N la dislocada etapa de cierre de listas, hubo horas de tensión en Unión por la Patria por la candidatura a la vicegobernación bonaerense, que finalmente se resolvió en favor de la actual ocupante del cargo, Verónica Magario, quien acompañará otra vez a Axel Kicillof en la fórmula provincial del oficialismo.
A pocas horas del final de plazo, una decisiva cumbre tuvo lugar en la residencia del jefe de Gabinete provincial, Martín Insaurralde, ubicada frente a la sede del Partido Justicialista provincial, donde se concentraba parte de la burocracia para presentar las listas. También hubo frenéticas reuniones en la Gobernación y en oficinas de la Legislatura.
A calle 54 se acercaron la titular de la Cámara de Diputados Cecilia Moreau y cerca de la confirmación se sumaron el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, además del Jefe de Asesores del gobierno, Carlos Bianco.
Uno de los temas que agitó al oficialismo por esas horas fue quién acompañaba a Kicillof como compañero de fórmula. En ese caso Insaurralde y Máximo Kirchner intentaron en la residencia del Jefe de Gabinete hacer algunos movimientos que permitieran una modificación en la fórmula, supuestamente en favor del Jefe de Gabinete bonaerense.
También terció Victoria Tolosa Paz, que al ver el río revuelto se tiró el lance de ganar ese espacio, pero eso quedó rápidamente descartado.
Hubo una cantidad infinita de reuniones, entre ellas una con Verónica Magario que apenas duró 15 minutos, y se sembraron dudas de su continuidad como candidata a vicegobernadora. al confirmar la fórmula, Kicillof dijo una frase que el equipo de la vicegobernadora repite desde hace tiempo: “Equipo que gana no se toca”. Kicillof y Magario ganaron esa pulseada interna.
En La Matanza, además, hubo un conflicto abierto porque le dejaron presentar lista para la carrera por la intendencia al Movimiento Evita, que lleva como candidata a la mujer de Emilio Pérsico, Patricia Cubría.
Además, luego del sacudón que significó el cambio de planes a nivel nacional, otro frente de tormenta se abrió a partir de las discrepancia marcadas por Máximo Kirchner, titular del peronismo bonaerense.
Según el acuerdo al que llegaron los sectores que integran la alianza oficialista, el diputado nacional renovaría como primer legislador por la Provincia, seguido de Victoria Tolosa Paz, Julián Domínguez y Juliana Di Tulio, además de Santiago Cafiero en quinto término. Éste último propuesto por el Presidente, lo mismo que la ministra de Desarrollo Social y el candidato a Vice, el "Chivo" Rossi.
Sin embargo, Máximo se negaba a encabezar la nómina si el canciller del gobierno de Alberto Fernández integraba a la lista. Así, Insaurralde y otros popes del peronismo provincial lo convencieron de que “afloje”, poniendo algo más de incertidumbre a la jornada, pero al final del día en ese escenario también fumaron la pipa de la paz.
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