10 de junio de 2025
EXPECTATIVA
Una tarde de espera ansiosa, devoción por “la jefa” y la grieta de siempre
Con la posibilidad de que el fallo de la Corte salga de un momento a otro, cientos de militantes, con mayoría de La Cámpora, se congregaron frente al edificio partidario para apoyar a Cristina Fernández de Kirchner.
Con el eventual fallo de la Corte pendiendo como una espada de Damocles sobre la cabeza de Cristina Fernández de Kirchner, cientos de militantes peronistas se concentraron esta tarde frente a la sede del Partido Justicialista (PJ), que conduce la expresidenta, en Matheu 130, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Con las banderas de La Cámpora como detalle omnipresente, los congregados frente a la sede partidaria entonaron cánticos, entre los que predominó el que dice “¿Cuánto les falta para entender que no fue magia, nos conduce una mujer?”, aunque también afloraron algunos que apuntaban contra el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, también presente en el lugar, y más tarde, otro con insultos hacia Mauricio Macri y Héctor Magnetto, propietario del Grupo Clarín. La multitud también cantó el Himno Nacional.
En el lugar, La Tecla alcanzó a registrar un diálogo entre tres militantes, un hombre y una pareja de hombre y mujer, que hablaban sobre las tensiones internas que volvieron a aflorar aun en este momento clave.
–Estos boludos de La Cámpora lo único que hacen es puteae a Axel –dijo el hombre solo.
–Yo lo amo a Axel –comentó la mujer.
–Todos lo amamos a Axel, y estos boludos lo putean.
–Preguntale a él –repuso la mujer, señalando a su marido, que cargaba a un nene, presumiblemente el hijo de ambos–. Siempre me dice lo mismo: que es lo mejor que tenemos. Nosotros somos de Esteban Echeverría y ahí lo quieren todos.
Kicillof, dicho sea de paso, se fue del lugar después de las 16.30, para coordinar algunas acciones acordadas dentro del edificio partidario. No se descartaba que luego volviera a Matheu 130.
En una tarde fría, y cuando empezó a circular el rumor de que el fallo “ya estaba”, hubo llantos y expresiones de desazón. De todas maneras La Cámpora había convocado a acompañar “día y noche” a la exmandataria, y se preveía que si la decisión se demoraba, los militantes harían una vigilia frente a la sede del PJ.