Fuera de Foco
2 de septiembre de 2020
PANDEMIA
“La batalla está llegando a su fin", la dura carta de los médicos
Los médicos y personal de la Salud, cuentan que ya” no tienen fuerzas para seguir”. Piden a la sociedad que “reflexione” y cumpla con el distanciamiento, uso de tapabocas y lavado de manos. Mirá el comunicado.
Tras más de seis meses de pandemia, desde la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, lanzaron un comunicado dirigido a toda la sociedad argentina, contando la gravedad de la situación. En el mismo se advirtió: “¡No desafiar al virus, porque el virus nos está ganando! Les suplicamos no salir si es necesario. El personal sanitario está colapsado, los intensivistas está colapsado, el sistema de salud está al borde del colapso.”
La pandemia sigue avanzando y las terapias intensivas del país se encuentran colapsadas. Además, el desde el comunicado se expresó: “La escasez de los trabajadores de terapia intensiva que a diferencia de las camas y respiradores no se pueden multiplicarse.”
Advirtieron que cada vez son más los decesos de colegas, y que su labor es agotadora, ya que sus sueldos son bajos y necesitan trabajar en más de un lugar. También, expresaron que se sienten solos en esta batalla; mientras la sociedad disfruta en las plazas, ellos están encerrados enfrentando al coronavirus.
Además, de explicar que hay escasez de recursos humanos, cansancio y pocos insumos; se
destacó que antes de la cuarentena los intensivistas ya eran pocos y hoy la situación se encuentra “al límite de sus fuerzas”. Por eso, advierten a la sociedad a que concienticen sus actos, respetando las tres medidas fundamentales: distanciamiento, uso obligatorio de tapabocas y lavado frecuente de manos.
Por su parte, desde la Facultad de Medicina de la UNLP se sumaron al pedido social, explicando el difícil momento que está atravesando el sistema sanitario argentino y todo el personal de la salud. Desde el comunicado se expresó: “Sentimos que los trabajadores de la salud se van quedando solos, se los está dejando solos. Parece haber dos realidades. Una es la de los hospitales con la lucha brutal y desigual contra la enfermedad y la muerte. Otra, la de las calles y plazas, con cada vez más gente, que quiere disfrutar y reclama sus derechos, la gente que se siente bien por ahora, que no guarda la distancia ni se protege. Parecen ignorar el riesgo que existe para ellos y sus familias.”