Municipios
15 de febrero de 2013
POLEMICA
Trasfondo político en las viviendas de Bahía
Las declaraciones vertidas por el intendente Gustavo Bevilacqua contra dos ediles de la oposición encendieron el debate. Los acusó de fogonear la usurpación de propiedades pertenecientes al Plan Federal. Gestiones deficitarias, promesas incumplidas y una construcción que lleva más de 4 años inconclusa. Un presupuesto de $ 54 millones para 552 residencias
En un año con mucho en juego en el ámbito de la política, ningún intendente quiere salir del centro de la escena. El caso de Bahía Blanca no fue la excepción, por el contrario, Gustavo Bevilacqua transgredió los límites y sus dichos lo dejaron al borde del abismo. Tal es así que desde Nación aseguran que lo bajaron de los principales casilleros para el armado político de 2013 y 2015.
El hecho que desencadenó en escándalo en la ciudad bahiense fue la responsabilidad que le atribuyó el alcalde a dos concejales del bloque Integración Ciudadana.
Bevilacqua culpó a Raúl Ayude y a Miriam Iantosca de “fogonear” la usurpación de viviendas en el barrio Villa Delfina, correspondientes al Plan Federal que impulsó Néstor Kirchner en 2004.
Las frases esgrimidas por el mandamás del distrito calaron hondo en el ámbito del Concejo Deliberante, aunque también generaron un efecto negativo en la ciudadanía. “Hubo concejales que burdamente propiciaban la toma y que ahora están tristes porque no hubo heridos. Eso es muy duro para una ciudad” deslizaba Bevilacqua en la conferencia de prensa.
Continuando con sus declaraciones extremas, el Intendente dijo: “No seamos hipócritas y tratemos de ver qué es lo que está pasando, y ciertamente que está organizado. Saquémosle la careta a esa manga de hipócritas”.
Pero este entramado político esconde una ineficiencia que es la construcción de 552 viviendas. La empresa adjudicataria fue una Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por Proyectos y Obras Americanas (Proa) y KARPA SA. La construcción del plan habitacional comenzó en 2008, aunque cinco años después, el estado sigue siendo inconcluso y ahora reservado por las alocuciones del alcalde.
La demora en la edificación de las propiedades tiene un factor decisivo: las compañías solicitaron redeterminaciones financieras debido al incremento de los materiales entre 2008 y 2013. En este punto, la falta de gestión entre la gestión municipal con el gobierno nacional ha significado el eslabón relacional de la paralización de las viviendas.
En diálogo con Desafío Económico, el concejal de Integración Ciudadana, Raúl Woscoff, aclaró que “para gobernar se necesita serenidad, y para gobernar en la crisis más aún. El Intendente ha demostrado todo lo contrario. Yo creo que si le han alcanzado algún manual para manejar la crisis, la sugerencia que le hago es que lo cambie”.
Un dato que trasparenta esta inmovilización de las oficinas municipales, se da en septiembre de 2012, cuando el secretario municipal de Obras y Servicios Públicos, Rubén Valerio, aseguraba la reactivación para la culminación del Plan Federal, tras un acuerdo con las empresas: “Esto fue posible mediante las gestiones realizadas por el intendente Gustavo Bevilacqua ante la autoridad de la secretaría de Obras Públicas de la Nación, José Francisco López, y de la subsecretaría de Vivienda, Luis Bontempo”.
Cuatro meses después no sólo se produjeron usurpaciones en las viviendas, sino que además rescindieron el contrato con una de las firmas que conformaba la UTE: Proa.
Los números de la obra
La construcción de las 552 viviendas está dividida en tres sectores: 146 propiedades corresponden a Villa Delfina, 160 a Villa Ressia, mientras que las 246 residencias restantes se ubican en la Villa Harding Green. La construcción en la zona de Villa Delfina cuenta con una financiación de $ 13.721.883, mientras que el avance de obra, según la página del municipio, es del 69,13%. Este proyecto está diversificado en 40 casas de planta baja y 106 dúplex.
Para la edificación en Villa Ressia, el cálculo presupuestario fue de $ 15.130.393, con tan sólo un avance de obra del 54,90 por ciento en un lapso de cinco años. Las viviendas están fraccionadas en 40 propiedades de planta baja y 120 dúplex.
En los terrenos de Villa Harding Green, los 246 hogares contaron con una liquidación total de $ 28.618.503. En este sector, las empresas Proa SA y KARPA SA certificaron un adelanto del 55,18 por ciento; debiendo parar por la falta de readecuación de costos. El plan está caracterizado con 59 casas de planta baja, mientras que las 187 restantes están conformadas por la modalidad dúplex.
Para las 552 viviendas se computaron $ 57.470.779, de los cuales se desprende que falta ejecutar un 40,263% del total. Los números no cierran por ningún lado.
El descargo de los imputados
Los concejales de Integración Ciudadana dialogaron con Desafío y dejaron en claro su postura en relación a los dichos de Bevilacqua.
Raúl Ayude, uno de los implicados en las declaraciones de Bevilacqua, le aclaró a este medio que “para nosotros ha sido una expresión muy conflictiva. Yo no estaba en Bahía Blanca, los vecinos comenzaron a llamar para decir que estaban rodeados por la Policía, sin acceso al agua ni a la comida y sin tener interlocución con la Municipalidad para destrabar el conflicto. Por acercarnos al lugar, se nos tildó de fogonear la toma”.
