Uno de los frentes de batalla más importantes que tiene abierto el Gobierno es la disputa con las organizaciones piqueteras en torno a la administración de los programas sociales. El kirchnerismo propone el fin de la "tercerización" -con gobernadores e intendentes oficialistas y opositores alienados- y también impulsa la creación del salario básico universal. La respuesta de los movinientos no se hizo esperar y este jueves salieron a las calles para mostrar su capacidad de movilización. En tanto, la Justicia hace lo suyo y comenzó con allanamientos a comedores populares. La tensión crece.
Con niveles de pobreza y desocupación preocupantes -además de la escalada inflacionaria que pisa el poder adquisitivo y eleva el precio de alimentos-, las organizaciones sociales salen a pelear mano a mano con un sector del Frente de Todos (FdT) y el arco opositor. De hecho, este jueves desde la Unidad Piquetera (sectores encuadrados en la izquierda) salieron a realizar asambleas en todo el país.
"Cristina quiere que vuelvan los punteros de los municipios, por pura especulación electoral y para que no luchemos contra el ajuste", sentenciaron en un comunicado y expresaron: "Además de profundizar la precarización laboral de quienes trabajan bajo convenio en los municipios, quieren seguir utilizándonos cómo mano de obra barata y variable de ajuste con fraude laboral".
Asimismo, remarcaron que "reivindicamos y llamamos a mantener la organización de cada uno de nuestros comedores y centros de organización de los barrios, a defender la organización popular, el trabajo comunitario, y a rechazar las amenazas que están haciendo los funcionarios estatales".
En la provincia de Buenos Aires, se concentraron frente a la Gobernación en La Plata y en municipios claves del Conurbano. Al mismo tiempo, replicaron la medida en otros puntos del país. Las organizaciones convocantes son el Polo Obrero, Frente de Organizaciones en Lucha, MST-Teresa Vive, Barrios de Pie/Libres del Sur, FPDS Corriente Plurinacional, FAR - Marabunta, entre otras.
Por el lado de las organizaciones sociales oficialistas el panorama tiene la particularidad de contar con diferencias internas en torno a qué hacer con los planes. Es que desde La Cámpora y el Frente Patria Grande -del que forma parte el líder del MTE, Juan Grabois, cada vez más cercano a Cristina Fernández de Kirchner- proponen el salario básico universal. Además insisten en que la administración de los programas queden en menos de los gobernadores e intendentes. Allí, colisionan con la postura del Movimiento Evita, encabezado por Emilio Pérsico. También se le suma la guerra sin tregua entre los camporistas y los albertistas.
Otro dato a tener en cuesta es que en los últimos días, la Justicia encabezó allanamientos en locales de movimientos sociales vinculados al FdT. El martes, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) -con el diputado nacional Juan Carlos Alderete como máximo exponente- denunció que en el barrio Saavedra de Capital Federal. Entonces, indicaron que los allanamientos fueron "ordenados por el juzgado federal 2 de San Martín, a cargo de la jueza Alicia Vence, con a raíz de una causa armada durante el gobierno de Macri en 2019 que ha sido reactivada".
No todo quedó ahí, el miércoles la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) -integrada por el Evita, MTE, CCC y Barrios de Pie/Somos, entre otras- denunció que en Jujuy "se está dando una persecución sistemática con una serie de allanamientos a dirigentes y espacios de diferentes movimientos sociales". Por lo que recordaron que los allanados fueron "CCC, Movimiento Evita, Nuestramérica, MTE, FOL y Tupac Amaru".
"Claramente estamos en un contexto de persecución hacia los movimientos populares y no lo podemos permitir. No es la primera vez que sufrimos la criminalización y el intento de intimidar a los que luchan por mayores derechos para los y las de abajo. Exigimos que cese la persecución y estamos en estado de alerta por nuestros compañeros y compañeras", concluyeron.
Asi se compone el cuadro de situación que se complejiza cada vez más. Ante la propuesta del kirchnerismo que alineó a gobernadores e intendentes de todos los partidos, la respuesta de los movimientos sociales se hace sentir. No obstante, los piqueteros de izquierda salen a las calles y los oficialistas, hasta el momento, se limitan a realizar comunicados. Todo un síntoma que podría comenzar a desnivelar la balanza.
Mientras tanto, la tensión social crece y la disputa por la administración de los programas se trasladó a la arena política. En el medio, la actual ministra de Economía Silvina Batakis le bajó la espuma al debate sobre el salario básico universal. El tiempo dirá cómo continuará la la pelea en un contexto económico que aprieta el zapato cada vez más. |
