Política Nacional
15 de octubre de 2019
ELECCIONES 2019
Derrumbe capital: el retroceso de Cambiemos en las principales ciudades patagónicas
Los armados provinciales que responden al Gobierno Nacional obtuvieron sucesivas derrotas en los principales conglomerados urbanos de la región. Hasta ahora, el frente perdió las dos capitales que puso en juego, y tiene posibilidades de perder la tercera.
La crisis de la marca Cambiemos a nivel nacional fue aún más notoria en la Patagonia, ya que este año cedió mucho poder respecto del rendimiento electoral de 2015.
Fundamentalmente, el déficit se vio en los principales distritos de la región, donde en los pasados comicios generales supo imponerse por sobre las otras alternativas nacionales, provinciales y locales, generando un importante armado federal propio.
Sin embargo, todo ese caudal acumulado comenzó a reducirse este año, y aún puede empeorar el panorama, si las estimaciones de las principales consultoras para las próximas contiendas en las urnas aciertan. Concretamente, Cambiemos perdió las ciudades de Neuquén, Viedma y Cipolletti, y podría caer derrotado en Río Gallegos y Caleta Olivia, esta última, ya escindida de la línea marcada por la Rosada.
El camuflaje fue una constante. Todos los espacios locales, con candidatos en el poder e intentando retener el mando, eligieron tomar distancia de las figuras nacionales, esbozando críticas a medidas puntuales, tomando políticas en dirección opuesta y hasta cambiando la fisionomía de sus propuestas electorales, ya alejadas de la uniformidad que supo ser infalible cuatro años antes, bajo el sello multicolor que tenía como principal hacedor al presidente Mauricio Macri.
Sin embargo, el maquillaje, la tardía rebeldía y los eufemismos no lograron el efecto deseado y, ante la mirada del electorado, los intendentes fueron la réplica local del proyecto nacional, a todas luces desgastado por los malos resultados de la gestión y la grave crisis económica actual. Si bien el gran cimbronazo se dio en la capital neuquina, donde el recientemente fallecido intendente y candidato a senador de Juntos por el Cambio, Horacio “Pechi” Quiroga, perdió la comuna tras 20 años de gestión opositora, las derrotas se fueron sucediendo una tras otra.
Los oficialismos alineados con el Gobierno nacional perdieron en Cipolletti y Viedma, y las proyecciones auguran también una caída en Río Gallegos el 27 de octubre, que terminaría por dejar sin capitales patagónicas a la alianza gubernamental.
Una señal ineludible
El calendario electoral de 2019 se caracterizó por el desdoblamiento. Por caso, ninguno de los principales distritos fue a las urnas conjuntamente con los gobernadores. Por tal motivo, los comicios que definieron los nuevos gobernadores en la región funcionaron como una señal inequívoca de lo que pasaría en las grandes ciudades a la hora de definir los conductores locales.
Los candidatos a comandar las provincias que, con sello original o alternativo, representaron a la figura del presidente Macri, obtuvieron magros resultados en sus provincias. Los diputados Gustavo Menna (Chubut) y Lorena Matzen (Río Negro), el senador Eduardo Costa (Santa Cruz) y Horacio “Pechi” Quiroga (Neuquén), no solo redujeron su caudal de votos respecto de las elecciones anteriores, sino que terminaron terceros en intención de votos, muy lejos de la posibilidad de un triunfo.
En esa misma línea se dieron los resultados para los cargos legislativos, en las primarias de agosto. Allí, ya con la fuerza del arrastre de las boletas presidenciales, lo que pasó a denominarse Juntos por el Cambio experimentó reveses en todo el territorio patagónico.
Como si el retroceso regional no fuera suficiente indicio, la caída de los soldados del oficialismo provincial se replicó en las principales capitales del país que ya definieron a sus intendentes. Desde que comenzó el año, Cambiemos perdió en Santa Rosa, Paraná, Córdoba y Santa Fe.
En un escenario de notoria debilidad, en octubre, los principales referentes del espacio buscarán en la región conservar un lugar de poder que les permita tener expectativas en el mediano plazo. La intención es que el derrumbe sea lo menos dañino posible, para poder reconstruir el armado.