El directorio del Tribunal de Cuentas se encamina a aprobar la designación de cinco secretarios y la ratificación de dos, por fuera de los empleados de planta permanente y desató la furia de la Asociación del Personal de Organismos de Control (APOC), que denunció violación del marco normativo vigente del organismo.
Los nuevos miembros Gustavo Diez, Ariel Pietronave y Juan Pablo Peredo votaron el 30 de mayo a favor de considerar la designación de empleados por fuera la estructura orgánica del Tribunal. En tanto, Daniel Chillo rechazó la propuesta y el titular del cuerpo, Eduardo Grinberg, se comprometió a analizar el pedido, según supo La Tecla.info
Por el pedido, la seccional bonaerense de APOC puso el grito en el cielo. Desde el sindicato, remarcan que la designación de los cargos implica “limitar en sus funciones” a dos secretarías e incorporar “cinco personas de la calle que no reunirían los requisitos exigidos para ocupar el puesto”.
“Esta Acta es la prueba más clara y contundente de la voluntad política de la mayoría del Cuerpo de eliminar la carrera histórica del Tribunal hasta la categoría 29 (cargo más alto)”, manifestó APOC en un comunicado y aclaró que no está claro “si esta intención seguirá bajando a otras categorías”.
Como parte de su rechazo, la organización sindical dirigió una carta a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal y le pidió que se abstuviera de firmar decretos de excepción “atentatorios de un decreto madre como lo es la Estructura Orgánico Funcional del Tribunal de Cuentas vigente desde el año 1994".
En la carta, se señala que “la ocupación de históricos cargos de carrera en manos de funcionarios políticamente afines a los nuevos titulares y ajenos al Tribunal, tiñe de parcialidad la tarea de la auditoría y su consecuente juicio de cuentas”.
Luego de varias asambleas, APOC inició una intensa campaña de visibilización de la medida y envió notas a la presidencia del Tribunal de Cuentas, a la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, a los titulares de los bloques políticos del Senado provincial, organizaciones no gubernamentales.
El pedido también llegó a la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OLAFECS), y a su equivalente mundial: The International Organisation of Supreme Audit Institutions (INTOSAI).
También se enviaron notas explicativas al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el fin de sumar presión para preservar “la elegibilidad del Tribunal”, que tuvo como principal pilar la independencia del ente respecto “de la política partidaria”.
Otra polémica
En mayo, el Tribunal de Cuentas oficializó una nueva estructura, en medio de puja de distintos sectores. El presidente Eduardo Grinberg firmó la resolución a partir de la cual se añaden y modifican las áreas internas, en muchas de las cuales no tendrá injerencia.
Dentro de los cambios aprobados se encuentra la nueva denominación de la Secretaría de Consultas y Dictámenes, que ahora pasará a llamarse Secretaría de Jurisprudencia, Doctrina y Consultas, que tendrá dependencia directa del directorio.
Entonces, Ariel Pietronave, Gustavo Diez y Juan Pablo Peredo –quienes ingresaron por acuerdos con la oposición al Ejecutivo- votaron a favor de la creación del área nueva, mientras que Grinberg se opuso y el massista Daniel Chillo se abstuvo.
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