En el mismo enfoque, Woscoff aclaró a Desafío que “el problema de la vivienda no se resuelve con injurias al voleo y esto es lo que ha hecho el Intendente. Ha obrado con gran irresponsabilidad”.
Respecto del dicho de que los concejales estaban tristes porque no hubo heridos, Ayude sostuvo que “es una barbaridad, milito hace 20 años y siempre he estado en contacto con las cuestiones sociales. Los vecinos se acercaron a nosotros y lo único que hicimos fue hacer nuestro rol, tratar de consensuar una solución al problema” y agregó que “Bevilacqua no tuvo la delicadeza de hablar con la empresa, ni siquiera tuvo la intención de hablar con una comisión de 10 vecinos, solamente se manifestó a través de un decreto que era más parecido a lo sucedido en el Indoamericano que al contexto que atravesaba la ciudad”.
Por último, Ayude deslizó a Desafío que “los dichos son graves. El anunció un cd con pruebas que se diluyó; todavía las estamos esperando”.
Mientras tanto, la solución del Intendente fue desligar de la posibilidad de viviendas a las familias que estaban inscriptas y participaron de la toma. ¿Cómo lo hizo? A través de un decreto. Lejos de dialogar, la opción más eficiente fue dictaminar. Lejos de gestionar, lo más rápido fue culpar, y lejos de construir, lo más cómodo fue desligar a la empresa y deshacer el sueño de las familias de una vivienda digna.
Los efectos de la usurpación
Debido a la presencia de los ediles Raúl Ayude y Miriam Iantosca en el barrio Villa Delfina, el Intendente los culpó de instigar la usurpación.
2. Luego de la toma de las viviendas, las familias fueron desalojadas. Desde ese momento, acamparon en el centro de la ciudad.
3. Bevilacqua subrayó en un decreto que quienes estaban inscriptos para viviendas y participaron de la toma serán eliminados del registro de beneficiarios.
¿Sabían sobre la usurpación de las casas?
A medida que los episodios se sucedían (usurpación, declaraciones de Bevilacqua contra los concejales, pedido de viviendas por parte de las familias que tomaron las propiedades), nuevas perlitas salían a la luz. En primer lugar, Raúl Woscoff ratificó que el obrero Adrián Flores había reconocido ante medios locales que administradores de la compañía Proa habían avisado sobre una posible usurpación de las viviendas.
Posteriormente, ediles de Integración Ciudadana aumentaron la apuesta y enunciaron que la funcionaria municipal a cargo de la dirección de Políticas Sociales, Patricia Valemberg, también estaría al tanto de la toma en el barrio de Villa Delfina.
Por estos motivos Woscoff, Ayude, Iantosca y Quartucci solicitaron que tanto Flores como Valemberg acudieran al Concejo Deliberante para reafirmar estas declaraciones o rechazarlas.
En caso de que alguno afirme el conocimiento del tema, la gestión de Gustavo Bevilacqua tendría un gran problema por no interferir con antelación en un caso que se podía haber prevenido y solucionado.
Los motivos: rescisión y cuenta nueva
Un combo letal generó que Proa sea apartada de la construcción de las viviendas. En primer lugar, una obra que no termina de concretarse nunca y que le ha significado grandes dolores de cabeza a Bevilacqua. En segundo lugar, las usurpaciones adelantaron la salida. En tercer lugar, la empresa había anticipado una posible toma de las viviendas, lo que evidenció más aún que el problema se podía haber gestionado.
Por último, los insistentes pedidos de redeterminaciones financieras que se acomoden a los precios actuales, terminó de calar hondo en las oficinas de la Intendencia. Ante tantos ruidos, Bevilacqua decidió rescindir el contrato de Proa. La firma no incumplió el contrato.
“Desde el municipio contratarán directamente a firmas locales, ya con valores actualizados. No tiene mucho sentido, porque justamente lo que solicitaba esta empresa eran ajustes presupuestarios, y rescindirle el contrato y llamar a otras compañías ya con precios renovados, es prácticamente lo mismo” le aclaró a Desafío, Raúl Woscoff.
El secretario de Obras, Rubén Valerio, afirmó que 10 firmas locales se harán cargo de finalizar los trabajos y agregó que “el decreto de urgencia nos habilita a realizar una contratación directa”. Para esto, las empresas deberán entregar presupuestos y el Ejecutivo evaluar los costos, lo que demandará más retraso y pérdida de tiempo.
Los números
$ 54.470.779 es el monto total que se presupuestó para la construcción de las 552 viviendas del Plan Federal.
$ 15.130.393 es la cifra para la edificación de las 164 propiedades emplazadas en el barrio Villa Ressia.
$ 13.721.883 es el monto de obra estipulado para las 146 viviendas ubicadas en el barrio Villa Delfina.
$ 28.618.503 fue la suma que se calculó para las 246 propiedades en el barrio bahiense de Villa Harding Green.
LEA LA NOTA COMPLETA EN LA EDICION Nº 56 DE DESAFIO ECONOMICO