Juan Manuel Lugones y su dirección frente a la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APREVIDE) sumaron otra mancha al extenso prontuario. Es que, a los incidentes con Pablo “Bebote” Alvarez, reconocido barra brava de Independiente a los pocos días de asumir y a una denuncia de abuso de autoridad y apremio ilegal por la detención de un hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata, se sumó otra polémica decisión.
En la tarde del domingo, Sarmiento de Junín disputó el primer partido de las semifinales de la B Nacional para quedarse con el segundo ascenso a la Súper Liga. Como en cada encuentro que el Verde juega en su estadio, bautizado “Eva Perón”, un sector de la ingresada lleva banderas con la imagen de la abanderada de los humildes. No es nada nuevo, incluso la institución fue afiliada a la Asociación del Fútbol Argentino por Juan Duarte, hermano de Eva.
Sin embargo, los funcionarios de la APREVIDE decidieron que las banderas con el rostro de Evita no ingresen al estadio que lleva su nombre por considerar que hacían alusión a la política partidaria.
El accionar autoritario del equipo de Lugones fue denunciado por los mismos simpatizantes de Sarmiento de Junín a través de las redes sociales.
No es la primera vez que la APREVIDE del ex hombre de Margarita Stolbizer toma este tipo de decisiones arbitrarias. Hace algunas semanas ya, prohibió a Estudiantes de La Plata el ingreso con cualquier ropa o bandera que tenga el número 7. Hasta llegaron a secuestrar remeras de jugadores con las que ingresaban los hinchas.
Lejos de acusar un mensaje político, la medida fue festejada y respaldada por Lugones por considerar un mensaje de violencia de parte de los fanáticos Pinchas contra su rival, GELP.
Así, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte vuelve a dar un mensaje insólito y polémico en los estadios bonaerenses.
