Municipios
4 de julio de 2014
JUAN CARLOS BARTOLETTI
"Nunca más vuelvo a ser intendente"
Dejó la comuna de General Viamonte, donde ganó cuatro elecciones. Las razones que llevaron a dimitir a este hombre que deposita grandes esperanzas en su sucesor y para quien “Néstor fue único”
Ya más relajado, el ahora ex jefe comunal de General Viamonte dialogó con La Tecla sobre varios temas. Con la voz ronca que lo caracteriza, Juan Carlos Bartoletti dio algunos detalles de su renuncia, y además contó cómo quedó el distrito, anécdotas con el ex Presidente Néstor Kirchner y más.
-¿Por qué tomó la decisión de dejar la intendencia?
-Es simple la respuesta, fue exclusivamente por un tema de salud. Tengo algunos problemas clínicos y ya no me siento tan fuerte como antes. No me siento bien y se me complica llevar adelante una gestión municipal.
-¿Cómo fue el día que tomó la decisión?
-No fue de un día para el otro. Ya lo ve-nía pensando. Vengo madurando esto des-de el día en que dejé la presidencia del PJ.
-¿Qué recuerda del primer día como intendente?
-Mirá, fue raro. Yo no tenía pensado ser intendente, pero como siempre fui peronista, me ofrecieron el cargo. Y después de negarme en varias oportunidades, accedí.
-¿Y se imaginó estar tantos años al frente del distrito?
-La verdad que no. Nunca creí que iba a estar tantos años como intendente, pero, bueno, las cosas se fueron dando y me quedé.
-¿Y cómo se va? ¿Siente que le faltó hacer algo?
-Me voy conforme y tranquilo con lo que hice; se pudieron hacer muchas cosas más, seguro. El que te dice que hizo todo lo que se propuso, te está mintiendo; siempre van a faltar cosas, pero lo importante es hacer lo que realmente se necesita.
-¿Cuál es la obra que más recuerda?
-Y, hay muchas. Te puedo decir que las obras que no se ven son las más importantes, ésas que le cambian la vida a la gente. El agua potable, las cloacas y el asfalto. Andá a preguntarle a cualquier vecino qué es lo primero que quiere, seguramente te pida esas tres cosas.
-Estuvo cuatro períodos como intendente, ¿cómo fue la relación con los gobernadores de turno?
-Siempre fue buena con todos. Ruckauf, Duhalde, Solá y Scioli siempre fueron abiertos a nuestros pedidos. Algunos más y otros menos, pero, bueno, la política es así. Cada uno tenía una impronta diferente.
-¿Y con los presidentes cómo era el trato?
-Coincidí con Carlos Menem y con los presidentes de transición, esos que estuvieron desde el ´99 al 2003. Por suerte después llegó Néstor Kirchner y todo cambió.
-¿Tenía relación fluida con Kirchner?
-Sí. Me decía “Bartolo”, porque para él era muy largo mi apellido. Era una persona muy especial y nunca hizo diferencia con nadie. Néstor era único.
-¿Recuerda alguna anécdota?
-Sí. Una vez me quedé en Olivos charlando después de una reunión y me llevó a recorrer la residencia. Caminamos por el parque y otros lugares, hasta que llegamos a un sector donde había máquinas para ha-cer ejercicios. Me mira y me dice: “Mirá que yo no compré esto, eh; esto lo dejó El turco. Qué ganas de gastar plata al pedo...”. Me reí y le pregunté si usaba algo. “Sólo un poco la bici”, me respondió.
-Algunos dicen que con Cristina Fernández es distinto el trato, ¿es así?
-No hay nadie en el mundo que sea igual a otro. A ella la conozco solamente por protocolo, no como lo conocí a Néstor.
-Se dice que es muy difícil hacer amigos en la política, ¿usted tiene alguno?
-Sí. Florencio Randazzo es un amigo. Tengo afinidad y ha quedado una amistad bastante profunda desde el momento en que él era ministro de Gobierno de la Provincia.
-Usted tenía su equipo, ¿pretende que se respete a los que están o aceptaría que el nuevo intendente colocara a su gente?
-Si él quiere hacer algún cambio, está en todo su derecho. Ahora el jefe comunal es él, y yo no pienso interceder.
-¿Cómo queda el municipio?
-Muy bien. Desde el 2003 hasta ahora siempre hemos cerrado el ejercicio con superávit. Jamás le tuvimos que ir a pedir a Scioli adelanto de coparticipación para pagar sueldos. Queda una municipalidad bien estructurada.
-¿Qué piensa hacer de ahora en más? Su mujer quiere que la acompañe en el Senado…
-Lo primero que quiero hacer es descansar, pero si ella me pide que la ayude en el Senado, lo haré con mucho gusto.
-¿Está seguro de la decisión que tomó?
-Sí, absolutamente. Nunca más voy a tomar la responsabilidad de manejar un cargo gubernamental. Esto se terminó para mí.