Política Provincial
22 de octubre de 2011
MUNICIPIOS EN GUERRA
Los intereses detrás de la autonomía
Los intendentes de Necochea y Lobería están enfrentados a raíz del reclamo de los vecinos de Quequén. Uno fomenta la creación del nuevo municipio, y el otro la rechaza. La caja detrás de una lucha sin cuartel
A 450 kilómetros de la capital bonaerense hay un conflicto que ha puesto en veredas contrarias a dos jefes comunales: el radical Daniel Molina, de Necochea, y el kirchnerista Hugo Rodríguez, de Lobería. El motivo es la autonomía de Quequén, que el primero promueve y el segundo rechaza.
La división administrativa en la región ha sufrido varias mutaciones desde que se inició el reclamo, en 1933, aunque el meollo del conflicto se desató en épocas de la última dictadura militar, cuando, a través de los decretos 9.327/79 y 9.710/81, se decidió en forma inconsulta anexar el casco urbano de Quequén al partido de Necochea.
El presidente de la comisión Quequén Libre, José Luis Gavilán, sostiene que “las tierras que eran del ejido urbano de Quequén pasaron a Necochea, y la parte de las sierras, a Lobería. Lo que queremos es que nos las devuelvan y que tengamos partido propio. Históricamente a esas tierras las manejó Quequén”.
Esa extirpación generó que el sector rural de Quequén haya quedado separado de la parte urbanizada, una franja en cada partido.
La superficie actual del pueblo es de 4.500 hectáreas, aunque, con el territorio que hoy domina Lobería, la extensión del nuevo distrito crecería en cien mil hectáreas más.
La postura de Necochea “es la de acompañar el reclamo de autonomía. En 2004 hicimos una consulta popular no vinculante, en donde más del 90 por ciento de la comunidad la quería”, dice el alcalde Molina.
La respuesta del intendente de Lobería es que “Molina ha actuado en forma irresponsable. Cuando comenzó todo esto parecía que no iba a tener mayor repercusión que la consulta a la que acudió muy poca gente, creímos que no iba a avanzar, pero continuó por la actitud demagógica del intendente, que ha estado fogoneando a los vecinos”.
El malestar de Rodríguez es porque entiende que su par se quiere sacar un problema de encima: “El reclamo de la gente es entendible, porque no recibe servicios ni tiene recursos asignados. La solución tiene que llegar desde Necochea. En su momento lo tomaron porque lo querían; ahora, atiéndanlo”. Molina dice que sobre las tierras de Lobería “no opinamos porque no corresponde”, aunque el vecino lo señala como uno de los motores del reclamo.
En Lobería no están dispuestos a negociar. “Hemos sido víctimas de dos cercenamientos: cuando se creó General Alvarado, que perdimos 35 mil hectáreas, y cuando adosaron Quequén a Necochea, con 4.500 hectáreas. No admitimos que nos toquen un metro más de tierra”, concluye Rodríguez.
La Legislatura deberá determinar si aprueba o no el proyecto de autonomía, el cual, por el momento, es una incógnita. La discusión recién está en su primera etapa.
Por ahora, tres pueblos y dos intendentes pelean en un conflicto que, tal como pinta, dejará algún herido.
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