Muñecas sexuales con inteligencia artificial

A veces el deseo sexual es más complejo y no alcanza a satisfacerse con las fórmulas clásicas; algunas personas prefieren incorporar objetos, dildos, ver imágenes estimulantes o imaginar sus fantasías. Sin embargo, hay un grupo de gente que elige muñecos enteros, de pies a cabezas, para encontrar placer o, incluso, para simular compañía.

Los avances tecnológicos permitieron la creación de Harmony, un robot con aspecto de mujer diseñado para ser una compañía, además de poder usarse para tener sexo. El dispositivo fue creado por Realbotix y tiene la capacidad de conversar, recordar características de su usuario, además de gestualizar y moverse. Esta opción claramente va más allá de lo que se puede encontrar en un tradicional sex shop.

Es que en estas variables lo que entra en juego no es un simple accesorio para sumar en un encuentro con alguien o con uno mismo, implica el deseo de que ese algo sea más completo, sin la complejidad de un ser humano. Es una demanda elegida por personas que se sienten incapaces de conocer a alguien o que simplemente les interesa ese tipo de experiencia que no implica ningún tipo de responsabilidad con otra persona.

El surgimiento de las muñecas sexuales se remonta a la década del treinta y por décadas existieron sólo modelos para hombres; pero en 2017 la empresa Sinthetics, de Los Ángeles creo un prototipo de aspecto masculino con una apariencia muy similar a la humana, aunque su valor, comprando en su página oficial, va desde los 6.700 dólares. 

Sin llegar al extremo de los modelos robotizados, las clásicas muñecas también se sofisticaron, ya no son de silicona, si no que ahora son de caucho lo que hace que sean más flexibles y agradables al tacto y valen desde 70.000 pesos; una inversión de por vida. El sitio Todos tus deseos ofrece modelos femeninos, masculinos y transexuales, y pueden elegirse los rasgos deseados. 

Es una opción al alcance de unos pocos, su uso no implica riesgos de contagios ni embarazos, sin discusiones ni reparto de bienes, pero, como compañía, todavía no es suficiente.