8 de febrero de 2013
ERAN DE UN FUNCIONARIO
Carlos Casares: el remis oficial
Concejales de la oposición de Carlos Casares, denunciaron penalmente al intendente Walter Torchio y al jefe de Inspección, Edgardo Vivono, por incompatibilidad en sus funciones públicas. Afirman que este último tiene una remisería que vende sus servicios al municipio y facturaría a nombre de su mujer. Desde la gestión local dijeron que se trata sólo de un tema político

El comienzo de año en Carlos Casares fue vertiginoso. El 28 de diciembre de 2012, ediles del bloque del FAP-GEN presentaron una denuncia penal contra el intendente Walter Torchio, el jefe de Inspección, Edgardo Vivono, Amalia Mercedes Sánchez, esposa de Vivono y proveedora del municipio, y Celeste Lucía Novillo, quien se desempeña como directora de Acción Social.
La judicialización del caso se debe a que Edgardo Vivono poseía una empresa de remises mientras cumplía la función de jefe de Inspección. Pero, antes de asumir su cargo y para que la situación no sea tan desprolija, el funcionario cedió la presidencia de la compañía a su mujer, Mercedes Sánchez. Sin embargo, lo único que mutó fue la cara visible porque la firma continuaría estableciendo lazos fluidos con la gestión de Torchio.
Bajo la carátula de “incumplimiento de los deberes de funcionario público, propuesta y designación indebida para un cargo público, malversación de caudales públicos, administración fraudulenta, fraude a la administración pública y omisión de denuncia agravada”, los ediles Fabián Perello, Gustavo Utrera, Miriam Foglia, Gustavo Campione y Héctor Miro presentaron la denuncia ante la ayudantía fiscal de Carlos Casares, que posteriormente la transfirió a las oficinas de la UFI Nº 3 de Trenque Lauquen, a cargo de Juan Martín Garriz.
Según se manifiesta en la demanda, la firma del jefe de Inspección de la comuna se inició el 1º de marzo de 1999, bajo el nombre de “Remisería 454312”, en alusión al número de teléfono. El 10 de diciembre de 2011, cuando Edgardo Vivono fue nombrado por el alcalde Torchio, automáticamente dejó la administración de la firma, aunque ésta quedó en manos de su esposa.
Con el cambio en el directorio de la remisería, el nombre de la compañía mutó a “Remis 450000”. Esta transformación nominal se habría realizado para espantar fantasmas y para parecer transparente. Sin embargo, la firma de la esposa del director de Inspección continuó siendo proveedora del municipio con la aquiescencia de Walter Torchio. Además, los vehículos implementados al igual que el personal seguían siendo los mismos que los regenteados por Vivono.
Desafío Económico accedió al listado de proveedores del municipio donde se constata que el comercio de Vivono le cobraba a la comuna por sus servicios. En la hoja 67, bajo el código 1.006, aparece el nombre de Edgardo Vivono y su remisería como proveedor en estado “normal”. Del mismo modo, en la hoja 58, aparece Amalia Sánchez, la esposa del jefe de Inspección, con la identificación 2.031, también como abastecedora del municipio a través de la remisería 450000.
Los viajes de Edgardo Vivono
Según contó un ex funcionario municipal a este medio, Vivono realizaría viajes por su cuenta que luego factura a la comuna. “El maneja porque no le quiere dar el viaje a los choferes. Son viajes largos y con un muy alto costo. Queda la ganancia para él porque es su auto particular”, afirmó esta fuente a Desafío.
Además, el ex trabajador municipal dijo que “hay viajes que va con tres personas a La Plata, en el mismo auto, pero se los factura por separado a la comuna”.
El caso de Celeste Lucía Novillo trae aparejada la responsabilidad por la intervención en la contratación de una cantidad significativa de viajes que realizan las empresas de remises que contrata el municipio.
Desafío dialogó con la encargada de Acción Social y sostuvo que “los remises hacen viajes a centros de salud, en su mayoría a La Plata y Buenos Aires, pero viajes locales no se realizan”.
A pesar de ser la directora de Acción Social, carga con una mochila más pesada. Según la denuncia, sería la hija de Ricardo Novillo, hombre que fue chofer de la remisería a cargo de Vivono y Sánchez. El concejal Fabián Perello le subrayó a Desafío que “el padre de Celeste Novillo estuvo relacionado con la empresa de Vivono, incluso tiene un auto trabajando en la compañía de remises. El área de Acción Social es la que determina los viajes y es ahí en donde nosotros resaltamos que puede estar direccionado, ya que si ella define, la firma de Vivono tiene todas las de ganar porque es una remisería de un funcionario, sumado a que el viaje lo podría hacer el padre”.
“La mencionada firma de remís habría sido efectivamente contratada por el municipio en forma notoriamente preferencial, en relación a la cantidad, frecuencia y tipo de viajes respecto del resto de las empresas inscriptas en el registro de proveedores municipales que brindan el mismo servicio y en las mismas condiciones”, explicaron en la demanda.
En la misma sintonía, los concejales ensanchan las declaraciones y dijeron que “resulta claro que la maniobra del cambio de titularidad de la firma, intentada para procurar un lucro indebido en violación de la ley, se frustra con la existencia de la sociedad conyugal y los intereses pecuniarios comprometidos con soporte en el erario público”.
