Política Provincial
12 de abril de 2013
INUNDACIONES
Descontrol urbano
Los edificios se expanden sin atender un plan regional. Las industrias no presentan estudios ambientales. Los arroyos se pueblan de casas precarias. Y el plan estratégico sigue perdido
Tenue, como una figura secundaria que hace rato está en escena sin llamar la atención, la expansión inmobiliaria urbana comenzó a cobrar protagonismo, hasta llegar a convertirse en uno de los motivos principales de las imprevisiones institucionales, en relación con el cambio climático.
El apunte del Gobernador, Daniel Scioli, que pidió a los municipios que revisen sus códigos vigentes, ratificó el tema en la agenda pública. “Estamos ante nuevos desafíos que exigen a que instemos a los municipios a que revisen los códigos de Planeamiento para que sean compatibles con las exigencias derivadas de este cambio climático, así como el crecimiento urbano, para adaptarlo a la nueva infraestructura de servicios públicos y a las necesidades hidráulicas, dado la realidad que puede tener cada casco urbano y haciendo un relevamiento del potencial riesgo que puede haber”, aseguró el mandatario en conferencia de prensa. Pero no aclaró que la Provincia es la encargada de ratificar los cambios que, por ordenanza, decida cada comuna.
En el caso de La Plata, el nuevo Código de Edificación, que se aprobó en 2010, fue resistido por los ámbitos académicos, especialmente la UNLP, y puesto en observación por la propia Suprema Corte de Justicia bonaerense. Pero el 17 de mayo de 2011, tras muchas instancias de acuerdo, el gobierno provincial validó el flamante código. La reforma, según indicaron los protagonistas, permitirá “un crecimiento ordenado, modernizarse, la protección de las áreas verdes y productivas y preservar las identidades de las localidades”. Augurios positivos que las lluvias del 2 de abril parecen haber borrado.
Desde el área de Infraestructura de la Provincia aseguran que el tema se está analizando, teniendo en cuenta la realidad de cada región, pero en los hechos son pocos los municipios que han desarrollado una expansión urbana conforme a un plan que atienda la situación climática y productiva. Es decir, la inundación trágica que padecieron los platenses no sólo puede repetirse, sino que la mayoría de los demás distritos no están lejos de poder padecer una situación similar, ya que no hay municipios preparados estructuralmente para esta nueva contingencia.
En el relevamiento realizado desde hace un año por el gobierno bonaerense, las comunas que han dispuesto una lógica urbana atenta a la situación climatológica, productiva y económica de la región, no llegan a diez; el resto ha realizado cambios parciales, en muchos casos digitados por intereses inmobiliarios, o necesidades económicas de explotación industrial. Tampoco existe una coordinación estructural que ordene los cambios de cada comuna para que este proceso no afecte a nadie. Sucede que muchos distritos comparten cursos de agua, coinciden en la intensidad de las lluvias, tienen grandes zonas agrarias o extensas zonas urbanas atestadas de gente y edificios.
Desde la Provincia aseguran que se está trabajando en un diagrama integral, que atienda los procesos climáticos que se están observando en la región, aunque aclaran que esto no quitará autonomía ni facultades a los municipios, que son los encargados de planificar su estructura.
En la Legislatura, en tanto, queda en evidencia la inagotable cantidad de leyes de expropiación (de empresas quebradas otorgadas a cooperativas de trabajo) que se fueron aprobando sin los pertinentes estudios de impacto ambiental. Aseguran que la pelea política, en muchos casos interna, no se podrá contener. Tampoco podrán contener los fantasmas que rondan a los intendentes, que temen un nuevo caso La Plata.