Roberto Piazza: un artista golpeado por la pandemia y en crisis económica

El diseñador de moda de alta costura, Roberto Piazza, está atravesando un difícil momento personal, y anunció: “Estoy indignado por los aumentos”, narró que se le complica pagar todos los sueldos de sus empleados e impuestos sin poder trabajar. Según declaró esta mañana en LAM tiene una colección de 500 vestidos que confeccionó para su desfile previsto para antes de la pandemia.

Hace dos meses que el diseñador llegó a la Argentina debido a su problema de salud, fue operado del corazón y recientemente recibió la primera dosis. Hace tres años que viaja a España: “Se están yendo muchos artistas, es impresionante y les está yendo muy bien. Diseñadores españoles hay muy pocos y de mi generación hay pocos que hagan lo que yo hago”. En las últimas horas, realizó un descargo en sus redes debido a que no le alcanza para mantener a sus empleados y pagar los impuestos, tras año y medio sin trabajar. “La pandemia me arrasó con toda la planificación”, expresó en diálogo con Ángel de Brito y mostró la colección colgada.

En su relato, el modisto se mostró indignado por el sistema de Argentina y apuntó contra las autoridades, ya que no le alcanza. “Yo nunca paré y voy a seguir adelante”, y explicó que él “solamente quiere trabajar”.  “Algunas clientas me llamaron, hay una gran cantidad de vestidos que ya están pagos y no fueron entregados: casamientos, 15 años, fiestas de 50. Antes de la  pandemia venía un montón de gente”, narró Piazza. La gran cantidad de vestidos, están en la sala de prueba, todos colgados: "Acá está todo pago, acá no se financia nada, hay inversiones en telas, manos de obra, en un promedio hay mil quinientos dólares valuados en toda la colección". Además, en donde era el garaje tiene todos los accesorios.

Por otro lado, con respecto a la venta de su casa dijo que "la puso en venta el año pasado", y contó que la quinta la vendió porque le entraron a robar nueve veces, "en una estaba yo". El inmueble que está a la venta se encuentra entre el límite de Belgrano y Núñez, es antiguo, cuenta con cuatro pisos, del año 1900 y reconoció que tiene 550 metros cuadrados: "Está reconstruida nueva (...) todavía no vino nadie a verla, la puse con las mejores inmobiliarias del país.” Sin embargo reconoció: “Yo no estoy desesperado por vender, yo amo la casa, cuando yo viajo y vuelvo estoy metido acá" pero no negó que si le dan lo que le piden la vende.