Argentina
Domingo, 28 abril 2024
NOTA DE TAPA
3 de enero de 2024

Axel Kicillof y Javier Milei protagonizan una guerra de modelos

Provincia y Nación encaran una batalla de proyectos antagónicos con actores que buscan consolidar poder. La reestructuración del peronismo tiene al gobernador bonaerense en el centro de la escena. Los desafíos del Presidente en medio de la profunda crisis económica

Por S. Reyna, F. Messina y A. Sosa

La crisis permanente en la que se encuentra envuelto el país recibe al 2024 con rupturas y continuidades en el escenario político. La reconfiguración del cuadro de situación con la llegada de Javier Milei a la presidencia de la Nación trae una infinidad de elementos inciertos. El peronismo busca plantarse como principal opción opositora, al tiempo que gana centralidad Axel Kicillof desde la provincia de Buenos Aires. El Presidente y el Gobernador, las figuras que encarnan una batalla de modelos opuestos.

La irrupción de Milei como elemento aglutinador de la bronca ante el fiasco que fueron los gobiernos anteriores abre puertas hacia un paisaje que plantea una serie de grandes interrogantes. ¿Podrá la nueva administración nacional imponer su programa económico?, ¿Por qué una receta que ya fracasó varias veces podría generar soluciones?, ¿El peronismo es consciente de la gran responsabilidad que posee por la situación actual?, ¿Podrá emerger un nuevo líder desde las entrañas del justicialismo?, ¿Hay una salida al laberinto que proponen las dos alternativas en pugna?

Son solamente algunos enigmas que rondan por estos momentos en un ambiente en el que predomina el hastío de la sociedad con aquellos dirigentes políticos que ya gobernaron y no brindaron soluciones a millones de personas. La experiencia del Frente de Todos fue la gota que derramó el vaso. El Gobierno peronista que se proponía solucionar el desastre que dejó Mauricio Macri en el país solo cosechó desilusión y rechazo a la política. Como resultado, un outsider con pretensiones mesiánicas llegó a la Casa Rosada y ahora osa con romper los consensos democráticos.

La última vez que el Gobierno nacional y el bonaerense tuvieron signos políticos diferentes se produjo el “argentinazo” en diciembre de 2001. La historia ya es conocida: crisis eco-nómica, deuda con el Fondo Moneta-rio Internacional (FMI), un programa económico de ajuste, estallido social, muertes en manifestaciones y el “Que se vayan todos” como grito de guerra de un pueblo golpeado.

Poco más de dos décadas después, en un escenario con más similitudes que diferencias, Axel Kicillof y Javier Milei son dos de las figuras centrales en un país convulsionado. No solo son dos nombres con responsabilidad de gobernar la provincia de Buenos Aires y el país, respectivamente, sino que cada uno representa una matriz ideológica y política antagónica. El primero comienza a transformarse en la esperanza de un peronismo magullado, y el segundo es la nueva oportunidad que presentan los sectores liberales de apertura total de la economía y un Estado mínimo.

El gobernador bonaerense está llamado por varios sectores a liderar la oposición al Gobierno nacional. Por supuesto, encuentra resistencias internas, y Máximo Kirchner es uno de los que le presentan discusión. Asimismo, el rol de Cristina Fernández será fundamental para lograr consagrarse como conductor. Además de esto deberá lidiar con la carga negativa que dejó el peronismo tras sucesivas administraciones con malas experiencias. La construcción de nuevas melodías es la partitura que ensaya para intentar que el justicialismo vuelva a ser se-ductor para las inmensas mayorías. 

Cerca de Kicillof señalan que Cristina “va a estar expectante, va a replegarse un poquito. Va 
a dejar hacer, pero va a seguir siendo la jefa. A Axel lo va a cuidar, ni lo va a exponer ni lo va a quemar pidiéndole nada extraño”.

