Fuera de Foco
27 de febrero de 2019
FITNESS
Agustina D'Andraia: "Lo importante es no frustrarse"
Desde el año 2013, es una de las influencer fit más importante del país. En dialogo con La Tecla, contó cómo logró cambiar su calidad de vida gracias a la buena alimentación y el entrenamiento
A través de su experiencia, la periodista Agustina D’Andraia brinda asesoramiento sobre cómo alimentarse sano y perder peso. En 2013 comenzó un proceso que la llevó a cambiar sus hábitos, bajar los kilos que tenía de más y convertirse en una influencer fit. Todos los días alienta en las redes sociales a más de 200.000 seguidores. La autora de Diario de una chica fit y Legalmente fit habló con La Tecla y contó de qué manera logró cumplir con sus objetivos corporales.
-En 2013, antes de un cumpleaños y por una foto, decidiste cambiar de hábitos. ¿Cómo empezaste el proceso?
-Cuando decidí bajar de peso, no tenía idea de que estaba empezando un cambio tan grande en mi vida. Cuando vi una foto mía, no me reconocía y no reflejaba cómo yo me sentía; entonces dije: “Voy a bajar la pancita”. Primero pedí un turno con una nutricionista; me dio una dieta, pero no me convencía, no estaba motivada. Por eso empecé a investigar; me compré libros y comencé a seguir en las redes sociales a gente que hacía recetas saludables y entrenamiento. Además empecé el gimnasio y me hice amigos que estaban en la misma situación que yo, algo que me sirvió para no abandonar.
-¿Cómo influyeron tus amigos y tu familia en el cambio?
-El entorno cumplió un rol fundamental, porque son los que me incentivaron. Mis padres, abuelos y pareja me alentaban y acompañaban en el proceso; fueron súper leales. Sin embargo, también tenía muchos amigos a los que no les gustaba, por ejemplo, que dejara de tomar alcohol o no comiera pizza a cualquier hora; les parecía que era una persona aburrida.
-¿Qué fue lo más complicado de renovar tu rutina?
-Lo más difícil fue no frustrarme ante los fracasos; cada vez que las cosas no salían como lo esperaba, trataba de no ponerme tan mal. Cuando me dormía para ir al gimnasio o en un cumpleaños comía de más, al otro día me levantaba y trataba de volver a la normalidad. Entendía que era parte del proceso, entonces trataba de no culparme y tranquilizarme.
-Odiabas el deporte, pero ahora sos parte de la “family fit”. ¿Qué disfrutás al entrenar?
-Siempre detesté educación física, los deportes en grupo y la competencia. Toda mi vida pensé que la pelea por ganar le quita la diversión a la actividad. Sin embargo disfruto bailar, hacer teatro y estar en movimiento; luchar contra mí misma. Hoy, lo que más me gusta es ir al gimnasio y que un profesor me dé ejercicios para combatir contra mi propio cuerpo; es algo que me conecta y ayuda a no rendirme.
-¿Es importante el ejercicio en forma diaria?
-No hay que estar de lunes a lunes haciendo ejercicio; sí hay que entender que el ser humano no tiene que estar todo el día tirado en el sillón. Los momentos de ocio son necesarios, pero hay que tener el cuerpo en movimiento, al menos, durante una hora cinco veces por semana. Todos los días, también es malo, porque no le das tiempo al cuerpo para que se recupere.
-Respecto de la comida, ¿siempre consumiste de todo?
-Sí, siempre fui de comer absolutamente de todo. Tuve que reeducarme, era muy ignorante con respecto a la alimentación; y ahora aprendí a armar un plato. No dejé de comer hamburguesas ni dulce de leche, sino que aprendí a disfrutar más del comer y a nutrirme. Por ejemplo, odiaba al brócoli y en la actualidad lo amo, porque encontré nuevas técnicas para cocinar.
-Te convertiste en un ícono sobre el tema. ¿Cómo surgió la idea de dar consejos a través de las redes?
-No tenía expectativas de ser una influencer. En mi cuenta de Instagram, sólo me seguían mis amigos y la familia. Además, al principio era yo quien buscaba las cuentas de otros países que brindaban los consejos sobre una vida saludable. De a poco me fui animando a compartir mis recetas, las rutinas de entrenamiento, y se empezó a viralizar sin que yo lo buscara.
-¿Los seguidores te comparten los logros?
-Todos los días recibo cientos de mensajes contándome de los avances, los miedos y las preguntas para no bajar los brazos. También me encuentro con casos increíbles; por ejemplo, una chica que nació con malformaciones en las manos y, sin embargo, hacía ejercicio; o un joven que era obeso y se propuso cambiar para mejorar la salud.
-¿Ser fit es un estilo de vida?
-Definitivamente, porque se trata de encontrar la mejor versión de uno y lograr sentirse bien con el cuerpo y la mente. No es sólo comer bien y hacer ejercicio, sino elegir cómo queremos ser.