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Política Provincial
2 de septiembre de 2018
JUSTICIA
Otra caja de Pandora que altera los nervios
La investigación por la que fue esposado el exmagistrado César Melazo amenaza con convertirse en otra megacausa de alcances insospechados, como la que se inició con los cuadernos K
Así como el remisero Oscar Centeno anotaba, Javier Ronco, uno de los dete-nidos que tiene la causa por la que está preso el exjuez de Garantías César Melazo, grababa las conversaciones. Esas escuchas, en poder de la fiscal Betina Lacki, serían una de las principales llaves para abrir la nueva caja de Pandora en investigación judicial que comenzó con la detención de una supuesta banda de delincuentes comunes con vinculaciones en la Policía y la Justicia; pero no se sabe hasta dónde podría alcanzar en el plano político.
“Es un tema muy importante, explosivo, contundente, dramático por el hecho de las personas y las instituciones que esas personas representan”, asegura el Procurador General de la provincia de Buenos Aires. Para Julio Conte Grand, “si se va confirmando el material que recabó la fiscal, va a ser muy fuerte”. La bomba todavía no explotó del todo.
Conte Grand sigue de cerca las alternativas del caso conocido como “la banda del comisario” investigado por Lacki, que ya tuvo la comparecencia de Melazo ante la jueza de Garantías de La Plata, Florencia Gutiérrez. La causa, caratulada como “asociación ilícita”, tiene una docena de detenidos y, además, motivó el allanamiento al domicilio del exfiscal Tomás Morán. También quedó bajo la lupa el juez Martín Ordoqui (por ello la Suprema Corte pidió su licenciamiento por 90 días). Y según trascendidos, estarían involucrados además otro miembro de Casación y un juez penal al que apodan “El Gordo”.
El propio Procurador, quien ha oficiado como el principal vocero judicial hasta el momento, asegura que “se indica a César Melazo como el líder de esta asociación ilícita”, por “una serie de ilícitos vinculados al armado de causas, extorsión, obtención de dinero a cambio de favores o beneficios dentro de procesos penales y demás”.
Sobre las relaciones políticas, Conte Grand apela a la cautela. “Es bastante notorio que había una vinculación entre Melazo y algunos sectores de la política, pero esto no significa que estén involucrados en la causa, por el momento”, afirma el jefe de los fiscales. De todos modos, en algunos audios filtrados en las últimas horas, a partir de la inclinación de Ronco por dejar registros grabados, aparecen nombres que bien podrían estar emparentados con la política nacional durante el gobierno kirchnerista.
Por caso, se sospecha que en una de las grabaciones se habla de secuestrar a un familiar de Daniel Muñoz, ex secretario privado de Néstor Kirchner y uno de los involucrados en la causa federal de los cuadernos de Centeno que investigan el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadío.
En los audios de Ronco, donde él habla con Rubén “El Tucumano” Herrera, otro de los detenidos (y quien da los detalles del dinero que posee Muñoz), se menciona, además, a un tal Aníbal Fernández. Deberá determinar la investigación judicial si se trata del ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández o es otra persona. También los apellidos de algunos nombres de pila que aparecen en la charla entre los dos imputados.
Durante la campaña electoral de 2015, Melazo, quien siempre se definió como peronista, se mostró partidario de la candidatura de Aníbal Fernández. Y a sus fiestas de cumpleaños concurrieron no sólo personas vinculadas al ámbito de la justicia, sino también de la policía y del poder político de turno. Por caso, en su celebración número 51 posteó fotos con Alberto Pérez y Ricardo Casal, ministros de Daniel Scioli.
“En 2003 pedí el juicio político al juez Melazo por proteger a los desarmaderos truchos. La burocracia política platense decidió defenderlo y dejar que siguiera haciendo daño. El encarcelamiento confirma que no nos equivocamos”, escribió Felipe Solá en su cuenta de Twitter unas horas después de la detención del exmagistrado. En aquellos años gobernaba la ciudad Julio Alak. Pero durante la intendencia de Pablo Bruera, el exjuez también tuvo buenos vínculos en la municipalidad platense.
Durante el perído en que fue Gobernador, Solá y su ministro de Seguridad, Carlos Arslanián, tuvieron una mala relación con Melazo. Arslanián llegó a La Plata con la premisa de desbaratar los robos de autos tras el asesinato de Axel Blumberg, y emprendió una dura lucha contra los desarmaderos. Desde allí que siempre tuvo en el radar ciertas actuaciones del ahora detenido, y de quien sospechaba que protegía a piratas del asfalto. Por eso, aquella denuncia del mandatario que nunca prosperó, aunque años más tarde Melazo decidió renunciar porque un jury iniciado en su contra amenazaba con correrlo del Poder Judicial del peor modo.