Un ejemplo que refleja a la perfección esto es el artículo 6 inciso 2 de la ley Orgánica de las Municipalidades, que expresa: “No se admitirán como miembros de la Municipalidad los que directa o indirectamente estén interesados en algún contrato en el que el municipio sea parte”.
No quedan dudas de que el alcalde no se beneficia económicamente con este nexo entre la remisería y el municipio, aunque sí favorece y ayuda al proyecto personal de un amigo: Edgardo Vivono.
“Estoy totalmente convencido de que el Intendente sabía que Vivono tenía una firma, sin embargo, lo contrató igual a su equipo de gobierno. En la causa también alegamos el mal nombramiento de este funcionario; si es Intendente tiene que saber a quién puede llamar y a quién no”, sintetizó a Desafío Fabián Perello.
Las empresas del Intendente
Además de la Intendencia, Walter Torchio comparte su actividad pública con la privada participando en el directorio de varias empresas. Su socio, es su primo José Alberto Sartori, actual titular de la subsecretaría de Servicios.
Si bien no serían proveedoras del Estado y la ley no impide que las posea, resulta curiosa la relación que los une, tanto familiar, pública, como privada.
“Nosotros venimos remarcando el desapego que tiene el intendente Torchio al cumplimiento de las normas. Mezcla continuamente en muchos órdenes de la gestión municipal lo privado con lo público. Da la sensación que no le interesa hacer cumplir la ley”, deslizó a este medio Perello.
Una de ellas es Resiliencia SA, constituida el 17/11/2011 cuyo presidente es Torchio y la directora suplente, su esposa. Esta firma tiene el objetivo de “explotación por sí o por terceros en establecimientos rurales, ganaderos, agrícolas, frutícolas, forestales, propiedad de la sociedad o de terceras personas”. Además, realiza “toda clase de créditos con o sin garantías, reconstruir o dar hipotecas, prendas u otras garantías reales”. Por otro lado, también se basa en el “desarrollo de todo tipo de operaciones financieras relacionadas con la actividad agropecuaria.
Resiliencia SA cuenta con domicilio legal en la calle Paraná 567, piso 3º de la Ciudad de Buenos Aires. Este no es un dato menor, ya que varias de las firmas que posee el Intendente se domicilian allí. Lo sugestivo de esta empresa en su fecha de constitución: el 17 de noviembre de 2011, días después de haber conseguido la Intendencia del partido.
Durante el mes de julio de 2003, junto a su primo, crearon Primos Combargo SA, una firma que se basa en la explotación de estaciones de servicio y que opera en esta localidad bonaerense. También la empresa tiene como objetivo la compra, arrendamiento, administración y venta de establecimientos rurales. Según pudo saber este medio, la estación de servicio que tienen a cargo está ubicada en la intersección de las Rutas 5 y 50.
En la sociedad, Sartori ocupa el cargo de presidente mientras Torchio es el director suplente. También tiene domicilio fiscal en Paraná 567.
Otra firma donde ambos comparten el directorio es Primos Agreocom, dedicada también a la explotación de estaciones de servicio, compra, arrendamiento, administración y venta de establecimientos rurales. Creada en 1999 con Sartori a la cabeza, en 2012 cambió su directorio y Torchio pasó a ocupar la vicepresidencia y se añadieron Héctor Sartori y Ana María Rubio como directores titulares y Teresa Palmira Torchio de Sartori como directora suplente. En relación a esto, el edil Perello afirma que “en la última licitación de octubre de la gestión del intendente Seraci, la ganó la compañía Primos Agreocom” y agrega que “Torchio hasta octubre de 2011 fue proveedor del municipio junto a su primo Sartori con la empresa Primos Agreocom. Cuando se haga la rendición de cuentas vamos a poder dilucidar si la compañía sigue siendo abastecedora del distrito”.
También, durante ese año se modificó el objeto social que pasó a realizar la administración y explotación de estaciones de servicio, comercialización de combustibles a granel, de bebidas por menor y productos alimenticios.
Si bien no se pudo confirmar fehacientemente que las estaciones de servicio sean proveedoras de la comuna, desde el distrito contaron a Desafío que “la firma de Torchio y Saroti le vendería al municipio combustible triangulando el producto mediante otro comercio de este rubro llamado TC Oil, propiedad de Carlos Hermoso, ubicado en Avenida San Martín frente al CEF Nº 11”.
Por último, en este registro de empresas aparece la firma Ampatel SA, donde Torchio aparece como accionista. La firma que tiene como objetivos actividades agropecuarias y financieras, y fue formada en 2009 con un capital social de 20 mil pesos.
Ahora, la Justicia deberá determinar a culpabilidad del Intendente como de sus funcionarios. Mientras que por un lado afirman que sólo se trata de un tema político, por el otro, alertan sobre a incompatibilidad de funciones.
Vivona se excusa diciendo que la empresa es de la mujer. Sin embargo, la sospecha en torno de que la remisería le factura al municipio es fuerte y desde la oposición no dudan en que así es. Por su parte, Torchio se muestra tranquilo y esquiva las imputaciones contra una gestión acusada de centrarse más en lo privado que en lo público.
LEA LA NOTA COMPLETA EN EL EDICIÓN Nº 56 DE DESAFÍO ECONÓMICO