Luego de que el Tribunal le rechazara la posibilidad de ampliar su indagatoria, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner habló desde su despachó en el Senado a través de las redes sociales para demostrar "por qué le prohíben hablar en el juicio".
En una de sus primeras frases, remarcó que “la sentencia ya estaba escrita y no se me permite defender".
“Los fiscales pudieron leer su guión”, y “No se permitió televisar la declaración indagatoria", sostuvo.
"No tengo tanta experiencia frente a la televisión como otros dirigentes políticos", y "hubo una feroz campaña política y mediática frente a esta situación", suscribió.
“Nadie sabe de donde salen las cifras de las que se habla", y “nada de lo que dijeron se pudo probar, en realidad fue todo al revés de como lo decían", advirtió la Vicepresidenta.
“Yo no tengo experiencia mediática", señaló.
"La primera resolución que hace Iguacel es una auditoría en un sólo distrito, la Provincia de Santa Cruz”, y amplió que “Iguacel llegó en un patrullero de la Policía Federal a Vialidad de Río Gallegos. Una testigo fue intimidada”.
“Para redeterminar obras, se aplicó un decreto de Duhalde al 10%. Cuando asumió Macri se podían redeterminar con una diferencia del 5%”, y resaltó que “un testigo dijo que jamás podía declarar una obra con sobreprecios".
"Ninguna empresa tenia director técnico en cada obra", y expresó que “el interventor que Iguacel puso en el distrito con el patrullero dijo 'no encontré ninguna situación anómala'”.
"El interventor dijo que las demoras eran habituales en las obras”.
"Todos los testimonios propuestos por los fiscales colapsaron”, sostuvo Cristina Fernández de Kirchner.
“Clarín y La Nación, las dos naves insignias del lawfare, nunca cubrieron el desarrollo del juicio”, disparó la expresidenta de la Nación.
Además, deslizó que “nos enteramos que en el macrismo Pepin Rodríguez extorsionó a la procuradora Alejandra Gils Carbó con amenazas sobre sus hijas para que renuncie”, y lanzó que “afloró un sistema judicial totalmente compenetrado con los servicios de Inteligencia creado desde la Casa Rosada por Macri”.
"Pepín es el único dirigente político prófugo y no es peronista, nosotros nunca nos fugamos, nos quedamos en Argentina a dar cuentas", manifestó.
“Se va a demostrar que además de mentirosos y con ficciones, no trabajan, no leen las pruebas que recaban”, y confesó que “yo no tengo whatsapps con nadie".
“Los Abrojos era el corazón de la intimidad presidencial, escribió la biógrafa de Macri. Sólo estaban invitados allí los de mayor proximidad”, y reveló acerca del soterramiento del Sarmiento que “Nicky Caputo y José López hablaban con familiaridad”.
En ese sentido, amplió que "en 2016 le dieron $45 mil millones a la empresa de
Mauricio Macri", y se preguntó: "No se entiende por qué no investigaron el origen del dinero de López".
"Me llama la atención que Luciani no le haya llamado la atención la familiaridad que había entre López y Caputo", y luego se cuestionó: “¿Luciani no le preguntó a Caputo? Si se lo cruzaba en los vestuarios de Los Abrojos”.
"No me estoy horrorizando, pero me gustaría saber: ¿Cuáles son los criterios de Luciani y Mola?", y preguntó: "Para ciertos casos no hubo asociación ilícita pero para otros si, sigo insistiendo: ¿Qué criterios tiene Luciani y Mola?".
“Este partido judicial no solamente va a estigmatizarnos a nosotros a los peronistas, los kirchenristas, los nacionales, populares, como quieran llamarlos, sino que los va a proteger a ellos, porque los está protegiendo”.
"Si volviera a nacer haría todo tal cual lo hice".
"Mauricio Macri persiguió con todo su equipo de inteligencia espió ilegalmente a los familiares del Ara San Juan", e insistió en que "nadie sabe donde está la plata del FMI y no se dice nada".
"Esto no es un juicio a Cristina, es un juicio a los gobiernos peronistas, a los que ayudamos a la gente".
Qué había adelantado anoche en las redes
"Si algo faltaba para confirmar que no estoy ante un tribunal de la Constitución, sino ante un pelotón de fusilamiento mediático-judicial, es impedirme el ejercicio del derecho de defensa ante cuestiones que nunca figuraron en el acto de acusación del fiscal al que asistí durante 5 días en mayo de 2019", posteó la ex presidenta.
Y añadió: "Por ello mañana a las 11hs, a través de mis redes voy demostrar, justamente, por qué me están prohibiendo hablar en el juicio después del obsceno guión que montaron los fiscales".
La vicepresidenta había solicitado ampliar su indagatoria en el juicio que se lleva adelante en su contra y en la que la fiscalía solicitó 12 años de prisión e inhibición de ejercer cargos públicos de por vida, al encontrarla responsable de encabezar una asociación ilícita en perjuicio del Estado.
“Hoy más que nunca la sociedad reclama justicia y ustedes, señores jueces, son los encargados de dar a cada uno lo que corresponde. Una sentencia ejemplar puede ser el primer paso para restaurar la confianza de la sociedad en las instituciones”, señaló. Y añadió: “nuestro único objetivo fue buscar la verdad. Señores jueces, este es el momento. Es corrupción o justicia. Y ustedes tienen la decisión”.
El fiscal tuvo en cuenta una serie de agravantes para pedir la condena a Cristina Kirchner: la magnitud de los delitos cometidos, su poder de dirección para el resto de los acusados, los medios empleados, la extensión en el tiempo de daños, la calidad de los motivos de la maniobra y el “apartamiento de cualquier tipo de escrúpulos”.
En el último tramo de los alegatos, la fiscalía apuntó al presidente Alberto Fernández y habló de la “injerencia indebida” en el curso del juicio. Fue cuando recordó que sus palabras en torno a que “la cartelización de la obra pública es un problema histórico de la Argentina. El Estado es víctima de estos delitos, pero no hay que confundir el estado con las personas que ocasionalmente conducen o administran”.
En este marco, Luciani se refirió a las palabras de Alberto Fernández cuando habían detenido al a José López en 2016. “Le quisiera recordar que dijo públicamente que renunció como jefe de Gabinete por la corrupción en la obra pública”, señaló.
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