Argentina
Sábado, 27 abril 2024
NOTA DE TAPA
10 de octubre de 2023

Escenario político y social todo roto

Las coaliciones hacen esfuerzos para llegar a las elecciones sin terminar de quebrarse, pero atraviesan fisuras internas que vaticinan una inmediata reconfiguración del sistema político. Los escándalos en el oficialismo y el factor Macri en JxC

Por Andrés Sosa y Laura Funes

“La gente ya estaba puteando a toda la política, todo esto que pasó no hizo otra cosa que confirmarle todas las sospechas sobre la dirigencia”, aseguró un jefe político distrital del peronismo con asiento en el interior bonaerense. Una aseveración que pinta de cuerpo y alma la unanimidad que existe al momento de caracterizar el escenario que se vive a pocos días de las elecciones del 22 octubre. El sistema político se muestra desnudo ante casos como el de Julio “Chocolate” Rigau y el de Martín Insaurralde, mientras grandes mayorías transitan sus penurias ante problemas no resueltos por parte de los distintos gobiernos. La crisis desatada hace crujir internamente a las principales coaliciones y acelera un proceso de reconfiguración en el tablero. 

La palabra ruptura en estos momentos es una de las más utilizadas en la vida interna de Unión por la Patria (UP) y de Juntos por el Cambio (JxC). Y no solo para referirse a la relación entre la sociedad y las alternativas políticas tradicionales, sino también cuando hablan de sus situaciones intestinas -sobre todo en la alianza opositora-. En el fango fétido de un sistema que parece cada vez más obsoleto también comienza a enterrarse La Libertad Avanza (LLA), que en su corto trayecto perdió su disfraz novedoso para mostrar su verdadera faceta.

En UP preocupa que las relaciones entre Axel Kicillof y Máximo Kirchner estén en su peor momento. Varias fuentes aseguran que hay un vínculo roto y ya no usan eufemismos para graficar la situación, más allá de alguna que otra foto diplomática en la que se los vea 
juntos durante la campaña. El affaire Insaurralde resquebrajó más la confianza entre ambos. “Quedó demostrado que no lo elegiría nunca para su gabinete y que se lo impusieron”, confesó un dirigente cercano al Gobernador. 

Además, el PJ bonaerense comienza a ser un botín que ya provoca tironeos, y varios miran al mandatario provincial con buenos ojos. Al mismo tiempo, desde el entorno de Máximo ya hablan de una posible renovación y reconocen que es una posibilidad que el líder de 
La Cámpora no vaya por la reelección en la conducción del partido. 

En JxC la situación es sumamente crítica y los propios protagonistas del espacio ven un futuro sombrío. La guerra desatada en las PASO profundizó el curso de la descomposición entre sus componentes. No son pocos los que aseveran que Mauricio Macri es el principal responsable, y no solo lo asocian al enamoramiento que muestra con Javier Milei, por lo que la ruptura de la coalición sería cuestión de tiempo.

Algunos aventuran que el expresidente ya tiene en mente reagrupar a una nueva tropa para empalmar con los ultrarreacionarios de LLA. También Jorge Macri sería otro de los que arma-rían su propio campamento, y los radicales comienzan a ensayar una salida por el centro. Por su parte, Horacio Rodríguez Larreta se lame las heridas y empieza a pensar en su futuro. En tanto Patricia Bullrich no logra detener su caída y se siente abandonada por quien presidiera Boca Juniors. Por el lado de los peronistas (Emilio Monzó, Miguel Pichetto y Joaquín de la Torre, entre otros) empiezan a pensar en un espacio por fuera de JxC y equidistante de UP y LLA. 

El experimento que tiene a Milei como máximo exponente también presenta sus fisuras y no escapa a la crisis generalizada existente. El engendro -del que nadie se hace cargo- está diseñado con elementos provenientes de la “casta”, que tanto denuncia el polémico economista; desde dirigentes políticos, empresarios y hasta sindicalistas con pasado en distintas expresiones que ya gobernaron. La tensión se marca continuamente con los planteos que amenazan con la ruptura de los consensos de la democracia en función de una mirada en favor de la última dictadura cívico-militar. Aparte de las soluciones mágicas, que son cada vez más evaluadas seria-mente por la población, la defensa explícita a los genocidas también los pone en tela de juicio.

En este marco, el director de Circuitos Consultora, Pablo Romá, en diálogo con La Tecla consideró que “hay discusiones en los espacios, y si bien las campañas tratan de homogeneizarlas, eso es difícil a veces. En Juntos por el Cambio es donde más se nota esa situación. 

