10 de junio de 2025
CRISIS
Ni el Mantecol se salva: Georgalos en proceso de ajuste y despidos ante una profunda recesión
La situación en Georgalos es crítica. La empresa dueña de la marca Mantecol despidió a 5 trabajadores del sector chocolates, lo que desencadenó protestas y suspensiones. El sector alimenticio en vilo.

Suspensiones, recortes de personal y conflictos gremiales están a la orden del día en el sector alimenticio. De esta manera, cada vez son más las empresas que atraviesan conflictos laborales y problemas económicos. Entre los trabajadores el temor es que la histórica empresa dueña de Mantecol, entre otros reconocidos productos, frene su producción y baje las persianas definitivamente.
Cabe recordar el caso de Dánica, que cerró su planta ubicada en Llavallol y 150 personas se quedaron sin trabajo. "La empresa Dánica cerró su histórica planta ubicada en Llavallol luego de más de 80 años produciendo margarinas. Hoy, 150 personas —algunas de ellas, vecinas y vecinos de nuestro distrito— se quedaron sin sus fuentes laborales", denunció Fernando Gray.
En este contexto, en las últimas horas cobró mayor visibilidad la situación en Georgalos, que mientras sigue buscando inversores para sostener su estrategia comercial, aplicó despidos en San Fernando, lo que desencadenó una parálisis total de las actividades en sus instalaciones.
El parate de la planta llegó como represalia a una serie de cruces entre Georgalos y sus empleados en San Fernando que inició hace algo más de un mes. Al corriente de la profunda recesión que atraviesa el país, la compañía aplicó un recorte en su planta de personal en el área de producción de chocolates y, en paralelo, suspendió un bono que otorgaba por productividad.
A principios de esta semana, la baja de 5 trabajadores dio pie a una intervención manifiesta del Sindicato Trabajadores Industrias de la Alimentación (STIA), que denunció el hecho ante el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.
“El conflicto se inicia hace 45 días porque veníamos trabajando con una persona menos en la dotación. La máquina que hace el chocolate, que moldea el chocolate, salen por una cinta y se va envolviendo. Está el maquinista que maneja esa máquina, que envuelve y después una vez envueltos los chocolates pasan por otra cinta donde hay tres sacadores, que van colocando los chocolates en las cajas que después va a los kioscos. Al sacar una persona y no bajar el ritmo, los chocolates caían. La mayoría de mis compañeros tiene epicondilitis, artrosis, artritis, tendinitis en los brazos, en el codo, en el hombro, en la muñeca”, explicó a SanFernandoNuestro uno de los trabajadores despedidos.
Y agregó: “La máquina trabajaba con golpes, así se llama. Con seis personas trabajamos con 22 golpes, con cinco la empresa quería que sigamos trabajando a 22 golpes y era evidente que se iba a caer el chocolate. Entonces, la productividad, que es el premio que teníamos, estaba basado en los 22 golpes. La empresa baja la velocidad a 17 golpes, garantiza que caigan menos chocolates y cuando llegaba el momento de pagarnos por producción nos pagaban por 22. Para que te des una idea las otras miniplantas (cada golosina se maneja como una mini planta) ganan entre 200 y 300.000 pesos de premio por productividad. Nosotros venimos cobrando 56.000 pesos”.