Política Provincial
29 de enero de 2012
LUEGO DE LA TRANSICIÓN
Jefes comunales que recibieron el cofre vacío
Las transiciones, se sabe, son a menudo traumáticas. Y los casos testigo de esta máxima de la política y la vida son muchos en la Provincia. Varios son los distritos bonaerenses que cambiaron de manos y de color político a partir de las elecciones de octubre último, aunque los alaridos de victoria pronto se tradujeron en gruñidos de disconformidad por el estado financiero de los municipios
Las transiciones, se sabe, son a menudo traumáticas. Y los casos testigo de esta máxima de la política y la vida son muchos en la Provincia. Varios son los distritos bonaerenses que cambiaron de manos y de color político a partir de las elecciones de octubre último, aunque los alaridos de victoria pronto se tradujeron en gruñidos de disconformidad por el estado financiero de los municipios.
Algunos lo tenían sabido: encaraban la reconstrucción de un elefante blanco. De ellos, algunos contaban con la suerte de tener línea directa con la Provincia o la Nación; otros, identificados con colores políticos opositores se comen las uñas pensando en cómo harán para hacer frente a las obligaciones contraídas por gestiones anteriores.
Pero no pocos se cuentan entre los que, al abrir por primera vez las puertas de los palacios municipales, se encontraron con que el déficit y las deudas eran mayores a los imaginados u oficialmente informados. Ellos son los que pronto salieron a aclarar que, si bien sus gestiones se harían cargo de la situación, les tuvieran paciencia porque la situación no era la esperada. Hubo quienes reprocharon públicamente a sus antecesores, como lo hizo el kirchnerista Horacio Tellechea en Necochea, los que revocaron decisiones administrativas de la gestión saliente, como lo hizo Gabriel Katopodis en San Martín, y los que se vieron obligados a pedir “auxilio” a la Provincia, como fue el caso del radical David Hirtz, de Adolfo Alsina. Otro tanto sucedió en Bolívar, Azul, Benito Juárez, Luján, San Fernando, y Vicente López, según pudo saber La Tecla.
En Bolívar, Eduardo “Bali” Bucca no dudó en acusar al saliente José Erreca por el mal manejo del erario público. El joven intendente y sus funcionarios se han encargado de decir que el contador radical no fue un buen administrador y que dejó “una deuda millonaria”. El exintendente les espetó: “es hora de que empiecen a hacer y dejen de mentir, que es lo que corresponde por respeto a la gente”.
Una situación semejante es la de Azul, donde el peronista José Manuel Inza señaló que “situación del municipio es preocupante”. Y señaló a la gestión de Omar Duclós de fallar en las cuentas: “se nos había manifestado desde la gestión saliente que existía una deuda flotante de 15 millones de pesos, que hoy con la proyecciones que estamos haciendo estamos sumando un monto equivalente a 25 millones de pesos”. “Es una situación delicada y por lo menos se los puede tildar de irresponsables”, deslizó el flamante jefe comunal.
No menos alarmante sería la situación en Benito Juárez, donde el líder municipal Julio Marini no pudo pagar los sueldos de diciembre en término. “No sabía que el panorama era tan duro. Veía que no había buena administración, pero me informaron de todo este panorama un día antes de asumir, cuando hicimos la transición”, confió a La Tecla. Según Marini, la deuda de Juárez asciende a “más de once millones y medio de pesos en deuda flotante”, además de 42 automóviles inutilizables de los 182 con que cuenta el municipio. La Provincia debió tirarle un salvavidas al intendente, que denunció que “nadie de la anterior conducción salió a decir algo –a cargo de Pedro Gamaleri-, no tienen argumentos”.
En Luján, la herencia rompió un prematuro idilio entre la saliente Graciela Rosso y el vecinalista Oscar Luciani. Antes de la asunción, hasta compartían el coche para viajar a La Plata, pero todo cambió cuando Luciani abrió las arcas del municipio. Ni bien asumió, el vecinalista denunció que la Comuna tiene un pasivo de 60 millones de pesos y que podría ascender a los 65. Inmediatamente, Rosso lo acusó de “mentiroso” y señaló a La Tecla que la maniobra había sido pergeñada con su adversario peronista, Miguel Prince, para perjudicar a su espacio político. Según ella, su administración asumió con 21 millones de deuda y dejó 32 millones, la mitad del monto por la que la acusan.
Refinanciada su deuda con Nación, la Provincia pudo dar una mano financiera a varios municipios con el agua al cuello hacia fin de año, pero se sabe que las arcas provinciales tampoco son tan holgadas. Muchos intendentes temen que los primeros meses, quizás años, sean entonces de cinturones ajustados.
