En algunos casos la calentura obliga a sacar un lado sexual más salvaje. Por eso están los que, por puro placer, experimentan con frecuencia ciertas prácticas que se consideran riesgosas. Y, pese a que en el sexo todo es válido, hay comportamientos de alto voltaje a los que se les debe prestar especial atención si se los quiere incorporar a la cama. El abanico de posibilidades en este sentido es amplísimo. Por un lado están las personas que eligen disfrutar de una sexualidad convencional, repleta de caricias, con penetración vaginal o anal, masturbación y sexo oral; y por otra parte las que buscan arriesgarse más. |