5 de noviembre de 2025
INUNDADOS
Del tractorazo a la desesperación: el campo bonaerense ahogado por las lluvias
Las inundaciones y la ausencia de respuestas oficiales profundizan la crisis más grave de los últimos años en la región agropecuaria más importante del país.

Las fuertes lluvias de los últimos días sobre amplias áreas sembradas en la provincia de Buenos Aires agravaron una situación ya crítica. En distritos como Bolívar, Daireaux y Urdampilleta, los caminos rurales se encuentran completamente intransitables. “Ya no se puede pasar ni siquiera en tractor”, alertó la Sociedad Rural de Bolívar, tras registrar más de 200 milímetros de lluvia entre lunes y martes.
Según estimaciones de Carbap, la superficie afectada alcanza cerca de cinco millones de hectáreas. Semanas atrás, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires había advertido que 4,3 millones de hectáreas estaban comprometidas por el avance del agua, de las cuales unas 900.000 permanecían totalmente inundadas. “Antes el problema era hasta Las Flores, pero ahora de Las Flores hacia el mar todo está muy afectado”, explicaron desde la entidad.
A la reducción de la superficie ganadera se suman las dificultades para continuar con la siembra de soja y maíz, y los obstáculos para trasladar insumos o sacar la producción por caminos destruidos. En varios tramos rurales, el acceso a los campos quedó completamente cortado, paralizando la actividad agropecuaria.
Las precipitaciones más intensas se concentraron en el oeste bonaerense y el este pampeano, donde el agua cubre campos, rutas y localidades enteras. Gran parte del excedente hídrico desciende hacia los partidos de 9 de Julio y Carlos Casares, que ya están en situación crítica. El lento drenaje hacia el mar a través del río Salado agrava el panorama por la falta de obras de dragado.
Desde comienzos de octubre, la provincia atraviesa una de las peores crisis hídricas de los últimos años. Las inundaciones dejaron viviendas abandonadas, familias aisladas y protestas en aumento. El primer fin de semana del mes, productores y vecinos realizaron un “tractorazo” en el Día Nacional de los Caminos para exigir obras de mantenimiento y soluciones estructurales. Las manifestaciones se repitieron en distintos puntos del centro y noroeste bonaerense.
El ingeniero hidráulico Claudio Velasco advirtió que gran parte de los daños podrían haberse evitado con una planificación adecuada. “Existe un déficit histórico de infraestructura; hacen falta unos 9.600 millones de dólares solo para la cuenca del Salado”, señaló. La crisis, añadió, es el resultado de años de desinversión, sequías prolongadas y lluvias extraordinarias concentradas en pocos meses.
La emergencia se profundizó esta semana con una nueva tormenta que azotó el centro y sudoeste bonaerense, con ráfagas de más de 100 km/h, granizo y lluvias que superaron los 140 milímetros. El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, reconoció que “ha llovido más del doble de lo habitual en un año” y aseguró que la Provincia trabaja junto a los municipios para asistir a las familias afectadas. Sin embargo, en los caminos y campos bonaerenses, el agua sigue marcando el ritmo de la desesperación.