San Fernando Luis Andreotti
Muchos años estuvo el distrito bajo comando de Osvaldo Amieiro por lo que, dijo el nuevo intendente, la transición fue “bastante traumática”. “Cuando los intendentes están mucho tiempo se creen que son los dueños del lugar y no los administradores”, disparó el nuevo jefe comunal, quien enfatizó que la deuda con los proveedores al 23 de octubre de 2010 era de $ 4 millones y “cuando asumimos era de $ 14 millones”. En los primeros días de gestión, Andreotti está revisando “los gastos que creemos que están fuera de control y en cuanto al personal, estamos tratando de conocerlos a todos”. “En San Fernando no va a haber ñoquis ni punteros políticos”, prometió. Según el nuevo administrador del municipio, entre el 70 y el 75 por ciento del presupuesto “se va en sueldos y en la recolección de residuos” por lo que se está “trabajando para reordenar los gastos”. Así, Andreotti se comprometió a hacerse cargo directamente del servicio de barrido –que estaba tercerizado- y justificó el aumento de tasas: “si fuera por la proyección de inflación y de gastos tendríamos que haber aumentado mucho más de lo que lo hicimos”.
San Martín Gabriel Katopodis
Luego de dar el zarpazo y desbancar a Ricardo Ivoskus, “Kato” se dio cuenta de que se había metido en un problema: “la situación del municipio es delicada –señaló en su primera reunión de gabinete-, no nos han dejado los recursos para pagar los aguinaldos”. La situación, dijo, es “más complicada que la esperada” y “bastante comprometida para los primeros meses”, en los que, además, deberá gestionar sin presupuesto. Tras salvar esa situación, la nueva administración se puso a revisar la situación patrimonial, de recursos humanos y financiera del municipio y se encontró con 1.170 contratados a la planta permanente en "forma irregular". A su vez, Katopodis acusó a su predecesor de entregar un plus “del 80 por ciento a todo el personal” y de elevar el escalafón de antigüedad, “decisiones que no respondían a una previsión presupuestaria correspondiente y que fueron tomadas a fines de noviembre y principios de diciembre, apenas unos días antes de entregar el poder”, adujo. Y añadió: “queremos advertir una situación que nos parece realmente lamentable: el haber tomado decisiones que han comprometido nuestra gestión y que se han hecho en función de favores políticos, en función de compromisos de la gestión saliente”. Además, su gestión ya canceló 45 ascensos firmados por Ivoskus por considerarlos “injustificados”, al tiempo que denunció que 38 de los 45 ascensos “fueron efectuados luego del acto eleccionario que determinara la inminente finalización del anterior mandato”.
Adolfo Alsina David Hirtz
“Ése sería el caso nuestro”, dice a La Tecla el intendente radical David Hirtz cuando se le pregunta por administraciones que se encontraron con herencias más pesadas que las imaginadas. “Nosotros sabíamos que teníamos una deuda porque era público y porque estaba así en el acta de transferencia de la Comuna pero después el tema de acreedores por proveedores fue más amplio de lo que esperábamos”, admitió el jefe comunal que reemplaza en el cargo el justicialista Alberto Gutt. Según el jefe comunal actual, la deuda que tiene Alsina “supera los tres millones y medio de pesos”. El novato intendente contó que su gestión tuvo que, en primer lugar, “requerir auxilio a la Provincia para poder pagar aguinaldos en diciembre”. “Por eso pedimos adelantos de coparticipación para pagar, en la primera semana de enero, los salarios de diciembre”, señaló. En segundo lugar, aseguró que su gobierno se vio obligado a escalonar el pago de proveedores “para que a la deuda 2011 la prorrateemos en no menos de tres o cuatro meses”, ya que ello afecta al 6 por ciento del presupuesto. Además, el radical encargó una auditoría interna en la que lo asesoran profesionales contratados “con el objeto de determinar con claridad el origen de la deuda” y determinar el estado de algunas obras públicas que está “prácticamente detenida y desfinanciada”.
Necochea Horacio Tellechea
Resonante fue el caso de Necochea, donde el kirchnerista hizo malabares para pagar los sueldos. “Para afrontar el pago de sueldo a los trabajadores usualmente en el municipio de Necochea se requieren 5.900.000 pesos y había sólo 700.000”, sostuvo Tellechea ante La Tecla. Según el nuevo mandatario, Daniel Molina le dejó un “preocupante” estado financiero. “Para nosotros sería imposible afrontar los pagos sólo con los ingresos del municipio”, advirtió Tellechea. Tanto es así, que el pago tuvo que ser escalonado y, dicen desde la oposición, discriminatorio. Esta semana, concejales radicales se quejaron porque su pares de los bloques del Frente para la Victoria y de Unión Peronista percibieron su salario de diciembre, con aguinaldo, y ellos no. Además, trascendió que el exintendente Molina y sus exfuncionarios tampoco recibieron el depósito correspondiente. Por ello, solicitaron una reunión urgente con el Presidente del Concejo Deliberante, José Luis Vidal, "para que brinde las explicaciones del caso", aunque la tarea la realiza el área de Personal del Municipio.
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