Fuera de Foco
20 de enero de 2016
EROTISMO
Sexo real vs Sexo porno
A simple vista, en las películas XXX todo parece perfecto y seductor pero no todo lo que vemos en el mundo de la pornografía es tal cual. Aquí, algunas diferencias entre el sexo real y el porno
El mundo de la pornografía puede estar lleno de exageraciones en los cuerpos, en las sensaciones y en general en cómo ocurren algunos encuentros sexuales. Todo parece perfecto, sensual y atrayente, aunque el sexo real dista mucho de ser lo que se muestran en ese tipo de videos y películas.
Hace unos años, la empresaria y publicista británica Cindy Gallop creó el sitio MakeLoveNotPorn.tv (“haz el amor no el porno”) para desmitificar el sexo en el “mundo real” en cuanto a su relación con la pornografía. Y es que, aunque el porno pueda ser divertido e incluso fascinante, lo que vemos en pantalla no guarda relación con lo que ocurre en la vida –no siempre y no todo el tiempo.
He aquí algunas de las distinciones favoritas acerca de lo que diferencia al sexo real (con énfasis en sus versiones heteronormativas, sin embargo, es decir, hombre y mujer) con respecto al porno:
1. En el porno los orgasmos femeninos llegan fácil y constantemente en cualquier posición, como un botón de encendido/apagado. El clítoris se estimula como si fuera irrompible. En el mundo real algunas mujeres pueden llegar al orgasmo sin estimulación en el clítoris, pero muchas necesitan algún tipo de estimulación directa, ya sea a través de los dedos, boca o utilizando algún juguete sexual. El orgasmo, a pesar de esto, no es un fin en sí mismo.
2. En el porno todas las mujeres aman el anal. En el mundo real algunas mujeres disfrutan el anal y otras no. El ano es una zona sumamente sensible tanto en hombres como mujeres que puede proveer una gran cantidad de placer si existe una correcta estimulación y lubricación.
3. En el porno parece que la única zona de contacto entre los cuerpos es la zona genital. Tener sexo se reduce a la penetración en una variedad de posiciones donde predomina el ángulo de la cámara para enfocar el viejo metesaca correctamente. En el mundo real no suelen haber cámaras ni equipos de iluminación cuando la gente tiene sexo. El contacto piel-a-piel es sumamente placentero en sí mismo. El sexo real no es un espectáculo para un espectador ausente, sino un evento que ocurre entre cuerpos que interactúan.
4. En el porno el actor llega y ataca directamente los genitales de la mujer. Un ligero contacto es suficiente para que ella esté mojada y lista para ser penetrada. En el mundo real la excitación femenina (la cual posibilita la lubricación natural y una penetración placentera) se consigue estimulando muchas zonas erógenas de la mujer antes de llegar a la vagina. Porque una gran cantidad de excitación se produce gracias a los besos, ausentes en el porno.