Ayer, en lo que fue una jornada abrumadora para el Gobierno, el dólar blue llegó a tener un valor de 500 pesos para la venta, alcanzando un nuevo récord histórico. En ese marco, Sergio Massa, salió a poner paños fríos a la situación y advirtió a través de sus redes sociales que “vamos a usar todas las herramientas del Estado para ordenar esta situación y a usar a la Justicia Penal económica como vehículo de investigación y esclarecimiento de algunos comportamientos y a la UIF y a la CNV para el análisis de operaciones vinculadas al lavado de dinero”.
El titular de la cartera nacional de Economía informó que notificó a las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI) de las restricciones que pesaban sobre la Argentina y solicitó la rediscusión del Programa para poder intervenir en el mercado cambiario.
Mientras tanto, el oficialismo espera una señal de Cristina Fernández de Kirchner, que hablará mañana en el Teatro Argentino de La Plata, a la vez que, al igual que la oposición, concentra sus energías en una campaña donde priman los egos y personalismos.
En relación a lo expresado por algunos sectores del Frente de Todos y por el propio Massa, en diálogo con La Tecla, el sociólogo y director del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), Roberto Bacman, consideró que “hay una presión devaluatoria” y que “lo que hace la oposición en este caso, es meter más leña al fuego”.
Asimismo, consideró que hay dos factores que pueden incidir en esa disparada: “Hay sectores empresariales del rubro, sobre todo alimenticio, que exportan productos y granos y quieren un dólar a mayor precio. Para eso tiene que haber una devaluación, porque automáticamente van a crecer en los precios, esa es una posibilidad. La segunda posibilidad tiene que ver con esto que es común en Argentina, un país que no cree en su moneda, y que mucha gente (especialmente los empresarios) esté sacando la plata de los plazos fijos y ponga esas carteras en dólares”.
“El Gobierno tendría un dólar mucho más acotado y mucho más tranquilo si tuviese los dólares necesarios en las reservas. Es como una empresa sin caja, imposible que avance. Necesitas un crédito, alguien que te pueda financiar y la Argentina no quiere financiar más dinero, tampoco creo que le quieran prestar demasiado”, señaló Bacman.
En esa línea, el especialista admitió que si bien la situación los excede, “eso no quita que los políticos hoy están más preocupados en definir candidaturas que en mirar hacia dentro de la crisis estructural que hay, que es una baja importante en las imágenes positivas y por ende un crecimiento en la negativa de todos los candidatos independientemente del partido al cual pertenezcan. Incluido el propio Milei, que habla de la casta política, que también tiene más imagen negativa que positiva”.
No obstante, el líder libertario cuenta con 23 puntos de imagen positiva (uno de los que mejor mide) lo que, según Bacman, es “un fiel reflejo de la crisis de los partidos tradicionales”, aunque “tiene propuestas muy radicales, que a la gente le dan miedo, como sacar la educación obligatoria o la libre portación de armas”.
Coyuntura e impacto en las urnas
En otro orden, Roberto Bacman aseguró que es “esta coyuntura que hoy está ocurriendo en Argentina lo que aleja a la gente de la política, que es una inflación descontrolada que angustia muchísimo. No hay precios, entras a los negocios, te miran y te dicen ‘no te puedo vender’ o ‘no tengo’, guardan la mercadería porque no saben si la están vendiendo a un precio adecuado para después reponerla. No están hablando de ganar o perder, están hablando de poder sostenerse, que es mucho más grave”.
“El otro tema mucho más grave que es el que no mira la política desde hace bastante tiempo es lo que se llama en economía la puja distributiva, que es qué porcentaje del PBI va para los percentiles más altos y qué porcentaje del PBI va para los percentiles más bajos. Esto está en la peor ecuación de los últimos años, porque la Argentina por ejemplo pudo sostenerse antes del golpe en el 75’ en el rodrigazo porque había una buena puja económica. Era lo que llaman los economistas 50-50: había una buena distribución, a pesar de la inflación los sueldos eran importantes para la gente, alcanzaba. Si vos tenías laburo no eras pobre, hoy lamentablemente sí”, explicó.
“Estas cosas son las que la política no es que no está tomando. O quizá, no las puede resolver. Pero habría que pensarla seriamente y en todos los partidos”, agregó.
A modo de cierre, el director del CEOP analizó el impacto de la situación socioeconómica en las urnas. “El primer riesgo es la gente que no vaya a votar. Esto está pasando, hemos visto en muchas provincias que fue baja la cantidad de votantes, en Neuquén y Rio Negro sobre todo. Hay muchos votantes desilusionados tato por el peronismo como por Juntos por el Cambio, que este año o no van a votar o votan a Milei. La crisis de representatividad es muy evidente”, concluyó. |