En cuanto a la disputa con Milei manifestaron que “Axel planta bandera pero no va a ir al choque, no vamos a ser nosotros los que vamos a salir a insultar al Gobierno nacional, por lo menos no en el primer momento”. Entonces lanzaron: “Hay compañeros que no tienen la responsabilidad de gobernar y que pueden hacer esa tarea”.

Al respecto, el politólogo Julio Burdman expresa que “Unión por la Patria está fragmentado porque fue derrotado en muchos sentidos, por lo tanto la idea de contraposición de modelos no se puede plantear todavía. Tampoco se sabe si Kicillof está en condiciones de resumir los discursos críticos hacia Milei, porque todo es muy incipiente”.

A su vez sostiene que, con las medidas que adoptó el Gobierno nacional, “va a haber muchos focos de discursos opositores, y todavía está vacante quién puede condensar todo eso junto”; por lo que deja el interrogante sobre cómo se va a ocupar el sillón de líder opositor.

Mientras tanto, Javier Milei ya eligió como su enemigo público número uno al gobernador bonaerense. Una decisión predecible. Construir legitimidad y volumen político en 
contraposición con uno de los máximos referentes el peronismo es una de las principales tareas que figuran en su extraño manual político. Su proyecto de país empalma casi sin diferencias con Mauricio Macri, y no solo desde el punto de vista económico. Varias voces señalan que “Milei es todo lo que Mauricio no se animó a hacer ni a decir”.

En ese sentido, el consultor político Daniel Ivoskus alerta que “hoy muchos comparan el proceso de Milei con el del menemismo, pero es un error garrafal. Pueden tener similitudes en cuanto a las formas, algunas líneas políticas y económicas, pero no tienen absolutamente nada que ver”.

Añade que “Menem pudo hacer lo que hizo porque tenía al Partido Justicialista con una estructura de gobernadores, legisladores e intendentes en todo el país, y Milei no tiene ninguna característica similar a eso”.

Más adelante asegura que “hay un error al afirmar que Milei representa al 56 por ciento de los argentinos, porque el voto se ordenó mucho más por estar en contra del Gobierno que a 
favor de Milei”. En ese sentido considera que “cuando eso sucede hay una inestabilidad electoral, y ahí se reflejan determinados problemas estructurales y de futuro para el Presidente”.

En este marco, la disputa política entre los dos proyectos primordiales se llevará a cabo en un escenario de crisis económica que impactará de lleno en grandes porciones de la sociedad. El accionar de Milei con el éxito o fracaso de su gestión será el principal ordenador del peronismo, que hasta el momento no logra definir un claro liderazgo.  Allí aparece Kicillof como una figura que gana terreno, pero todavía deberá sortear una serie de obstáculos internos para luego desplegar todo su repertorio. 


Axel Kicillof y Javier Milei protagonizan una guerra de modelos


JULIO BURDMAN
Javier Milei como factor para la construcción de un líder opositor

El politólogo Julio Burdman dialogó con La Tecla sobre la proyección política para el 2024 en un escenario en el que Axel Kicillof se posiciona en el peronismo en contraposición a Javier Milei. El accionar del Presidente como ordenador de un líder opositor y el desafío del Gobernador para emerger como conductor, bajo la lupa.

En ese sentido manifiesta que “Kicillof y Milei van a tener un debate de economía. Son los dos economistas y tienen pensamientos en las antípodas en muchos temas. El Gobernador va a poder convertirse en alguien que discuta con el Presidente”.

Asimismo señala que “el primer desafío que tiene Kicillof es unificar el espacio político del oficialismo provincial detrás de su liderazgo, y creo que lo está consiguiendo. Lo que le va a faltar, en todo caso, será proyectar su figura a nivel nacional, porque Unión por la Patria está fragmentado y sin liderazgo”.

Sobre el rol de Cristina Fernández de Kirchner considera que “no es mucho lo que puede hacer Cristina en este momento. Ella puede ayudar desde las sombras a aquellos que aspiran a ocupar una posición de liderazgo. Ella hoy no puede salir a ser la cara visible de la oposición”.

