Desde el pasado lunes, la región de Cataluña está conmocionada por la condena a los líderes independentistas. Después de que dieron a conocer el fallo que dictó la prisión de los funcionarios, las protestas invadieron Barcelona. Se cerró el aeropuerto, bloquearon los accesos a la ciudad y miles de personas dejaron de asistir a sus trabajos y universidades para marchar contra la decisión. Sin embargo, el equipo de fútbol más importante del país se niega a suspender el clásico frente al Real Madrid. |