Argentina
Jueves, 25 abril 2024
REMES LENICOV
16 de febrero de 2014

"Hay que sincerar la realidad"

El ex ministro de Economía nacional, Jorge Luis Remes Lenicov, dialogó con Desafío Económico y dio su opinión sobre la realidad financiera por la que está atravesando el país. Plantea llevar a cabo un plan que integre lo monetario, fiscal y cambiario y que el Gobierno reconozca los problemas que están aconteciendo

Alejado de la posibilidad de volver al ministerio de Economía nacional, Jorge Remes Lenicov atendió y dialogó con Desafío Económico con la amabilidad que lo caracteriza. Su mirada de la economía nacional y una recomendación a la presidenta Cristina Fernández: “Que haga un sinceramiento de la realidad”.

-¿Cómo evalúa la estrategia del Gobierno en la actualidad?
-Creo que la estrategia está equivocada desde que asumió Cristina en la presidencia. En 2008 hubo un cambio de estrategia económica, que se concentró casi exclusivamente en el consumo, dejando de lado las exportaciones, las inversiones y utilizó al tipo de cambio y las tarifas para contener el proceso inflacionario. Y lo que nos está pasando desde fines de 2011 es que la economía argentina entró en recesión, con muy bajo crecimiento y una inflación cada vez mayor, producto de ese cambio de estrategia y de la orientación de la política económica.

-¿Observa un cambio en el modelo de Néstor Kirchner cuando asumió en 2003, en comparación con el de Cristina de 2007?
-Absolutamente. Pero el modelo empezó en 2002. Néstor Kirchner, cuando asume, continúa el modelo y la economía estaba creciendo al 7% y la inflación era del 3% anual. Y Cristina, sin anuncio previo, modificó ese modelo y ahora estamos pagando las consecuencias. Recordemos que hasta no hace tantos años, se hablaba de las bondades de los superávit gemelos y del tipo de cambio competitivo. Y todo eso se dejó de lado y se incentiva sólo el consumo a través del gasto público y, en parte, a través del gasto privado.

-¿Se entiende la estrategia?
-Sí, la estrategia se entiende, pero es equivocada. Es por eso que ningún país en el mundo sigue una estrategia parecida. No es algo novedoso. Cada tanto, y sobre todo en América latina, se han llevado adelante políticas a corto plazo que tienen un tono demagógico. Pero que rápidamente se chocan con la realidad y hay que cambiar, y el Gobierno ha decidido por lo que está haciendo no cambiar sino insistir en más de lo mismo.

-¿Qué piensa de la medida para comprar dólares para atesoramiento?
-Yo creo que el Gobierno, por primera vez, reconoció que había retraso cambiario producido por el propio Gobierno a partir de 2008 para controlar la inflación, por lo cual está devaluando la moneda y en el último año alcanzó al 60%. Lo segundo es que para que la devaluación sea exitosa, el traslado a precios debe ser bajo y se debe mantener el tipo de cambio real. En esto yo tengo dudas, porque cuando uno modifica la política cambiaria, también debe modificar la política fiscal, monetaria y de ingresos. Caso contrario, repercute directamente en precios y en los salarios reales, pero no modifica el escenario. Me parece a mí que lo que está faltando es que el equipo económico explique qué es lo que quiere hacer, a dónde quiere llegar y que adecue a estas nuevas medidas cambiarias, la política fiscal y la política monetaria.

-¿Se podría dar un estancamiento de la economía y suba de la inflación?
-Sí, efectivamente. Si no hay acompañamiento de la política fiscal y monetaria, lo más probable es que aumente la inflación y la economía se estanque.

-Entonces, ¿es clara la política del Gobierno en relación a lo monetario, fiscal, cambiario y de ingresos, o son parches?
-Yo diría que es esto último, porque no hay un programa integral. Esto significa hablar de política monetaria, hablar de política fiscal, de política de ingresos y de política cambiaria y todo eso coordinado. Porque si uno habla o aplica solamente, como en este caso, políticas cambiarias y el resto queda todo igual, el efecto es contraproducente. Porque aumentan los precios, el tipo de cambio vuelve a perder competitividad y en el resto no hay ninguna modificación.

-¿Qué se puede hacer para bajar la inflación o reducir su impacto?
-Se combate con un programa que tenga en cuenta el déficit fiscal, la actividad monetaria y la política de ingresos, sino, no hay combate de la inflación. Lo que ha venido haciendo el Gobierno desde controles de precios y precios vigilados, no ha dado resultados. Porque desde hace varios años atrás, año que pasa, año que aumenta la inflación. Pero es producto de un error de concepción de la política económica, y no por una sola medida, más allá de que las últimas devaluaciones van a impactar en los precios, obviamente. Acá hay un problema de fondo, más estratégico. Si usted ve en los últimos 6 o 7 años el comportamiento de la inflación, es una escalada.