Más adelante se refiere a la figura del Presidente y su capacidad política. Entonces dice que “Milei es un enigma, porque hace algunas semanas hubiera creído que una de las cosas que se proponía hacer era quedarse con un pedazo del peronismo, pero la unión con el macrismo y la avanzada contra los sindicatos le complican eso que presumía”.

Ante esta situación, Burdman sentencia: “Va a abrir la puerta a que se acelere la construcción de un liderazgo peronista opositor”. En ese aspecto alerta sobre el accionar del jefe de Estado como puente para unificar a las distintas tribus del justicialismo.

Para finalizar, el politólogo adelanta que el Presidente Javier Milei “puede lograr una cierta estabilización en la macroeconomía, lo que podría ser un gran triunfo para ellos”. Sin embargo advierte que “en cuanto a la situación política y social se viene un año muy complicado”.



DANIEL IVOSKUS
La disputa del presente para definir el liderazgo del futuro

El consultor político Daniel Ivoskus evalúa el escenario político en función de la disputa actual y traza lineamientos en torno al surgimiento de nuevos líderes. En ese sentido asegura que tanto Axel Kicillof como Javier Milei ”son los dos actores centrales de la política”. Además opina que el éxito o fracaso del Gobierno nacional será el ordenador político de la etapa actual.

En ese sentido indica que “Milei ya definió que va a confrontar con Kicillof, y el Gobernador bonaerense tiene una gran oportunidad de proyectarse a nivel nacional porque es un dirigente del AMBA en términos de opinión pública”. 

Por ese motivo explica que “los dos se van a retroalimentar y habrá una disputa que va a estar marcada fundamentalmente por si al Gobierno de Milei le va bien o mal”. Entonces detalla que “si le va bien al Presidente va a tener una pulseada importante con el Gobernador, pero si empieza a tener problemas, Kicillof se va a constituir rápidamente como un líder ya nacional y no de la provincia de Buenos Aires o del AMBA”.

A su vez, sobre la espalda polí-tica del jefe de Estado y su gestión, Ivoskus vaticina que “cuando avancen los meses y la cosa no empiece a funcionar va a empezar a tener desequilibrios internos. Cuando uno toma la decisión de ser tan personalista en la construcción y comunicación, como es el caso de Milei, depende de una sola persona, que es 
él mismo”.

En cuanto a las diferencias en el peronismo al tiempo que busca un nuevo conductor afirma que “en la construcción de poder siempre hay tensiones, y habrá una etapa de reacomodamientos. Hay que poner la lupa sobre si van a tener la inteligencia suficiente para poder armar algo distinto, que contraste con lo que hay”. Luego sentencia: ”El éxito o el fracaso de Milei va a ser el ordenador político”.

Finalmente el analista sostiene que “la clave para definir el liderazgo del futuro es la disputa del presente, y qué narrativa vence de-penderá de los resultados que tenga el Gobierno de Milei”.



SONDEOS PARA TODOS
El termómetro de las encuestas

A días de que finalice el 2023, la consultora Zuban-Córdoba publicó un informe que causaría preocupación en Javier Milei, su imagen positiva cayó más de un punto por día. Desde la consultora señalan que, dicha caída en la imagen del Presidente “es la pérdida de diferencial positivo más acelerada de la que tengamos registro”.

Además de su imagen personal, el colapso se lleva consigo todo su sistema de ideas y sus medidas de gestión. Por ejemplo, el mega DNU, uno de los principales caballos de batalla del mandatario para las reformas en el Estado, cosecha un 51% de rechazo. 

Por su parte, la consultora Taquion realizó un relevamiento de las redes donde tanteó los sentimientos, percepciones y comportamiento de los usuarios. Allí pudo medir el impacto del anuncio del DNU y las medidas posteriores en la animosidad de la población. El DNU tuvo 1,8 millones de referencias en el entorno digital. Un número mucho mayor a las 740 mil menciones de Milei en las elecciones generales y los 1,2 millones recogidos en las elecciones en el balotage.