La interna fue muy dura, rompió muchos territorios y también dejó muchos heridos. A Patricia Bullrich le está costando unir eso que se dividió para la PASO”.  Además analizó: “Es probable que no sigan unidos si Bullrich no entra al balotaje. Hay sectores que ven como posible apoyar a Massa, sobre todo algunos del radicalismo. Pero esto es en la superestructura, después hay que ver qué pasa por abajo y cuáles son las presiones de la base social”.

Asimismo, sobre el oficialismo indicó que “obviamente hay una crisis en el peronismo, hay un proceso de dispersión muy grande. El corrimiento de Cristina Fernández de Kirchner con 
respecto a ser la única que tome las  decisiones genera una crisis, porque no hay alguien que pueda ocupar ese lugar”. 

En ese sentido el sociólogo advirtió: “Si Massa no llega a ganar, puede que el proceso de dispersión continúe. Pero más allá de las formas que adopte, el peronismo entiende que si no hay unidad es muy difícil”. Además, sobre las disputas en el kirchnerismo, remarcó: “A La Cámpora le está costando mantener ese lugar de centralidad polí-tica porque sin Cristina se les achica mucho el margen, y hoy crecen en términos de centralidad Kicillof y Massa”.

Por su parte, mascullando bronca, un integrante del Partido Justicialista bonaerense afirmó: “La gente está asqueada”. Luego agregó que la población no se mueve un centímetro de su pensamiento sobre que “hay una casta que arrasa con todo, que no deja nada y que se da lujos de millonarios”. Entonces disparó que, a raíz de los últimos acontecimientos, “la onda expansiva es inconmensurable, y también hay que sumar la situación económica”.

Sin dudas, el panorama tiene un presente tormentoso, en el que la dirigencia política tradicional no solo no logra ofrecer soluciones a la población, sino que, además, se encuentra -con matices y grandes diferencias- en procesos internos de crisis. La situación se agrava ante una economía que asfixia cada vez más a las grandes mayorías, la perspectiva de futuro no aparece y en pocos días deberán ir a las urnas para decidir cómo continuar. Lo viejo no termina de morir y lo nuevo no logra nacer, mientras tanto está todo roto. 


Escenario político y social todo roto


JUNTOS POR EL CAMBIO
El juego de Macri pone en tensión la convivencia de la alianza

En Juntos por el Cambio se viven momentos difíciles y los números de las encuestas no parecen mostrar un futuro prometedor para la principal alianza opositora. Pese a que ha tenido grandes resultados electorales en muchas provincias, lo cierto es que Patricia Bullrich no logra remontar vuelo y posicionarse de manera clara para llegar a una segunda vuelta, en 
la que los especialistas anticipan una aguerrida pelea entre Javier Milei y Sergio Massa. 

Puertas adentro de la coalición, la posible ruptura empieza a hacerse cada vez más visible. El expresidente Mauricio Macri volvió a tensionar la cuerda al asegurar que Juntos por el Cambio sería un socio importante de La Libertad Avanza si finalmente esta gana las elecciones. Estas declaraciones no solo calaron hondo en la candidata presidencial del espacio, sino también en los demás partidos que integran la sociedad política. Uno de ellos es el radicalismo, que ya puso sus reparos a un eventual respaldo al economista libertario, quien considera que Raúl Alfonsín fue el peor Presidente de la historia argentina. 

“Si gana Milei se reconfigura todo el escenario político, sin lugar a dudas”, confió un dirigente radical del interior a La Tecla. En el monzoísmo, la postura es bastante similar. El propio Emilio Monzó expresó recientemente que “si gana Milei, esto está estallado. Este sistema del 2001, 2003, está terminado. Se rompen Juntos por el Cambio, el peronismo y todo lo que conocemos”.

Pero el problema mayor podría aparecer si Juntos por el Cambio no llega a entrar en una segunda vuelta, porque los dirigentes y partidos que conforman la alianza empezarán a posicionarse por uno u otro candidato, y allí empezará a rearmarse la coalición.

Por ahora, en el PRO no quieren dar señales de una posible ruptura y mantienen el discurso victorioso. “Vamos a ganar, la Provincia y la Nación, y vamos a ser once gobernadores que le daremos un sustento territorial al programa de Patricia. 

