Se ganaron en las urnas el poder de decisión. Los intendentes, sean de Cambiemos o del FpV, son quienes definen si van o no por un nuevo mandato. No tienen que consultar a ningún jefe nacional. Si ellos consideran que deben renovar, serán candidatos. Y en la gran mayoría de los casos (como en toda regla, hay excepciones) irán derecho a las generales de octubre, las primarias serán un mero trámite.
La situación cambia en los terruños donde el jefe comunal, por el motivo que sea, no tiene pensado postularse otra vez a la intendencia. Aunque también hay excepciones, el juego se abre a dirigentes del riñón del alcalde y a referentes de otros partidos o espacios que son parte de la alianza. En estos casos, casi de manera indefectible, el candidato del oficialismo local se decidirá en las PASO del 11 de agosto.
Llamativamente, por el momento, los intendentes que definieron que su último día en el Municipio será el 10 de diciembre, son en su mayoría del espacio que lideran Macri y Vidal. En los distritos más chicos, por ejemplo San Cayetano, el propio alcalde es quien “apadrina” a los candidatos. En los más grandes, como Luján, aparecen postulantes que no se callan nada, y a la hora de hacer campaña castigan con dureza a la gestión actual.
“Lamentablemente, con los años vi cómo Luján dejaba de ser un partido histórico y primordial en la Provincia para transformarse en uno más. Empecé a notar un cambio en el recibimiento a los turistas, porque cambió la infraestructura y aquellos espacios que hacían amigable la estadía”, señaló la diputada nacional Graciela Ocaña (Confianza Pública), junto al candidato local de Cam-biemos, Alejandro Demares.
Claro. No es el único anotado. Por caso, el vecinalismo que lidera el actual mandamás sale a la cancha con la secretaria de Gobierno y Relaciones Institucionales, Ana Rita Sallaberry; el radicalismo anotó al presidente del Concejo Deliberante, Fernando Casset; y el PRO va con el ex titular del cuerpo, Nicolás Quarenta. ¿Cómo va a jugar Oscar Luciani? No es seguro. Algunos se animan a señalar que no se pronunciará demasiado.
Como se dijo, también hay movimientos en San Cayetano. Y se dan por la posibilidad de que Miguel Gargaglione se quede con un lugar a entrar en la lista de diputados provinciales de la Quinta. Desde el entorno del intendente confirmaron los rumores y resaltaron que en caso de concretarse, “probablemente al candidato de Cambiemos lo elegirá la gente entre el secretario de Gobierno, Ignacio Marlats, y la presidenta del Concejo Deliberante, Ana Paula Mancino”.
Algo similar ocurre en Magdalena, donde el radical Gonzalo Peluso podría ganarse un lugar en la papeleta de senadores de la Tercera. De ser así, su reemplazante en lo más alto del último tramo de la boleta de Cambiemos se dirimirá entre su hermana y directora de Educación y Desarrollo, Daniela Peluso, y los concejales Marina Blanco (vicepresidenta del cuerpo) y Lisandro Hourcade. “Tal vez no haya que llegar a la interna, pero sería una gran opción”, afirman desde el Ejecutivo.
En tanto, en Coronel Pringles, los pagos conducidos por Carlos Berterret, vecinalista que pegó el salto a Cambiemos en la previa de los comicios de 2017, también habría PASO oficialista. Por el momento, lo único seguro es que el jefe comunal no va por la re. ¿Quién lo sucede como candidato? Hasta ahora hay cinco posibilidades: el uno del Concejo, Lisandro Matzkin; el director de Producción, Oscar Rossi; el secretario de Obras Públicas, Diego Pellegrinelli; y los concejales Luis González y Mario Knell; todos de Compromiso Pringles.
El último de los casos en el que el intendente tomó la decisión de no presentarse y, de esa manera, se habilitan las primarias, tiene lugar en Adolfo Alsina. David Hirzt le hizo un guiño al secretario de Turismo, Javier Andrés, quien tendrá que encargarse de lograr los consensos necesarios para llegar a las PASO sin rivales en Cambiemos. Por el momento, no pudo, pues el edil Facundo Montenegro tiene intenciones de jugar con lista propia.
¿Se la juegan solos?
Los vecinalistas, entre la boleta corta y la batalla primaria
Los intendentes serán quienes decidirán si son candidatos. Y en la mayoría de los casos serán ellos quienes permitan o no que otro postulante les haga la interna. Sin embargo, los jefes comunales vecinalistas se encuentran en un interesante intríngulis.
Si van con la boleta corta, sin ser parte de una alianza, no irán a la interna. Por ejemplo, si Nueva Alternativa Carmeña se la juega por su cuenta, el candidato a jefe comunal será de nuevo Marcelo Skansi. Pero en caso de ir con Unidad Ciudadana o Alternativa Federal (“Con Cambiemos, seguro que no”, señalan desde la Comuna), Skansi, seguramente tenga que definir su candidatura en las PASO.