Axel Kicillof y Javier Milei protagonizan una guerra de modelos


GUSTAVO MARANGONI
“No veo a Kicillof como conductor del peronismo a nivel nacional”

El consultor opina que el gobernador bonaerense no es potable para conducir al peronismo 
en su rol de oposición porque “la narrativa kirchnerista está agotada”. Sin embargo sostiene que es un buen referente para la provincia del 37 % del padrón.

“Para un liderazgo a nivel nacional me parece que se tendría que deteriorar muy grave y fuertemente el Gobierno de Milei para que una cosa así pueda entrar en la oposición”, considera Marangoni.

El analista vaticina un 2024 “política y económicamente tormentoso”, y asegura que el territorio bonaerense estará “en el centro de esa tormenta”, debido al ajuste que realizará el Gobierno nacional en materia de transferencias discrecionales a las provincias, el aumento en los precios de la canasta básica y el retiro de los subsidios tanto en la energía como en el transporte.

“Cuando aumentan los alimentos, cuando pierde el salario real, cuando cae el empleo y el nivel de actividad, los centros urbanos sufren mucho más que otras regiones, sobre todo los conurbanos. Y el Conurbano bonaerense, por dimensión, se supone que va a estar muy estresado”, agrega.

A su vez asevera que el Gobierno ha elegido explícitamente a Axel Kicillof como el enemigo público número uno. No solamente por ser el gobernador bonaerense, sino también por sus diferencias ideológicas en economía. “Uno es el economista ortodoxo, antiestatista, liberal a ultranza, y el otro es el estereotipo del keynesiano, estatista y regulador”, sentencia.

En ese sentido, al ver que los gobiernos nacional y provincial tienen dos modelos económicos distintos, Marangoni no avizora un buen futuro en cuestiones estructurales. Expresa que los próximos meses serán de una “estanflación más profunda”, con mayor nivel de caída de la actividad y más aumentos de precios con presión tributaria.

Para el analista existe un contexto “donde hay una nueva grieta”. Y añade: “Ya no está Cristina, pero ahora hay una grieta, a partir del nuevo Gobierno, que ha decidido 
acelerar a fondo con esta iniciativa”.


CARLOS GERMANO
El peronismo, en la búsqueda de un nuevo líder para su conducción

De cara a esta compulsa, el analista político Carlos Germano elige agregar un tercer actor a esta escena: Martín Llaryola. “Prima facie, dentro del pero-nismo aparecen dos figuras en 
la disputa que se viene, con un Kicillof empoderado después de las elecciones ante la derrota del peronismo a nivel nacional y donde la provincia de Buenos Aires quedó fundamentalmente como la representante del kirchnerismo”, asegura Germano sobre el destino del Gobernador.

A su vez reafirma el rol de Martín Llaryola en el rearmado del PJ: “Dentro del peronismo hay otros seguimientos que no comulgan o no creen que es etapa superada, que tiene pasado y presente pero que no tiene futuro, y en esa línea me parece que, al menos en estos primeros meses poselecciones, el nuevo gobernador de Córdoba em-pieza a buscar un lugar en el escenario nacional”.

Con respecto al peso de los expresidentes y al manejo de los hilos en el armado político que se viene, Germano considera que “tanto Cristina Kirchner como Mauricio Macri siguen 
teniendo un peso relativo con liderazgos minoritarios, ya no son líderes que puedan construir mayorías. Yo veo dirigentes que están en una etapa, que también tienen pasado y presente, pero que cuesta mucho generar futuro”.

En este contexto, el analista considera que el PRO se encuentra muy desarticulado, con un sector que forma parte del Ejecutivo nacional, encabezado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien sigue siendo presidenta del partido. Una parte del rompecabezas dominada por Mauricio Macri y una tercera sección con in-tenciones de tener liderazgo, con el ex jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, al mando. 