Algo importante: si no llegamos a la mayoría absoluta vamos a estar cerca, muy cerca de la mayoría en la Legisla-tura, con lo cual, el 11 (de diciembre) mismo vamos a empezar a implementar todos los programas del Gobierno, con los cuales nos vamos a ir preparando, tanto para la Provincia como para la Nación”, señaló el candidato a Gobernador de Juntos por el Cambio, Néstor Grindetti, a La Tecla. 



UNION POR LA PATRIA
Entre demonios internos y la batalla por sostenerse en el poder

Fueron días pesados para Unión por la Patria (UP), al que, mientras lidia con el fracaso del Gobierno nacional, le estalló una bomba en la cara en plena disputa interna en un proceso electoral para nada simple. 

En la Gobernación bonaerense elaboraron un operativo blindaje para Axel Kicillof, que también alcanzará a Sergio Massa, para evitar que las esquirlas hundan las esperanzas hacia el 22 de octubre. Sin embargo, los fantasmas comenzaron a rondar y desde algunos sectores hacen circular la versión de la presencia de enemigos internos que atentan contra la reelección del Gobernador. “Parece que Máximo está jugando para perder la elección”, sentenciaron desde un campamento con peso político en la Provincia. 

En el entorno de Kicillof intentan bajar el tono a la disputa interna, pero no la desconocen y buscan enfocarse en el 22 de octubre. De hecho admitieron que no hubo comunicación con Máximo Kirchner antes, durante ni después de la salida de Martín Insaurralde del gabinete. 
Desde el círculo del líder de La Cámpora saben que existen enojos de varios dirigentes, y también ponen paños fríos. 

El clima es tirante y, más allá de la foto que mostraron en La Matanza (Kicillof, Máximo, Massa, Magario y Espinoza), ya es indisimulable la tensión.

“Ya no hablaban casi, imaginate después del yategate, que confirma que Axel tenía razón”, dijo a La Tecla un dirigente del peronismo con terminal ministerial ante la con-sulta sobre el vínculo político entre Kicillof y Kirchner. Lo que antes se negaba rotundamente pasó a ser un rumor con el tiempo y ahora ya no se esconde. 

Del mismo modo, tras la caída en desgracia de Insaurralde y ante la catarata de  críticas internas que fluye contra el ex jefe de Gabinete, se retroalimentan las broncas. Entonces tampoco se descarta que “caigan otros” en posibles carpetazos.  El trascendido está, como también los temores a que, efectivamente, suceda y se agigante una bola de nieve. 

“Esto demuestra que en política hay que ser paciente y esperar”, sostuvo un jefe comunal con afinidad al Gobernador en relación a cómo se puede configuar el mapa. El daño recibido por los escándalos, toda-vía no puede ser dimensionado por el oficialismo, solo saben que habrá consecuencias. 

El camino hasta el 22 de octubre estará manchado por tal situación, y el objetivo es no perder la iniciativa ni quedarse detenidos en la interna existente. El lunes 23 será otra la historia en territorio bonaerense; por lo pronto intentarán llegar a la orilla entre codazos y el temor latente a naufragar en las aguas turbias de la crisis.


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LA LIBERTAD AVANZA
Una dispersión actual que pone dudas sobre su continuidad

La unidad de la alianza libertaria está condicionada, como todas las demás, a su desempeño electoral; pero, a diferencia del resto, depende exclusivamente de su líder, Javier Milei. La falta de estructura territorial la hace más permeable a una posible desintegración poselecciones, en caso de una derrota, claro está.

Por el momento, las principales diferencias que se avizoran dentro del frente libertario son de corte ideológico. No todos los dirigentes/militantes de La Libertad Avanza coinciden en la negación de los 30.000 desaparecidos y la idea de que la represión de las Fuerzas Armadas durante la última dictadura militar se trató de un “exceso”. Tampoco hay consenso en base al calentamiento global, la venta de órganos humanos o el sistema de vouchers para la educación pública. 

El alineamiento de La Libertad Avanza es más bien económico, en base a la idea de la dolarización, el cierre del Banco Central y otras políticas monetarias que son la base de la construcción del espacio.

Los antecedentes no le hacen ningún favor. En la Legislatura bonaerense, por caso, la dispersión es tal que los únicos tres diputados que tienen juegan en tres bloques distintos: La Libertad Avanza, Libre y La Libertad Avanza PBA. Es que algunos entraron al parlamento bonaerense de la mano de José Luis Espert, quien ahora forma parte de Juntos por el Cambio. 

Como si fuera poco, la candidata a Gobernadora del espacio, Carolina Píparo, integra un monobloque en la Cámara de Diputados de la Nación, llamado Buenos Aires Libre, un desprendimiento de Avanza Libertad, la bancada que formó con Espert tras romper con Juntos por el Cambio y desembarcar en el Congreso de la Nación. 

