La pandemia del virus de COVID-19 tomó por sorpresa a la política nacional. Claro, si bien se miraba de reojo lo que sucedía en el Mundo ante el avance de los contagios de forma vertiginosa, los ojos de la dirigencia local estaban puestos en otras problemáticas. Por caso, según pudo saber LaTecla.info, en las primeras semanas de febrero el gobierno bonaerense de Axel Kicillof comenzaba a tejer un equipo de comunicación de crisis. Sin embargo, el motor de dicho equipo no era la pandemia, sino las inundaciones y a mediano plazo. En ese sentido, la comunicación de riesgos se volvió trascendental desde la noche del 16 de marzo donde el presidente Alberto Fernández, en primer término, la suspensión de las clases. Incluso, vale recordar, desde el mismo Ejecutivo nacional se instó a la sociedad a informarse a través de las redes sociales oficiales y las páginas de los ministerios. Con más de dos meses de aislamiento social, preventivo y obligatorio, las redes sociales se convirtieron en un factor clave. Conforme a estudios, tanto Instagram, como Facebook y Twitter, aumentaron significativamente el nivel de usuarios conectados durante la cuarentena. Los números, oscilan desde aumentos de 40 por ciento a 45 por ciento depende la red social. En ese sentido, los mensajes vertidos en las plataformas comunicacionales que permiten la interacción directa con los ciudadanos se volvió central. Por caso, la especialista en comunicación política, Paola Zuban, comentó a LaTecla.info que es central el eje desde donde se posiciona la dirigencia política para comunicar a la sociedad. “Toda comunicación de riesgo busca prevenir, concientizar, modificar hábitos o actitudes, para crear rutinas individuales o colectivas de prevención de ese riesgo. La excepcionalidad de la situación generada por la pandemia es que el riesgo es generalizado a toda la población, por lo tanto requiere de consensos mayoritarios”, detalló. De esa manera, explicó que “necesariamente se debe aportar argumentos y explicaciones que se van resignificando y construyendo en el día a día, ser muy pedagógicos, accesibles a toda la población”. “Un peligro grande es cuando hay varias voces discordantes, los mensajes no son claros o confunden más de lo que aclaran”, sostuvo y advirtió que “esto está comenzando a pasar en la comunicación del gobierno nacional y de la provincia de Buenos Aires”. En ese marco, subrayó que “será importante, más allá de las diferentes realidades en cada distrito provincial del país, unificar y aclarar la información”. Asimismo, Zuban remarcó que “el gobierno nacional goza de un amplio consenso y un alto nivel de acuerdo con la cuarentena, pero no se debe olvidar que estos consensos pueden ser precarios y volátiles en tanto un desacierto en la gestión de las medidas políticas por venir. Por ahora, con algunas desprolijidades, como barbijos fuera de lugar, imágenes con autoridades que no guardan la distancia recomendada, con aciertos y desaciertos en las redes sociales, el gobierno nacional aún tiene crédito abierto para el manejo de la situación. Deberá reforzar y clarificar las necesarias alertas para que el “relajamiento social” de la cuarentena, no genere un problema mayor”. Vale recordar que, en los últimos días, generó revuelo en las redes sociales, y cientos de comentarios negativos, una fotografía que compartió el gobernador Kicillof luego de reunirse con expertos. En la imagen, aparece el ministro de Salud, Daniel Gollan, con el barbijo mal puesto y en las pantallas de la teleconferencia, el intendente de Colón, Ricardo Casi, fumando en primer plano.
Asimismo, Riorda consideró que “son muy pocos los casos de uso de comunicación simbólica valorativa. Muy medido, el propio presidente es quien suele utilizar este criterio comunicacional eventual”. Al tiempo que detalló que “empieza a verse un vacío significativo de la comunicación pedagógica del riesgo. La dirigencia ha retraído el peso inicial asignado a prácticas de distanciamiento social y se posiciona mucho menos sobre los nuevos protocolos sectoriales en la sociedad y en las distintas áreas. Ha cedido mucho espacio a las voces técnicas. Y es muy poco el uso de la comunicación de tipo personal, más relajada o emotiva”.
Y explicó: "Éste tipo de comunicación atrae a los jóvenes que sólo siguen comunicaciones que perciben genuinas. Tiene una poderosa cantidad de seguidores, gran facilidad para provocar emoción y empatía. El presidente comprende perfectamente el concepto de conversación que exigen los ciudadanos de sus líderes. Y lo lleva a la práctica naturalmente.
Y remarcó que "sin embargo, esta no parece ser la red social a la que apunta su atención. Sus posteos son bastante espaciados. En Twitter se desempeña con mayor velocidad, es más activo y se muestra presente. Suele twittear y retwittear más de una vez al día. También con un lenguaje personal. Su biografía solo nos habla de su labor política. Quizás una sugerencia sería tener una comunicación más emocional y fluida con sus seguidores". Un antecedente negativo, que quedó en la historia, como eje Uno de los casos emblemáticos en el manejo de redes sociales durante una grave crisis ocurrió hace algunos años en la capital bonaerense. En 2013, La Plata sufrió la peor inundación de su historia y el por entonces intendente Gabriel Bruera usó su cuenta de Twitter para dar cuenta de “ayuda a damnificados”. A las pocas horas, se comprobó, con fotografía incluida, que se encontraba en Brasil, embarcando un vuelo de regreso a la Argentina.
En ese sentido, conforme explicaron a LaTecla.info desde el equipo del actual intendente platense, Julio Garro, lo sucedido en 2013 fue un motor central como punto de partida. Así, detallaron que apostaron a “brindar información con la mayor transparencia posible y por diversos canales”. Vale destacar que, La Plata fue el primer distrito del país en realizar gráficas diarias sobre el estado del COVID-19 en la ciudad. Asimismo, detallaron que comunalmente trabajan en cuatro ejes: Quedate en Casa; No te relajes; Reactivar la economía, cuidando la salud; y Aprender a convivir con el virus. De esa manera, lo que en un inicio apostó a la emotividad mutó por la “demanda y el tiempo transcurrido desde la declaración del aislamiento. Variamos la estrategia a recursos menos emotivos y más informativos, concentrándonos en las acciones estatales y la adaptación al nuevo contexto”. En esa línea, detallaron que “mediante Twitter comunicamos medidas y definiciones de tinte más político; mediante Facebook buscamos llevarle al vecino contenidos e información de manera más llana, dinámica y digerible. Por Instagram nos avocamos a una narrativa ligada a la implementación de medidas, y por Youtube comunicamos todos los spots, vivos del Intendente, medidas de gobierno y programas”. |