Este escenario “es uno de los grandes valores agregados que tiene Javier Milei”. No hay “liderazgos fuertes y consolidados en la política en Argentina”, por eso la figura de Cristina Kirchner “queda circunscrita a la provincia de Buenos Aires”.

Es ahí donde entra la figura del cordobés, quien encarna la visión de “un peronismo federal”, y que “ese sentir federal” fue la manifestación de Juan Schiaretti en la campaña electoral. 
En este marco, Germano ubica a Llaryola como aquel que puede disputar el “poder entre Cristina y Macri”.


Axel Kicillof y Javier Milei protagonizan una guerra de modelos


GRANDES DIFERENCIAS
En veredas totalmente opuestas

Las diferencias que existen entre el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el presidente Javier Milei, son más que evidentes y residen en una infinidad de aristas. El principal antagonismo tiene que ver con la matriz ideológica que posee cada uno y eso deriva en sus programas de gobierno.

El manual de Kicillof está vinculado con un Estado presente, lo que se conoce como de bienestar; protección de la industria nacional; regulación de la economía; ampliación de acceso a derechos en áreas sensibles como salud, educación, cultura, deportes, impulso a la producción; progresividad en los impuestos, entre otros aspectos.

Por su parte, Milei aboga por la apertura total de la economía y su desregulación; liberación de importaciones; librecomercio; un Estado que deje de intervenir en el mercado y servicios esenciales como educación y salud; impulso a las privatizaciones de las empresas públicas.
En este sentido, encarnan modelos que se encuentran a años luz de distancia. 


ANIBAL URIOS
Milei en modo “veranito” y Kicillof estudiando el tablero

Aníbal Urios, responsable de la Consultora DC, sostiene que Javier Milei disfruta el “veranito” del apoyo de la población que le otorgó el triunfo electoral. Y que este mismo, “si lo sabe usar bien” convertirá al Presidente en un “faro” al que muchos de los gobernadores usarán de guía. 

Por otro lado ve complicado el futuro político del gobernador Axel Kicillof. “Está entre la espada y la pared, es el último bastión kirchnerista que serviría para marcar un modelo que pueda decir ‘esto o nosotros’”, señala. 

En este contexto esto deja al Gobernador en “una encrucijada”, puesto que “lo enfrentan con un gran porcentaje de la sociedad” que todavía encuentra simpatía por la figura del nuevo Presidente. En este sentido Axel Kicillof “tendrá que usar ese balance, elegir qué discusiones políticas sí y qué otras no”.
 
A su vez no puede permitirse el lujo de “jugar a ser el alter ego” de Cristina Kirchner. Deberá encontrar la manera de “hacer lo contrario” sin romper con sus bases. El consultor indica que es “Milei y nada más, siempre lo fue”; mientras que ve a un Macri “diluido” en su rol de titiritero, posición en la que se lo pudo ver en la designación de cargos para el nuevo Gobierno nacional. 

Además observa que el presidente de la Nación “no tiene grandes figuras alrededor”, salvo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien es el personaje de “más peso”. Urios afirma que “la figura descollante” es el Presidente, “todos los que iban con la boleta de Avanza Libertad” en comparación a los que no “perdían como locos”.

En este aspecto Kicillof tiene “un gran problema” al encontrarse en la posición de “paraguas” y resguardo de un modelo antagónico al libertario, y porque, a su vez, “tiene que discutir con Máximo, con Cristina” y “quizás con Massa”.

Por último observa que Javier Milei “está marcando la cancha”, como sucede con la “tarifa Kicillof e YPF”. “Reconoce que quien tiene mayor caudal de votos” es Axel Kicillof, y que eso supone una pronta “discusión de modelos”. Aun así, más allá de esta posición de jaque, Kicillof “es bastante vivo, sabe leer el juego”, sella Urios. 


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