Las altas temperaturas y la bajante del río Paraná de este fin de semana hicieron que, al igual que en veranos anteriores, aparecieran las palometas. En este caso, más de 30 personas fueron atacadas y debieron ser atendidas por los cortes registrados, aunque la peor parte se la llevó una adolescente de 13 años, que terminó con un dedo amputado por la gravedad de la mordedura. |