El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, logró la reducción de los salarios que percibían los cobradores municipales y ganó así recursos por veinte millones de pesos que destinará a la construcción de un jardín de infantes, según se anunció. La medida fue aprobada por el Concejo Deliberante por mayoría y contó con un tibio acompañamiento del sindicato municipal. Desde el oficialismo explicaron que este sector de los empleados tenía salarios equivalentes “al doble de lo que cobra un secretario”.
Según se informó, percibían sueldos de entre 80 mil y 120 mil pesos, y a partir de ahora rondarían los 20 mil, cuando el jefe comunal alcanza los 70 mil. La función había sido creada durante la etapa de Manuel Quindimil.
Los cobradores ya no reparten las boletas casa por casa. Ahora distribuyen constancias de notificación, relevamientos parcelarios de comercios e industrias, notificaciones a morosos y realizan seguimiento de planes de pagos.
“El rol del cobrador como función no existe desde hace tiempo y no existe en ningún Municipio excepto en Lanús en donde no tiene un rol definido. Es un sector que gana el doble de lo que gana un Secretario” explicó el secretario de Seguridad, Darío Kravetz, a Diario Conurbano.
Kravetz anticipó que, de esta manera, el Municipio se ahorrará unos 20 millones de pesos, cuyo destino será la construcción de un jardín de infantes.
Paula Pedelhez, secretaria gremial del sindicato, rescató el acuerdo al que se llegó con el municipio con respecto a la quita, aunque puso objeciones. “Tienen un buen sueldo en comparación a otros trabajadores” reconoció pero consignó que “los perjudica muchísimo porque les baja mucho el sueldo a pesar de que se trató de llegar a un acuerdo”.
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