Es decir que Píparo ni siquiera aunó fuerzas con quien es, en teoría, su líder político, Javier Milei, que, junto a su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, dio vida a La Libertad Avanza. Más dispersos, imposible. 



GUILLERMO KANE - FITU
“Esto es parte de un régimen político a espaldas de la población”

El Frente de Izquierda Unidad atravesó su proceso de elección interna en las PASO al igual que Unión por la Patria (UP) y Juntos por el Cambio (JxC). Del mismo modo no pudo escapar de rencillas entre sus protagonistas, pero que luego fueron resueltas y ahora encaran el último tramo de la campaña unificados. 

La crisis política los encuentra en una tribuna en la que denuncian a sus contrincantes y buscan plantarse como una alternativa. No obstante deberán afinar la intervención para encontrar los caminos para superar el techo electoral y vencer a sus contendientes en las urnas. Por el momento, la bronca es canalizada a través del polémico Javier Milei y el desafío para el FITU es mayúsculo, y no solo se circunscribe al plano electoral.

En diálogo con La Tecla, el diputado provincial Guillermo Kane (PO) habló sobre la crisis política a raíz de los casos de Chocolate Rigau y Martín Insaurralde. En ese sentido aseguró que “esto, efectivamente, es parte de un régimen político a espaldas de la población, donde políticos que gobiernan para los empresarios millonarios viven como empresarios millonarios con los fondos del Estado y donde no hay un control popular, un control público del funcionamiento del Estado, ni una revocabilidad, ni se rinde cuentas”.

Agregó: “Esto es parte de una manera de gobernar que no responde a las necesidades populares”, y lanzó: “Evidentemente hay una guerra de carpetazos y está claro que hay una elección disputada a la Gobernación y empiezan a aparecer un montón de elementos que responden a una guerra en la Justicia, en los servicios de inteligencia y otros sectores que lleva muchos años y que acá tiene un nuevo round”.

Más adelante dijo que “la iz-quierda está por fuera de ese sistema de fuerzas tradicionales sostenido por los grandes empresarios y medios de comunicación en una relativa inferioridad de condiciones. Vamos a una gran pelea para reforzar, en este contexto de bronca contra todo el régimen político, el voto al Frente de Izquierda. De entender que ese voto es el único que tiene una perspectiva de defender los intereses de los trabajadores en una etapa muy crítica que está enfrentando el país”.


Escenario político y social todo roto


CLIMA SOCIAL
Romá: “El pacto democrático tiene muchas dificultades”

Para el sociólogo y director de la consultora Circuitos, Pablo Romá, la realidad política 
repercute de manera directa  en una sociedad que, a su vez, también está atravesada por una ruptura. 

“Es un escenario complejo, complicado, porque se da en un contexto de crisis económica, y 
eso hace que haya inestabilidad, incertidumbre, pesimismo y humor social negativo en el electorado”, afirmó en diálogo con La Tecla. 

En este sentido, el especialista dio cuenta de la puesta en crisis de ciertos acuerdos democráticos, que parecían estar estancos, como verdades absolutas. Este punto quedó en evidencia cuando, en pleno debate electoral, el candidato de La Libertad Avanza volvió a poner en discusión la cantidad de desaparecidos durante la última dictadura y el rol del Estado en la represión. “Los acuerdos no son permanentes, se construyen en base a las relaciones de fuerza y hay que estar preparados para dar la discusión. Los acuerdos no son perennes, en algún momento viene alguien y lo discute, eso es así”.
 
Para Romá, el problema del kirchnerismo es que se aferró tanto al pacto democrático de la no violencia, más alfonsinista. “Encorseta un poco también las posibilidades de acción política de los sectores que quiere representar. De hecho hay violencia política. El intento de asesinato de Cristina Kirchner marca eso. Y la respuesta no estuvo a la altura, desde mi punto de vista; no porque haya que hacer un enfrentamiento vio-lento, pero creo que toda la lógica de abrazar el pacto democrático, lo que genera es que políticamente vos dejás sin  herramientas al sector que querés representar. Y ahí aparece otro con otras ideas, y es cierto que el pacto democrático tiene muchas dificultades, porque la democracia no es solamente desarrollar un procedimiento electoral cada dos años. La sociedad tiene otras necesidades y espera otras cosas, también, de la democracia. Y eso tiene un límite”.



 

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