Fuera de Foco
19 de noviembre de 2016
SEXUALIDAD
Una noche distinta y hot: juegos eróticos con hielo
Si quieres volver loco a tu pareja con una noche hot, el hielo es la herramienta perfecta para lograrlo. La contraposición del frío y el calor hará que disfruten y recuperen la pasión.
Imaginen las sensaciones que puede ocasionar el contraste del fresco del hielo con la piel cálida fruto de la excitación y la pasión en los encuentros íntimos.
Antes de empezar a usar el hielo en la cama debes preparar el lugar en el que transcurrirán los juegos previos. Para disfrutar la experiencia al máximo y no terminar con un resfrío importante, se aconseja que la temperatura de la habitación sea más bien templada o cálida y cubrir la cama con grandes toallas para evitar que, cuando el hielo se deshaga, queden muy mojadas. Asimismo, nada mejor que ambientar el lugar con una luz tenue que invite a la intimidad de ambos.
Si desean que los juegos eróticos con hielo sean duraderos, lo mejor es llevar un recipiente lleno de cubitos de hielo para ir renovándolos cada vez que el anterior se deshaga. Para comenzar, unos deliciosos besos fríos introduciendo un cubito de hielo en tu boca durante unos segundos para que tus labios queden bien húmedos. Luego, tiernos besos y leves lamidas recorriendo su cuello y ve ascendiendo hasta encontrar su boca. Cuando notes que la pasión está encendida, agarra otro hielo y juega con él pasándolo con la boca a tu pareja. Estos besos fríos les provocará más de un escalofrío y será la antesala ideal para lo que vendrá después.
Paso siguiente, tomar un cubito de hielo nuevo y usarlo para recorrer todo el cuerpo de la pareja poco a poco. Puedes hacer que se tumbe bocabajo e ir pasando el hielo por la piel de su espalda descendiendo hasta llegar a los muslos.
Luego, pedile que se de la vuelta para hacer lo mismo deslizando el cubito por zonas como el pecho, los pezones que se endurecerán al instante, el abdomen, las caderas y detente antes de llegar a su zona íntima. Un secreto para incrementar la excitación: realizar todos estos movimientos seguidos por tu lengua; los cambios de temperatura le harán arder de placer.
Algo para tener en cuenta es que no a todos les resulta agradable sentir el frío extremo en su zona íntima, por lo que lo mejor será que en lugar de aplicar directamente el hielo sobre la piel, lo deshagas antes con la boca o acariciando su cuerpo. Cuando tu boca esté bien fría, ve pasando tus labios suavemente por los genitales y combinalo con ligeras caricias con tu lengua. Así, convertirás el hielo en tu gran aliado para un sexo oral irrepetible.