Martín Ferré lucha por Desarrollo Social
El actual Ministro de Producción, Martin Ferré lucha por quedarse con el cargo de Ministro de Desarrollo Social. Una interna caliente, que enfrentó a varios sectores del propio sciolismo
Durante los días pasados se vivieron horas de feroces luchas internas dentro del mismo sector del Sciolismo. La tan preciada presa fue el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires.
El ofrecimiento original había sido realizado por el mismo Gobernador a Eduardo Aparicio, encargado del Programa Soluciones YA!, un hombre amigo del mandatario provincial y de amplios vínculos con la Iglesia Católica, que supo ganarse el lugar a fuerza de trabajo, donde los funcionarios de primera línea no podían cumplir con sus metas. El Gobernador lo mandaba a Aparicio a cubrir los baches, esto evidentemente le originó varios enemigos internos.
El Ministro de Producción Martín Ferre soñaba con quedarse con la Presidencia de la Cámara de Diputados provincial, cargo del cual ya había sido rechazado en los inicios del mandato del actual Gobernador por la poderosa y hoy desaparecida “Diputadora”.
Después del rechazo unánime a su postulación por los Diputados y el veto de la Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner a que ocupe el lugar, se retiró a sus oficinas en el Ministerio de Producción junto a sus íntimos y despotricó contra el Gobernador por haberle soltado la mano, acusándolo directamente a Alberto Pérez de tal maniobra. Tan así fue que su propio chofer hizo correr el rumor de que el Ministro había presentado la renuncia.
Con el correr de las horas se le fue pasando la bronca, y un reto del Jefe de Gabinete en una mañana calurosa, que le recriminó por qué ventilaba las cosas internas con sus empleados, el Ministro cambió su actitud. No sin antes correr hasta el ministerio y agarrar a todos sus empleados para reprocharlos por el reto que había sufrido por parte del Jefe de Gabinete. Quería saber quién había sido el "buchón".
Sin perjuicio de los cual, el vapuleado Ministro no dejó de operar por buscar un nuevo lugar, porque no quería ir a la Cámara de Diputados, y siguió con sus campañas mediáticas.
Dicen en los pasillos del Ministerio de la Producción que el propio Ferre había sido el organizador de la campaña de esmerilado de Aparicio, haciendo filtrar a los medios los antecedentes de su anterior compañero de escritorio, cuando era empleado administrativo en el Senado de la Nación y Scioli ocupaba la presidencia.
Quién fue el autor de la campaña nunca se sabrá, tampoco se podrá comprobar si fue el mismo Ferre el organizador, pero lo que sí es cierto es que el propio ministro se auto proclamó como Ministro de Desarrollo Social de la Provincia, llamando a los periodistas y manifestado que era el elegido porque Aparicio había sido vetado por Alicia Kirchner.
En ese ínterin, un amigo de la ministra de Desarrollo Social fue a consultar cuál era el impedimento respecto de que Aparicio fuera Ministro. Alicia un poco sorprendida contestó que no tenía ningún impedimento y que de hecho no lo conocía, pero que el viernes había estado a la tarde con Carlos Castagneto, hombre de su máxima confianza, diagramando el futuro trabajo en conjunto de los dos ministerios, y ya tenían todo el año 2012 planeado.
No obstante eso y ante la incomodidad de la situación, la Ministra Nacional tomó el teléfono y llamó al Gobernador para decirle que ella no había impugnado a nadie y que no tenía ninguno problema con Aparicio. De hecho le dijo que ya tenían todo el año 2012 programado entre ambos Ministerios.
En la tarde noche de ayer se dilucidó la situación. Aparicio fue designado en una Secretaría de Espacio Público, con amplias facultades; quedando en tal sentido vacante el lugar de Ministro de Desarrollo Social por el cual el propio Ferré sigue operando, y manifestando a los periodistas que es él elegido. Solo falta el comunicado oficial.
La resolución parece tomada, pero el daño ya está hecho. Martín Ferre puede ser designado Ministro, pero desde la Nación, ya no le tendrán la confianza y paciencia que le hubieran tenido, por el desgaste propio de estas operaciones políticas.
En gobiernos anteriores estas peleas internas no hubieran existido, por el desgaste en imagen que le generan al propio Gobernador, el cual queda en una situación difícil, porque muestra que no puede controlar a su propia tropa.
Muchos creen que la luz brillante que ilumina al Gobernador y le permitió sacar más votos que a la propia presidenta en la provincia de Buenos Aires, los ilumina a todos, y seguramente no debe ser tan así. En los próximos días veremos si los cargos se ganan con trabajo y dedicación o con simples operetas políticas.