A una década de aquella nefasta jornada para La Plata, que dejó al menos 89 muertos y provocó innumerables pérdidas materiales, el recuerdo sigue vivo. Según datos oficiales, entre las 16 y las 19 se registraron 300 milímetros de agua de lluvia, lo que provocó la inundación de unas 3500 hectáreas entre la zona urbana y suburbana de la capital bonaerense, Berisso y Ensenada.
El ex juez Luis Arias, que estaba a cargo del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 1, recuerda aquel momento. “Fue una etapa muy difícil desde lo profesional, desde lo personal, desde lo judicial, desde todo punto de vista. Recibí esa causa el 5 de abril de 2013, se trató de un habeas data que presentó Julian Axat, defensor Penal Juvenil, una acción que tiene por objeto conocer en primer lugar la información pública, ejercer el derecho a la verdad y, eventualmente, modificar registros del estado lo que se hizo en la sentencia que dictamos en marzo de 2014”.
Trabas en la investigación
En referencia a los obstáculos que tuvo que enfrentar, señaló: “Estuvo plagada de complicaciones, en primer lugar, el ataque muy duro del ministro de Seguridad, de aquel entonces, Ricardo Casal que atacó directamente a Julian Axat, y a mí en la conferencia de prensa que se dio el día 6 de abril". Y agregó: “Después terminé padeciendo el propio hostigamiento del poder judicial, el poder judicial penal, jueces penales como el juez Atencio, interferían en la causa, se planteó un conflicto de competencia - sin haber visto el expediente-, lo cual paralizó la causa 15 días hasta que la Suprema Corte determinó que vuelva al fuero Contencioso Administrativo. Se trataba de saber la verdad, simplemente”.
La inundación, hoy
Desde 2021, el ex juez ocupa un lugar en el Consejo Deliberante Platense. El año pasado presentó el proyecto denominado Plan de reducción del riesgo de inundaciones (R.R.I). Al respecto aportó: “Hubo un informe de la UNLP (2019), que fue pedido por el municipio, punto por punto, barrio por barrio, había un protocolo de actuación que señala las zonas de peligro, de riesgo , en tal sentido, se presentó un proyecto darle fuerza legal a aquel informe; para que no quede archivado, y le permita al municipio utilizarlo, por ejemplo, para planificar la ciudad, para al momento de aprobar un proyecto, por lo menos, revisar si es una zona inundable o no, algo mínimo, que lamentablemente no se cumple”.
Informe de la UNLP
El estudio logró identificar con un inédito nivel de detalle los peligros existentes en cada barrio y manzana, y qué necesita la población que allí habita en caso de una emergencia. “Cada persona tiene derecho a saber el riesgo que corre en donde vive. Es importante que lo asimile, lo trabaje en grupo, en comunidad, y que obviamente se establezcan todas las medidas preventivas que se estipulan en el plan”, señaló en aquel momento el ingeniero hidráulico y civil, Pablo Romanazzi, responsable ad-hoc del proyecto.
El Plan cuenta con un manual específicamente diseñado para ser enseñado en escuelas, instituciones, clubes de barrio o asambleas vecinales. La intención es que cada platense sepa las vulnerabilidades que tiene el barrio donde vive, y qué debe hacer o dónde debe acudir en caso de inundación.
Concientización e información, para saber que hacer
A pesar de semejante experiencia vivida por la población, hace 10 años, surge inevitablemente el interrogante: estamos preparados para algo similar. En tal sentido, Arias señaló que “La mayoría de los platenses no sabe qué hacer ante la posibilidad que lo sorprenda una inundación”.
A continuación, describió algunas de las medidas que se plantearon, “pintar las columnas de alumbrado y las de la nomenclatura de las calles de distintos colores, acordes al grado de peligrosidad: rojo, naranja, amarillo, verde, también, fijar lugares de encuentros y refugios en cada zona vulnerable, de tal forma, que todos podamos familiarizarnos respecto de la situación de peligrosidad en la que estamos, porque somos una ciudad inundable”.
Dentro de las recomendaciones básicas relacionadas con la prevención de estos fenómenos naturales, enumeró “Construir nuestras casas por encima de la cota de inundación, respetar los humedales, respetar la naturaleza, convivir no luchar contra la naturaleza”. Finalmente, dejó una reflexión contundente “en determinado momentos tenemos que optar en esta ciudad; o favorece el negocio inmobiliario o favorecer la vida de la gente. |
