Por cuarto domingo consecutivo, un distrito peronista le hace piquete a Dietrich

Por cuarto domingo consecutivo, vecinos de la localidad bonaerense de Saavedra pararon el tren durante 20 minutos para reclamar que vuelva a detenerse en la estación local. La protesta fue llevada a cabo por un grupo de vecinos, y varias autoridades, entre las que estuvo la delegada municipal Marta Pacheco, y los concejales Luis Gribaldo y Alfredo Berardo.

La localidad no cuenta con este servicio desde hace nueve meses, cuando dejó de operar la empresa estatal Ferrobaires. Sin embargo, se espera que en los próximos días, el intendente Corvatta pueda reunirse con el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, para avanzar en alguna solución a la problemática.

Asimismo, están tramitando junto con varias localidades que sufren el mismo problema una reunión con funcionarios bonaerenses. “En ese aspecto, la Provincia tiene la mejor buena voluntad”, afirmó Corvatta a este medio, quien se mostró esperanzado con las gestiones.

“Saavedra es una localidad netamente ferroviaria. Cuando nos encontramos con que el tren no se iba a detener en nuestra localidad, después de muchas gestiones ante el gobierno nacional y con algunas promesas que no se cumplieron por parte de la entidad correspondiente, la gente tomó la decisión de protestar pacíficamente, haciendo detener al tren de pasajeros durante algunos minutos”, desarrolló.

Cabe destacar que tras el traspaso de Ferrobaires a la órbita nacional, el principal funcionario apuntado por el retraso en la vuelta del tren de pasajeros es el ministro de Transporte nacional, Guillermo Dietrich.

En ese sentido, promesas incumplidas en el retorno del servicio incrementaron la bronca de los usuarios. El caso más emblemático alberga a Chascomús y Mar del Plata. Desde mediados del año pasado, su cartera había anunciado que el servicio se reestablecería para antes de la temporada 2016/2017, pero el tren nunca llegó.

Esta situación ya ocasionó marchas hacia la sede del ministerio del Interior organizadas por diversas ONG que pujan por su vuelta. Incluso, con frecuencia, estas organizaciones llevan adelante asambleas. Su principal queja es la falta de explicaciones cara a cara.