala albertista y, por supuesto, trajo la figura de Cristina Fernández de Kirchner: “Hace un ratito se fue el ministro Katopodis porque en esta obra hay intervención financiera y acompañamiento del Gobierno nacional. Así también va el agradecimiento tanto para Alberto como para Cristina que nos permiten trabajar en conjunto".
En esa línea, para no dejar a nadie afuera en su mensaje, el mandatario provincial dijo: “Quiero agradecer mucho a Wado". A su vez, añadió: “Es un hombre que no ha parado un día de caminar todo el interior de la Argentina".
Tras finalizar el discurso, Kicillof saludó a los funcionarios presentes y se abrazó con Máximo. De esta manera, el acto plagado de señales comienza a marcar la previa de lo que será la reaparición de Cristina el martes en el encuentro organizado por el Grupo Puebla, en el marco del Foro Mundial de Derechos Humanos que se realizará en Buenos Aires

Los chispazos en Avellaneda que dejaron una estela espesa en el ambiente
El sábado 11 se llevó a cabo el plenario de la militancia del kirchnerismo y contó con la presencia de miles de personas. Allí, desparramados en 15 comisiones de debate, resolvieron profundizar el operativo para denunciar la “proscripción” de Cristina Fernández de Kirchner y pedir por su candidatura.
Sin embargo, el dato que quedó resonando hacia el interior del Frente de Todos fue el modo en que se dio el cierre del acto. En la oportunidad, primero habló el intendente Jorge Ferraresi, luego Axel Kicillof y cerró Máximo Kirchner.
“Es nuestra obligación como militantes recorrer todas las escuelas, fábricas, barrios, calles y clubes. Lo dijo Cristina, hay que bajar al territorio, dar la discusión sin vergüenza ni esconderse porque no tenemos que esconder, mirando a los ojos a nuestro pueblo", lanzó el mandatario provincial en su discurso. A su turno, el presidente del PJ bonaerense respondió: "No hay que bajar al territorio, compañero Gobernador, hay que subir a la militancia a los lugares de decisión de una buena vez por todas y ahí vamos a ver cómo se negocia, se batalla, se debate y se discute".
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