14 de noviembre de 2025
EN ROJO
Industria textil en crisis: suspendieron a 175 trabajadores de una reconocida fábrica en Mar del Plata
Tras una audiencia en Trabajo, Textilana S.A. aplicará suspensiones hasta marzo de 2026 con salarios recortados y en un escenario nacional marcado por la caída de la producción y el avance de la importación de prendas.

La crisis de la industria textil volvió a golpear de lleno a Mar del Plata. La tradicional empresa Textilana S.A., responsable de la emblemática marca Mauro Sergio, confirmó la suspensión de 175 de sus 250 operarios desde este lunes 16 de noviembre y hasta el 31 de marzo de 2026. La medida, que terminó de definirse luego de una audiencia convocada por el ministerio de Trabajo de la Nación, representa otro impacto en una planta que ya había despedido a alrededor de 150 trabajadores a mitad de año.
Las negociaciones entre la firma y los representantes gremiales se extendieron durante varios días, con idas y vueltas para morigerar los plazos y las condiciones del acuerdo. Finalmente, las partes consensuaron un esquema de suspensiones que afectará principalmente al personal de producción de la planta ubicada sobre la Ruta 88. Los afectados percibirán solo el 78% del salario de bolsillo y el aguinaldo en dos cuotas, un recorte que se siente aún más en un contexto de pérdida generalizada del poder adquisitivo.
Si bien Textilana emplea también a trabajadores de mantenimiento y a quienes se desempeñan en los locales de venta al público, por el momento las suspensiones no alcanzarán a esos sectores. La empresa, que llegó a contar con 1.200 empleados en sus mejores épocas, inició un proceso de ajuste sostenido que la redujo a unos 400 puestos a comienzos de 2024, y que desde entonces continúa a paso firme.
El caso de la fábrica marplatense es un reflejo de lo que sucede en la actividad textil en todo el país. Según los datos del sector, la producción se desplomó 18,1% en agosto de 2025 respecto del mismo mes del año anterior y la utilización de la capacidad instalada cayó a un 41,5%, dejando amplias áreas ociosas.
En paralelo, el empleo formal se redujo a 108.000 puestos, lo que implica la pérdida de 5.000 trabajadores en solo un año, empujado por un mercado interno debilitado y el avance de la ropa importada.
La combinación de ventas en baja, costos que no dejan de aumentar y una competencia externa que gana terreno dejó a empresas como Textilana frente a decisiones cada vez más drásticas. Y en una ciudad donde el empleo industrial es una pieza clave, las nuevas suspensiones vuelven a encender las alarmas.