Política Provincial
30 de septiembre de 2014
KARINA RABOLINI
Estamos aprendiendo a ser abuelos
La primera dama bonaerense acepta, distendida, una charla que recorre la carrera electoral de su marido, la figura de la Presidenta, la gestión provincial, la posibilidad de una candidatura, las actividades de la fundación que preside y hasta su nuevo rol de abuela
La cita es en el lujoso jardín del Four Season Hotel, ubicado en plena Recoleta. Primero, las fotos; luego, la entrevista. Karina Rabolini se muestra firme pero, a la vez, amable y simpática, y maneja la situación a su antojo. Dice que le gustaría que Scioli, su “dueño” (según ella misma indica) sea Presidente, pero no se anima a darlo por seguro. No deja tema por tocar, aunque en algunos se siente más segura que en otros. Asegura que la pone muy triste pensar en el cercano final de su
gestión al frente de la fundación Banco Provincia, y destaca que los dirigentes elegidos por un partido no tendrían que pasarse a otro antes de la venidera elección. Rabolini y La Tecla, mano a mano.
-Tu figura es muy medida electoralmente. Siempre se habla de encuestas y de posibles candidaturas…
-No sé si es tan así.
-¿No te pasaron ninguna encuesta?
-No. Ni tampoco nunca me han propuesto ser candidata. Es más lo que preguntan si voy a ser o no candidata que lo que en realidad sucede. Hasta ahora no tuve ninguna propuesta (Risas).
-Hace un tiempo, consultada particularmente por una candidatura, dijiste que ibas a hacer lo que Scioli quisiera.
-Sí, pero en general. No hablé particularmente de una candidatura. Yo voy a hacer siempre lo que Daniel me pida que haga.
-Eso incluye una candidatura…
-Nunca me lo pidió.
-Hasta ahora, nunca…
-Y tampoco creo que me lo pida. Sí me encantaría, como sucedió con la fundación, acompañarlo desde algún lugar social, que es realmente lo que me gusta hacer.
-Siendo Scioli el Presidente.
-Sí.
-¿Scioli va a ser Presidente? ¿No tenés ninguna duda?
-No tengo ninguna duda de que me gustaría que Daniel fuera Presidente. Después, obviamente, forma parte de un espacio político y depende de la decisión del pueblo argentino.
-Con respecto a una posible candidatura tuya, siempre se hace hincapié en la buena recepción que tenés en los lugares a los que vas. Sos una persona conocida, tenés buena imagen.
-Gracias.
-Eso es lo que dicen las mediciones.
-Dejalas ahí (Risas).
-¿Sentís eso, que la gente te conoce, que te recibe bien?
-Más allá de mi persona, es muy fácil ser bien recibido cundo vos vas con una fundación a ayudar y colaborar. Cualquiera que lo haga va a ser bien recibido.
-¿Eso sucede en todos los municipios, los oficialistas y los opositores?
-Sí, claro. En momentos muy sensibles de campaña política siempre recorrimos todos los municipios, sin distinción de colores partidarios ni de tamaños. Daniel fue muy claro en cuanto a eso. Y se puede decir que es un gran mérito de él, que tiene diálogo con todo el mundo y es respetuoso y amplio en cuanto a la diversidad de opiniones.
-En esta oportunidad, con la campaña encima, ¿el Gobernador te pidió alguna actividad en particular?
-Cuando asumí, seis años atrás, lo primero que me dijo fue que la fundación estaba para ayudar, y que no hiciéramos ningún tipo de discriminación, de color político ni de nada. Ahora estamos yendo a otras provincias, pero no por la campaña, sino por el trabajo en conjunto con otras fundaciones.
-¿Cómo es la relación con Scioli en lo que respecta a lo laboral?
-¿En lo laboral? Es mi dueño (Risas).
-¿Tu dueño afectivo y tu dueño en cuanto al trabajo?
-Todo. Yo hago lo que Daniel me diga.
-¿Y si te pide ser candidata a Gobernadora, qué le decís?
-M reiría mucho (Risas). Jamás Daniel me pediría una cosa así.
-¿No te sentís capacitada?
-De ninguna manera.
-¿En otra función sí aceptarías?
-Si no es desde lo social, no. No necesito un cargo público para desarrollar mi actividad social.
-¿Cómo llevás el tema de las críticas hacia Scioli? No las constructivas, sino las otras.
-¿Vos conoces alguna crítica constructiva? (Risas). Me molestan mucho las críticas, sabelo.
-¿Hacia Scioli o hacia vos?
-Todas me molestan, porque uno ya es muy crítico de uno, y muchas de las críticas que te hacen, algunas son justas, algunas verdades, y muchas las sabe uno mismo; por eso me molesta.
-¿Y cuál es tu reacción ante eso? Bronca, angustia, salir a contestar...
-No, es muy difícil que salga a contestar. No salgo a contestar, nada; por ahí dejo de leer los diarios por unos días.
-¿Hay alguna crítica en particular que te irrite o enoje más?
-Me enojan mucho las que son juegos políticos, y que son cosas sacadas de contexto, o que sabés que la persona entiende que lo que dice está equivocado.
-Cuando el que critica miente.
-Claro, me cuesta respetar esas críticas. Esa es la palabra.
-¿Considerás que hay mucha mentira en la oposición?
-Creo que en el juego político se pasan ciertos márgenes que no se deberían pasar, porque se deja muchas veces de lado el respeto, se deja de lado una cierta conducta; y de alguna manera, las personas que tienen cierta responsabilidad tienen que ser ejemplo.
-Uno escucha a los massistas y la gestión de Scioli ha sido la peor de la historia, y para los sciolistas ha sido la mejor. ¿Es sólo un juego político?
-Creo que tiene mucho de juego político, porque cuando empezás a ver los números y tenés índices muy completos, el hecho de que haya bajado la tasa de mortalidad infantil no es menor, es reflejo de un montón de cosas.
-¿Que es lo peor y lo mejor de la administración Scioli?
-Lo mejor te diría que es el gran esfuerzo que se está haciendo, cómo asumen las responsabilidades y cómo se trabaja en equipo. Y lo peor te diría que es lo difícil que resulta comunicar las acciones, o lo que se ha hecho en la Provincia.
-¿Qué cosas, por ejemplo?
-La ruta 6, por ejemplo, que era una demanda de hace 25 años. Si no pasás, ni te enterás que existe. O el puerto de La Plata, que va a ser uno de los puertos más importantes y va a descomprimir toda Capital Federal. Si no estás en el tema, no te enterás que la obra es importantísima. Lo mismo te podría decir del Hospital Balestrini o del Museo de Arte de Mar del Plata. Creo que lo peor es que no se ha podido comunicar. También pasa con las UPA 24, que es extraordinario cómo han logrado descomprimir al hospital. También antes era muy complicado reclutar gente para la Policía; descentralizar las escuelas y que los policías no tengan que irse de la casa y que puedan quedarse trabajando, ayudó muchísimo. Va a haber una camada bien preparada de policías. El desendeudamiento que ha tenido la Provincia fue muy importante, también, porque la deuda que tenía la Provincia se redujo a la mitad. Sin embargo se habla de una Provincia complicada. Insisto: lo peor ha sido la comunicación.
