Gestos de acercamiento tras la irrupción de los intendentes en el gabinete de Kicillof

La apertura de sillones a los intendentes peronistas, luego de la reestructuración en el equipo de colaboradores del gobernador Axel Kicillof, produjo cimbronazos y cortocircuitos con el círculo más cercano de antiguos aliados del primer mandatario.

En las últimas horas, el propio Kicillof elogió el trabajo del jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, como así también el del flamante responsable de Infraestructura, Leonardo Nardini y la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez. “Estamos funcionando muy bien, jugamos de memoria tanto con Martín como con Leo y con Cristina, que son conocidos, amigos y compañeros”. sostuvo.

Otro gesto de distensión tuvo lugar esta mañana, cuando el lomense recorrió la Escuela de Policía Juan Vucetich junto al ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, quienes presenciaron un ejercicio de resolución de hipótesis de conflictos, en donde las y los cadetes aplicaron a casos prácticos lo aprendido en las clases teóricas.



Durante la recorrida, Insaurralde sostuvo que lo visto representa “un cambio impresionante en materia de capacitación y formación de los cadetes de la Provincia impulsado por el gobernador Axel Kicillof y el ministro de seguridad Sergio Berni”, remarcando la existencia de “una gran inversión en logística y equipamiento para la fuerza”. 

Asimismo, enfatizó en la novedad de que todos los efectivos policiales comenzaron a hacer capacitaciones en tiro en el polígono descentralizado de la Provincia.

Por su parte, Berni destacó que la gestión de Axel Kicillof “tiene el gran desafío de llevar a mayores niveles profesionales a nuestra policía, que se venía formando de manera rápida y teórica, sin capacitaciones en el territorio. Esto permite que los agentes, cuando egresen, estén más y mejor capacitados no sólo para defender los derechos de los demás, sino también, como bien decía el jefe de Gabinete, para saber lo que nunca se debe hacer con un arma. Eso es un gran cambio de paradigma”.

Las pruebas consistieron en la correcta implantación de los Puntos de Control Policiales, la puesta en práctica de modos de intervención policial frente a un caso de violencia de género, prácticas de inmovilización y esposamiento de personas y prácticas físicas de entrenamiento propias de los servidores, que incluyeron prácticas de tiro y análisis de casos de violencia de género.