En tanto en Chascomús, Javier Gastón (Unidad por Chascomús), desde hace un par de comicios aliado del Frente Renovador, sigue en ese lugar, de la mano de Massa; al menos por ahora. El temas es qué va a hacer el tigrense. En caso de jugar en Alternativa Federal, Gastón no tendría inconvenientes. Pero si compite en equipo con el kirchnerismo, indefectiblemente, el jefe comunal tendrá que superar las PASO para llegar a las generales. Un rival ya confirmado es el concejal y presidente del PJ local: Gabriel Macchi.
Provincia y pago chico
Los precandidatos peronistas a la Gobernación, con el ojo en el distrito
Se abre un fuerte interrogante en los distritos en los que el intendente se muestra como candidato a Gobernador. En este caso se trata de tres referentes del peronismo. ¿Llegarán los tres a presentarse en las PASO? En principio, parece difícil. De todos modos, en el pago chico de cada uno de ellos ya se habla de posibles reemplazantes para la intendencia o, mejor dicho, para la candidatura a la intendencia. Los protagonistas de esta historia son Martín Insaurralde, Verónica Magario y Francisco Durañona. En el primero de los casos, como ya informó La Tecla, lo más probable es que Insaurralde anuncie sobre el cierre de listas que irá nuevamente por la Comuna, aunque eso no le alcanzará para evitar las PASO: el extitular del Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento Rural (SPAR), Juan María Viñales, busca competir por el máximo sillón municipal, y le pidió al sector que conduce el marido de Jésica Cirio “ir a unas PASO con reglas de juego claras (incluyendo a la lista que pueda presentar el mariottista Pablo Paladino), y a partir de ahí, el que gana conduce y el que pierde acompaña”.
En San Antonio de Areco, desde el peronismo local se muestran confiados con la postulación de Durañona y resaltan que el próximo alcalde será el jefe de Gabinete, Nicolás Marinkovic. De todos modos, el propio Paco dijo a La Tecla que “no hay problema si alguien quiere hacernos la interna”.
Por último, en La Matanza, donde manda Verónica Magario, quien suena tanto como candidata a Gobernadora como a vice, por el momento no hay nombres para la papeleta local. Algunos aseguran que Fernando Espinoza iría nuevamente por la intendencia, si es que finalmente no es él el postulante del peronismo que vaya por el lugar de Vidal.
Cambios peronistas
De padre a hijo y de hijo a padre, y sin lugar para las primarias
Uno es de la Primera, y el otro, de la Tercera. Uno deja al hijo, el otro deja al padre. En San Fernando, el massista Luis Andreotti decidió que el 10 de diciembre sea su último día como jefe comunal. En su lu-gar, como candidato, irá su hijo, el diputado provincial Juan Andreotti. En tanto, en Berazategui, Patricio Mussi también definió que no volverá a presentarse para defender el sillón de la Comuna. El postulante será su padre, el histórico exalcalde Juan José Mussi.
En ambos casos, al menos por ahora, no aparecieron rivales para la interna. En síntesis, en el oficialismo sanfernandino mandan los Andreotti, y en el oficialismo berazateguense mandan los Mussi.
“Mi hijo Juan será el candidato a intendente de San Fernando en 2019”, confirmaba el referente massista en diciembre. En tanto, Mussi hijo, en diálogo con La Tecla, confirmó lo que ya era vox pópuli: “Yo no voy por ningún cargo, papá es el candidato del peronismo en estas elecciones que vienen”.
General Guido
Dudas en el más experimentado de los intendentes y olor a PASO
Uno de los pocos jefes comunales radicales que tuvieron que superar las PASO tanto en 2015 como en 2017 (en este último caso, no él, sino la lista que apadrinaba), fue Aníbal Loubet, el mandamás que más años hace que está al frente de un municipio: 28, para ser precisos. Por estos días, el uno del Palacio Comunal de General Guido analiza qué hacer: si ir en busca de las 32 primaveras municipales o dejarle el lugar a la renovación. “Es mucho lo que hay en juego”, destaca una fuente cercana al alcalde, y agrega que “si Aníbal no se presenta, no está garantizada la victoria”. La misma fuente resalta que en caso de que Loubet vuelva a calzarse el traje de candidato, “probablemente nadie presente otra lista dentro de Cambiemos”. Pero, por el contrario, si se hace a un costado, quien encabece la boleta oficialista en octubre se dirimirá en las PASO. Por un lado, el eterno rival del intendente, el concejal Renato Montes, también boina blanca, y por el otro, un edil radical cercano al alcalde.
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