Municipios
8 de octubre de 2018
CONTROVERSIAS
Yeza pegó el faltazo y envió a un secretario a la interpelación por los polémicos "chiringos"
El intendente se ausentó este lunes de la citación que le realizó el Concejo para responder sobre irregularidades en la fiscalización de puestos de bebidas. Detrás de ellos, se expuso presuntos lazos con funcionarios.
Citado por el Concejo Deliberante, el intendente municipal, Martín Yeza, envió este lunes a su secretario de Gobierno, Guillermo Benítez, a la interpelación por las irregularidades en la fiscalización de dos puestos de bebidas que comprometen a dos de sus funcionarios.
Como anticipó La Tecla, el intendente evaluaba desde el principio no asistir a la cita del Concejo Deliberante, donde la oposición le preparó una batería de preguntas. Por la causa hay una denuncia penal ya radicada en la Justicia de Pinamar.
La interpelación arrancó este mediodía y se extendió por casi dos horas. Los concejales de PROPIN, que llevaron el caso a la Fiscalía local, llevaron la voz cantante en las preguntas al funcionario municipal.
La sesión se desarrolló con mucho público. Desde la Presidencia llegaron a pedir en reiteradas oportunidades silencio bajo advertencia de abandonar el salón.
"Ambos emplazamientos no pueden ser vistos desde el sector de playa", afirmó Benítez, en uno de sus primeras intervenciones, pese a que los ediles remarcan que los dos chiringos estaban ubicados en el corredor de acceso a la playa.
Por qué se trató con tanta liviandad y se dejó funcionar por unos días más a ambos emprendimientos, una vez que se advirtió su funcionamiento irregular es uno de los principajes ejes que la oposición buscó dilucidar.
"La paralización de la actividad fue correcta", consideró Benítez. Admitió, asímismo, que el procedimiento tuvo inconsistencias. Reconoció que pudo haber habido un "obrar negligente", aunque defendió la no realización de un sumario. "Son empleados de carrera y se les exige mucho".
Conflicto
Ante la alerta de un vecino, tres concejales se acercaron a la playa de Cariló el 8 de febrero de este año. Les habían avisado que había dos chiringos –pequeños puestos de bebidas– funcionando sin habilitación. Los ediles lo comprobaron y realizaron una denuncia en el área de Fiscalización de la Municipalidad para que sean clausurados. Sin embargo, encontraron irregularidades que prolongaron el seguimiento del caso.
Los puestos se levantaron diez días después, aviso mediante de las autoridades municipales. Sin embargo, los vínculos que aparecen detrás de los emprendimientos generaron más preguntas y complicaron a dos funcionarios.
Separados por unos 500 metros, los chiringos estaban en inmediaciones de la pasarela de acceso a la playa de Carillo. Uno de ellos dentro del predio correspondiente al Hotel Puerto Pirata. El otro, en tanto, en espacio público frente al Hotel Marcín.
El caso mutó de un expediente netamente técnico a uno más complejo, cuando los concejales del bloque PROPIN, que hicieron la presentación, descubrieron que había lazos que comprometían a los responsables de esos chiringos con los funcionarios del área de Fiscalización de la Municipalidad.
Demiford S.A. es la sociedad que comercializaba el puesto de bebidas dentro del espacio del Hotel Puerto Pirata. Como apoderado de esa firma, apareció Marcelo Manrique, padre del entonces subsecretario de Fiscalización del Municipio, Sebastián Manrique.
Por otro lado, Matías Astrada asumió la responsabilidad por el otro chiringo, ubicado frente al Hotel Marcín. También se tiró del hilo en este caso. Se descubrió que Astrada había participado del cierre de campaña local de Cambiemos y de varias reuniones en la que estuvo presente, Pablo Bertozzi, director de fiscalización y, además, tío del jefe comunal.
Desde el principio, Benítez reconoció que hubo un error pero enfatizó que el municipio no cuenta con la cantidad de inspectores necesarios para la cantidad de kilómetros de playa a fiscalizar.
Dudas
"Lo arreglé con Manrique”, fue el comentario que recibieron los ediles cuando abordaron a la persona que atendía ese chiringo el 8 de febrero. En el otro, les dijeron que hacían política al consultar sobre las habilitaciones.
Por el chiringo frente al hotel Marcín, la multa se aplicó al responsable, Astrada, “en representación de Marcin S.R.L”, cuando ambos sujetos no aparecen relacionados. Un procedimiento que según el secretario de Gobierno, Guillermo Benítez, “no se adecuó a derecho”, de acuerdo a la denuncia presentada.