20 de junio de 2025
DÍA DE LA BANDERA
Celeste y blanco: un grito de unión que atraviesa dos siglos
De la lucha independentista de Belgrano a los desafíos de la Argentina actual, la bandera sigue siendo nuestro faro.
Corría 1812, y la Argentina era un hervidero de sueños y tensiones. Las provincias unidas del Río de la Plata, aún sin ser del todo “unidas”, peleaban por su libertad contra el dominio español. En Rosario, a orillas del Paraná, Manuel Belgrano, un hombre de ideas firmes y corazón patriota, miraba al cielo y veía algo más que nubes: veía un símbolo.
Con retazos de tela celeste y blanca, cosió una bandera que no solo representaba la independencia, sino la esperanza de un pueblo fragmentado. Pero no era todo heroísmo romántico.
La economía estaba en crisis, la guerra drenaba recursos, y las provincias discutían entre sí sobre qué camino tomar. Algunos querían una monarquía, otros una república, y Belgrano, en el medio, insistía en que la unidad era la clave. Su bandera fue un grito visual: “Juntos, podemos”.
Ahora, saltemos a nuestro presente Argentina, 2025. ¿Te suena conocido el panorama? La economía y la política sigue siendo un campo de batalla. Las divisiones también están a la orden del día: hay quienes apuestan por un modelo, otros por el opuesto, y las redes sociales amplifican las voces hasta el ruido.
Pero, como en 1812, hay algo que nos sigue uniendo: esa bandera celeste y blanca que ondea en cada marcha, en cada partido de fútbol, en cada acto escolar. Es el mismo símbolo que Belgrano imaginó, recordándonos que, aunque las peleas sean distintas, el deseo de un país mejor es el mismo.
Belgrano enfrentó críticas por su bandera. Algunos decían que era una locura, que no era el momento. Pero él persistió, porque sabía que los símbolos importan, que dan fuerza para seguir. Hoy, cuando vemos a jóvenes emprendedores, a cientistas buscando soluciones, o a vecinos organizándose para ayudar, vemos ese mismo espíritu. La Argentina de ahora, como la de entonces, está en un cruce de caminos.
Y aunque el camino no sea fácil, la bandera nos sigue diciendo: “Mirá para arriba, unite, y seguí”. Así que, la próxima vez que veas el celeste y blanco flameando, pensá en Belgrano, en 1812, y en vos, hoy. Porque la historia no es solo pasado: es un espejo donde nos miramos para construir futuro. ¡A enarbolar la bandera con orgullo y a seguir escribiendo esta historia!