Argentina
Jueves, 25 abril 2024
BALANZA COMERCIAL
7 de marzo de 2022

Ganar y perder con la guerra, los efectos en la economía argentina

Una consultora privada hizo un pormenorizado estudio acerca de los beneficios que tendría para el país el aumento de los commodities agropecuarios, pero por el contrario la balanza se inclina de manera desfavorable por el incremento de las importaciones energéticas que debe hacer el país.

Ganar y perder con la guerra, los efectos en la economía argentina - La Tecla

Un informe de la consultora económica Equilibra analiza los efectos que la guerra en Ucrania tendrá para la economía argentina, que se vería favorecida por el aumento de los precios en los commodities, pero perjudicada en otros rubros, fundamentalmente en lo concerniente a insumos energéticos. 

Los cinco datos principales que se desprenden del estudio realizado por la consultora en la que trabajan varios reconocidos economistas e investigadores económicos son los siguientes:

          - La suba de precios de commodities agrícolas tras el comienzo de la invasión rusa a Ucrania es una buena noticia para Argentina: implica casi US$ 1.400 millones adicionales de exportaciones vinculadas a los cultivos de la cosecha gruesa y sus derivados. Y escala a US$ 2.000 si contemplamos otros cultivos, como el maní o la avena, también beneficiados por aumentos en los precios.

     - Por el contrario, el encarecimiento de las importaciones de gas es una mala noticia para el frente externo (y fiscal). La suba de precios de la última semana implicaría un aumento de casi US$ 3.000 millones en la importaciones de gas natural licuado (GNL). Estas podrían rozar US$ 7.000 millones frente a los US$ 1.100 millones del año pasado. 

     - El déficit energético, que a principio de año estimábamos en US$ 3.600 millones para 2022, podría superar US$ 6.000 millones si los precios siguen en niveles actuales y no se limita la demanda de los grandes usuarios en invierno.

     - El aumento de las commodities atizará la inflación mundial, reforzando el sesgo contractivo de la política monetaria (suba de tasas de interés), redireccionando a los flujos de capitales hacia activos seguros en lugar de economías emergentes.

     - El índice de monedas emergentes del MSCI cayó apenas un 2% respecto a sus niveles de la pre-guerra. Esto puede darle algo más de margen al Banco Central para manejar la política cambiaria: acercando el crawling-peg a la inflación doméstica, la elevada inflación global le permitiría ganar algo de competitividad cambiaria.

El impacto en la economía mundial de la guerra en Ucrania tiene como principal eje que “Rusia es uno de los principales proveedores de petróleo (47% del total importado), gas (41%) y carbón (27%) a Europa. Además, es un país con peso en los mercados de metales (acero, aluminio y cobre, entre otros) y metales preciosos (oro y platino). También vende una porción menor de trigo. Ucrania, por su parte, exporta en gran medida hierro y sus derivados, y cereales (principalmente maíz y trigo)”, de acuerdo a lo señalado en la introducción del trabajo realizado por Equilibra.

Señala el estudio que “el precio del trigo alcanzó en Chicago su máximo en nueve años y acumula una suba del 33% respecto al 22 de febrero (día previo a la invasión rusa en Ucrania)”, pero esta descomunal crecida, que ya tiene un efecto interno con la suba de la harina y consecuentemente del pan, no podrá ser del todo aprovechada por la Argentina, debido a que la última cosecha “se liquidó entre diciembre de 2021 y febrero de 2022”. No obstante, hay buenas perspectivas para otros cereales que se producen en el país y cuyos niveles de producción son similares a los de la nación recientemente invadida por Rusia. 

Pero, la contracara, como señala Equilibra es “el encarecimiento de la energía y en particular del gas donde somos importadores netos”. De acuerdo a las estimaciones, “la provisión de gas que se espera importar desde Bolivia va a ser menor que en 2021, por lo que el saldo restante tendrá que importarse desde otras partes del mundo. Se estima que Argentina necesita incrementar al menos un 20% sus importaciones de Gas Natural Licuado respecto a los volúmenes del invierno pasado. En 2021 el 43% del gas importado fue GNL, por el cual se pagó un precio promedio de US$ 8,33 por millón de BTU. Este año se estima que el 54% de las importaciones de gas serán de GNL”. El precio de ese producto a mediados de febrero ya triplicaba el promedio del año pasado, y en la actualidad trepó hasta casi US$ 44.

Pero, como se dijo, la declinación de la producción de gas en Bolivia haría que vía gasoducto solo entre el 46% del gas que se necesita importar, con un impacto directo en la economía, ya que “no superaría US$ 8” el costo por millón de BTU; es decir más de cinco veces menos que el valor del millón de BTU de GNL. El déficit comercial energético no alcanza a equipararse con las exportaciones de petróleo.

El estudio también puntualiza que si bien el comercio argentino con esos países apenas es del uno por ciento, podrían verse afectadas las importaciones de fertilizantes, absolutamente necesarios para producción agrícola, de los que Rusia es el mayor exportador mundial. 

Sin dudas, uno de los puntos preocupantes que señala el trabajo es que “el aumento en los precios de las principales commodities seguramente tendrá su correlato en la aceleración de la inflación mundial”. El problema endémico de la inflación en la Argentina parece sumar ahora un componente externo que poco ayuda a la impericia que hasta ahora hay mostrado el gobierno para dominar un flagelo que carcome día a día el poder adquisitivo de los ciudadanos.


 

Calle 44 Num. 372 La Plata, Buenos Aires. Argentina
+54 (0221) 4273709
Copyright 2024 La Tecla
Todos los derechos reservados
By Serga.NET