El tiempo de las definiciones llegó, y las máximas autoridades de la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires se aprestan a tomar la decisión respecto de la "nueva" cuarentena para frenar el contagio de coronavirus.
Mientras el gobernador Axel Kicillof apuesta por restringir la circulación y la actividad en la región AMBA, una idea que compartiría el presidente Alberto Fernández, pero no el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, varios intendentes peronista del Área Metropolitana "metieron fichas" a la apuesta de regresar a la Fase 1, aunque algo atenuada.
Por caso, el jefe comunal de Avellaneda, el kirchnerista Jorge Ferraresi, aseguró en su cuenta de Twitter que "se incrementó la velocidad de los contagios, hoy el 60% de esos contagios es de manera circulatoria dentro de la ciudad, el 11 por ciento por contactos directos y el 6% en el sector de la Salud", y alertó que, de seguir este ritmo, "en nueve días nos quedaríamos sin camas de terapia intensiva".
El alcalde peronista propuso en un video "tomar medidas complejas, que requieren un último esfuerzo por parte de los vecinos", y propuso un aislamiento en Fase 1 por quince días en toda el área metropolitana.
"Necesitamos volver a Fase 1. A la velocidad de contagio que llevamos, nuestras camas disponibles podrían terminarse en 9 días. Sabemos que es un momento muy difícil pero es necesario priorizar la salud", escribió en la red social del pajarito.
Otro que "banca" la idea de ajustar la cuarentena es el mandamás de La Matanza, Fernando Espinoza, quien aseguró que "los días más difíciles están por llegar y debemos ser muy responsables. Acompañaremos las medidas que sean necesarias para cuidar a nuestra gente". Lo hizo a retuitear un posteo del gobernador Kicillof, en el que advertía que se analiza ir a un aislamiento más estricto para generar un alivio en el crecimiento de los contagios y la ocupación de camas.
Espinoza aseguró que "es momentos de cuidarnos entre todos y ser muy responsables", al comentar un tuiteo de su antecesora y vicegobernadora, Verónica Magario, quien sostuvo que "si estos casos siguieran aumentando a más de 1.700 por día, nuestro sistema sanitario colapsaría en cuatro semanas.
Por su parte, el intendente de Berisso, Fabián Cagliardi, fue más allá, al proponer "frenar el transporte público por 15 días".
El jefe comunal del distrito del AMBA sostuvo que "he planteado la necesidad de frenar el transporte público por 15 días o con frecuencias más cortas, porque muchas veces nos encontramos con vecinos sin permisos", una idea que ya había deslizado el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.
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