Política Provincial
22 de septiembre de 2015
En Quilmes, UNA no se baja
Tras los posibles enroques y bajas de candidatos en el Conurbano, el postulante a intendente del Frente Renovador, Walter Queijeiro, confirmó que no se baja y mandó a la "escuela primaria" a los que plantaron esa posibilidad. Además, dijo que la foto entre "el Barba" y Aníbal "es un simulacro de que está todo bien cuando está todo mal"
La Tecla consultó al candidato de UNA por la intendencia de Quilmes, Walter Queijeiro y le consultó sobre si bajaba su lista por medio del supuesto acuerdo entre el FR y el PRO en el Conurbano. Además, se refirió a la foto entre Aníbal Fernández y Quilmes.
-¿Vas bajar tu candidatura?
-El que piensa ese le recomiendo que vaya a quinto grado de la primaria. Son inviables, para eso están las PASO. En Quilmes sacamos un estadio Monumental entero de votos, estamos muy cerca de ganar y poder empujar a Sergio Massa al balotaje. Me preocupa que estas versiones salgan de la política porque son inviables desde lo legal y lo lógico. No tienen argumentos para hacerlo.
- ¿Qué hay de cierto del acuerdo UNA-FpV que plantea el PRO?
- Todos los días una historia nueva, y los que las inventan son los que viven hace 40 años de la política y piensan historias en lugar de laburar. Y el tiempo no le termina dando la razón. Mientras nosotros pensamos propuestas y se las contamos a la gente, María Eugenia Vidal nos cuenta que se encontró con Pedro, vendiendo facturas en el tren, mientras nosotros presentamos propuestas, ellos nos cuentan historias del Conurbano bonaerense que ya sabemos, que los que vivimos ahí ya lo sabemos.
-¿Qué lectura hacés de la foto de Gutiérrez con Aníbal?
- Todo puede pasar en Quilmes con el Barba Gutiérrez, la foto es un fiel reflejo de que el Frente Renovador tiene que ser la convocatoria para los peronistas que ven que Gutiérrez no es una alternativa de gestión y me parece que el FR los puede representar. Hay mucha incoherencia histórica en esa foto. Esta es una alianza transitoria, se rompe este 26 de octubre cuando terminan de contar los votos. Es un simulacro de que está todo bien cuando está todo mal.