El paso de la gobernadora por tierra kirchnerista, con una salida precipitada

La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, visitó hoy la planta potabilizadora que la empresa Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) posee en el partido de Ensenada.

Acompañada por el presidente de la entidad, Raffaele Sardella, y el intendente platense, Julio Garro, aunque con la notoria ausencia del jefe comunal local, el kirchnerista Mario Secco, Vidal supervisó las obras de mantenimiento que se extenderán por 24 meses, para ampliar la capacidad y mejorar el servicio de la estación que provee a los partidos de Ensenada, Berisso y La Plata.

"Es muy importante la visita de la gobernadora, para que vea que está en marcha lo que ella propuso. En este momento se están construyendo equipos electromecánicos que van a permitir aumentar un cincuenta por ciento la producción que tenía, de forma sostenida y sustentable. Esta planta tenía un abandono de 30 o 40 años y nunca se le había hecho mantenimiento", sostuvo Sardella.

La visita no salió como esperaban. Según trascendió, afuera la estaban esperando un grupo de vecinos y trabajadores del ARS y la UOCRA en busca de "una respuesta ante la crítica situación laboral que están pasando", por lo que la salida fue precipitada.