-¿Qué hay que hacer para que las reservas dejen de caer? El desdoblamiento cambiario es una posibilidad…
-Antes del desdoblamiento se necesita un sinceramiento de la realidad, que el Gobierno reconozca la inflación y los problemas que tenemos. Lo segundo, se necesita un plan integral en relación a la política cambiaria, fiscal y de ingresos. En el mientras tanto, uno puede desdoblar el mercado de cambio para perder menos reservas. Pero el desdoblamiento del mercado de cambio que ordena un poco la situación, no alcanza por sí solo para modificar el conjunto de la situación económica. Es necesario acompañar el sinceramiento de la realidad con un plan integral.

-¿La falta de divisas sigue siendo el principal problema de la economía?
-Sí. Es uno de los principales problemas. Pensar si puede haber un cambio de estrategia es más difícil, porque muchos, entre los que me incluyo, desconocen cuál es la estrategia del Gobierno. El Ministro cuando asumió nunca dijo qué era lo que iba a hacer y a dónde se proponía llegar. Entonces, cómo evaluar cómo serán los próximos meses, a mí me excede. Lo que uno tiene en claro es que si siguen así, la inflación va a ser superior y el ajuste en la economía será más grande. Si la economía no crece, es parte del ajuste.

-Últimamente se dieron a conocer distintas medidas de restricciones por parte de la AFIP, ¿pueden generar un cambio positivo?
-No. Esas son pequeñas monedas en función de cómo se maneja la economía argentina. Yo creo que no tienen ningún sentido. Y, por otra parte, corta la libertad. Eso de poner límites a ciertas compras, me parece absolutamente ridículo. Por eso es que yo planteo en algún momento el desdoblamiento: que sinceren la realidad y que sea libre, que uno pueda comprar los dólares que quiera, viajar, etc.

-El gasto público producto de los subsidios otorgados a las empresas es otro problema en el país, ¿cree que hay que poner en práctica la sintonía fina y producir una redistribución de los subsidios?
-La política de subsidios ha sido un gravísimo error estratégico del Gobierno, porque nunca se dan subsidios a las empresas, se dan a las demandas, y dentro de las demandas, a los pobres. Y lo que ha hecho el Gobierno es tirar la plata. Porque se los dio a las empresas y éstas no invierten, con subsidios, porque el subsidio depende del Presupuesto y eso cambia todos los años. Entonces es contraproducente. Perdemos el dinero que son casi 4 puntos de PBI, cerca del valor del déficit para un sector que no ha invertido. De hecho, es lo que vemos a nivel de transporte y a nivel de energía, los problemas que hemos sufrido se producen por el crecimiento de la inflación.

-¿Cómo podría describir los 10 años del gobierno kirchnerista en materia económica?
-Esto sería para otra nota, es muy largo. Yo creo que es una oportunidad perdida, hemos tenido todo desde el punto de vista internacional y local, por el esfuerzo que hicimos en 2001, para tener un crecimiento sostenido, un mejoramiento en la distribución del ingreso y en la reducción de la pobreza, y el mejoramiento de la educación, y esto no se logró.

-En el de que el Gobierno lo convocara para participar de la economía, ¿qué es lo primero que le recomendaría hacer?
-Si me convoca para charlar yo le diría que hay que sincerar la realidad, hay que poner la cara y decir la situación es esta. A mí me tocó hacerlo y sé que tiene costo político, pero a alguien le toca hacerlo. Yo cuando dije un peso no es un dólar, hubo muchos que dijeron ‘¡uh!’. Y cuando dije que los 45.000 millones de dólares que estaban depositados no existían porque las reservas eran sólo de 7.000 millones, dijeron ‘¡uh!’ ¡y sí!, alguien tiene que decir esas cosas, eso es lo primero. A partir de la verdad se puede construir. A partir del ocultamiento de la verdad, es muy difícil armar cualquier propuesta económica.


La relación de argentina con el mundo

-¿Cómo ve la posición de Argentina en América latina?
-Argentina se ha ido aislando del mundo, incluso con América latina. Hemos tenido conflictos con todos los países vecinos. Con Uruguay, con Brasil, con el Mercosur, con Chile por el gas. Creo que hay un doble discurso: por un lado se habla de la unidad latinoamericana y, por otro lado, se pone una serie de controles que hacen que nuestros vecinos y otros latinoamericanos no entiendan exactamente dónde quiere ir Argentina.

-¿Cómo ve la negociación con el Club de París?, ¿puede ser favorable para el país?
-En primer lugar es importante arreglar con el Club de París. Lo segundo, el Gobierno argentino presentó una propuesta a la que nadie conoce. A partir de esa propuesta, en algún momento, los 19 miembros del Club de París se van a juntar y van a ver si les parece más o menos razonable esa propuesta. Si éste fuera el caso podría comenzar la negociación, pero hasta el momento no hubo negociación. Es muy difícil de responder porque si no conozco la propuesta, de qué monto de deuda estamos hablando.

LEA LA NOTA COMPLETA EN LA EDICIÓN Nº 68 DE DESAFÍO ECONÓMICO

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